LA ORALIDAD

ORALIDAD Y LA LECTURA EN LA CRÓNICA.

La oralidad y la lectura son procedimientos que ha de realizar el cronista en forma natural y autónoma, incorporándolos a su constante proceso de desarrollo de escritura, en su trabajo intelectual y social. Ya que éstas herramientas son muy importantes para la investigación.

Diferentes tipos de lecturas:

• La lectura de imágenes.

• La lectura de los sonidos la desarrollan también los invidentes y se logra por la simple percepción sonora.

• La lectura de los olores: Desarrollada por múltiples personas; entre ellos perfumistas, catadores, y especialmente los invidentes.

• La lectura de los caracteres: Realizada por sicólogos y psiquiatras, se basa en la forma de ser y actuar de los seres humanos.

• La lectura oral

• La lectura táctil: la realizan los invidentes por el método de Braille.

• La lectura sensible es donde la voz ejecuta la emoción que acompaña la idea.

La de imágenes: Es la primera que hacemos las personas, que realizamos a partir de todo tipo de formas, ya naturales o creadas por el ser humano. Los dibujos y todas las formas de la imagen. Empiezan a familiarizarse con el lenguaje visual a través de sus primeros contactos con las imágenes. Las figuras fácilmente reconocidas son aquellas que forman parte de la cotidianidad: Los alimentos, los juguetes, los animales, y los colores son algunos ejemplos. Las ilustraciones aún sin texto, En el cronista actual es fundamental la fotografía ya que es parte de la sustentación de su texto, con

fotos antiguas y actuales podemos afianzar un testimonio. Así como también los videos, haciendo tomas para que queden como parte de la fuente viva, convirtiéndose como elementos esencial en estos tiempos de tecnología avanzadas.

La lectura de los sonidos: la oralidad contribuye a enriquecer el lenguaje de la crónica. El lenguaje poético y la estructura en el verso de las canciones las convierten en herramientas para iniciar contacto de niñas y niños con la oralidad y un vocabulario lleno de sentidos figurados, sentimiento y emotividad; así como también se familiarizan con la rima, la armonía y el ritmo que suelen tener estas composiciones. Las nanas infantiles es el primer contacto de la niña y el niño con la literatura, la literatura popular que es la primera en tocarlos, la del inicio. La niña y el niño comienzan a identificar sonidos con imágenes, abre sus ojos al mundo de la poesía popular que lo acuna. La copla es una forma de canción corta o poema popular que utiliza un lenguaje coloquial, y estilo jocoso, muchas veces cargados de doble sentido y de ironía. Es por ello que requiere de cierta agudeza para conseguir entre líneas el significado que esconden sus versos. Actualmente podemos utilizar el grabador para imprimir un testimonio, para luego descodificarlo con toda exactitud, ya va quedando en desuso el cassette para dar paso al digital, con la ventaja que queda como evidencia del trabajo realizado. La lectura de los sonidos la desarrollan también los invidentes y se logra por la simple percepción sonora.

La lectura de los olores: Desarrollada por múltiples personas; entre ellos perfumistas, catadores, y especialmente los invidentes.

La de los caracteres: Especialmente realizada por sicólogos y psiquiatras, se basa en la forma de ser y actuar de los seres humanos.

La lectura oral es una actividad más difícil que la lectura silenciosa, porque el lector debe reconocer todas las palabras expresadas verbalmente; usar el fraseo dado por los signos de puntuación, dar la entonación, adaptar la expresión, la altura de la voz y la velocidad al ritmo de los auditores para ser escuchado y comprendido por ellos. La práctica de la lectura oral proporciona

una transición natural del habla al lenguaje escrito que debería ser estimulada hasta que el niño o la niña estén listos para leer en silencio. Los primeros contactos de los niños y niñas pequeños con la lectura son a través de su forma oral como auditores de cuentos y nanas. Así leer para ellos en voz alta sería un proceso natural. En las etapas del aprendizaje de la lectura, los niños y niñas requieren escucharse a sí mismos, transitar desde la lectura en voz alta hacia la lectura silenciosa, como un proceso de de interiorización. Esta lectura refleja las posibles dificultades en el tono, articulación, timbre y otras cualidades de la voz, ha de ser entusiasta, con clara articulación y con adecuada entonación y expresión. Debe ser un medio para que otros adquieran práctica en escuchar activamente.

También contribuyen las expresiones populares tales como frases, proverbios y juegos de palabras; estas han cambiado tanto a lo largo de los siglos de transmisión oral que se pierde la identidad del autor y pasan a formar parte de la cultura nacional. Se trata de las expresiones populares, cortos textos anónimos llenos de sabiduría, humor y picardía. Los refranes, trabalenguas, coplas, poemas y adivinanzas, son algunas de las expresiones de la oralidad popular que se les puede leer a las niñas y niños para estimular su curiosidad y enriquecer su lenguaje. Los refranes generalmente expresan las creencias, las supersticiones y las enseñanzas que se han transmitido en una comunidad de una generación otra, mediante de sentencias cortas y concisas. También conocidos como proverbios o dichos populares, tienen un tono moralizante y didáctico, se valen con frecuencia del sentido figurado, las metáforas, el humor y el sarcasmo. La mayoría de los proverbios provienen de la tradición oral, pero algunos aparecen escritos en textos tan antiguos como la Biblia. “Ojo por ojo y diente por diente” es una máxima bíblica.

Las recopilaciones de refranes, las fuentes vivas con sabor de la oralidad son de suma importancia para los cronistas, ya que desde allí se pueden ir formando la identidad como país. Es aconsejable lecturas las voces en desuso y así contribuir al rescate del olvido de expresiones que enriquecen nuestro

lenguaje.

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