La lectura y sus estrategias

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Trabajo: La lectura y sus estrategias

Las dificultades en comprensión lectora y en expresión escrita son dos de los principales obstáculos para el desarrollo de su competencia lingüística. Para atender a dichas dificultades propongo la siguiente lectura en la que se propone un doble objetivo; por un lado, se busca que los alumnos de 4º curso de educación primaria, sean capaces de comprender el texto y reconocer sus elementos fundamentales y por otro, que los alumnos sean capaces de expresarse por escrito con corrección.

Teniendo en cuenta estos objetivos el lector desde su posición selecciona estrategias

• Activar el conocimiento previo y predicciones sobre el texto: sacando hipótesis a partir del título del cuento y el dibujo. 
• Promover las preguntas de los alumnos acerca del texto: para llegar a conseguir los objetivos.

Antes de leer… 

• ¿Alguna vez has visto un camello? ¿Cuántas jorobas tienen? ¿Conoces algún otro animal parecido?  
• ¿Has leído alguna vez una obra teatral? ¿En qué se diferencia una obra de teatro de otros textos?

EL CAMELLO ROBADO

Un sabio anciano caminaba solo por el desierto1. Andaba lentamente mirando al suelo. En un alto del camino vio a lo lejos a dos hombres que se acercaban. Los dos hombres estaban tristes y enfadados. Antes de que hablaran el sabio les dijo:

Anciano: ¿Habéis perdido un camello?

Viajeros: Sí ¿Cómo lo sabes? – dijeron ellos extrañados.

Anciano: ¿Es un camello tuerto del ojo derecho y cojo de la pata delantera izquierda?

Viajeros: Sí ¿Cómo lo sabes? – volvieron a decir.

Anciano: ¿Es un camello al que le falta un diente y lleva una carga de miel y maíz?2

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1. ¿Conocéis el nombre de algún desierto? ¿Cómo creéis que es?  

2. ¿Dónde creéis que está el camello?  

Viajeros: Sí, es nuestro camello. Dinos donde está.

Anciano: No lo sé, no he visto nunca a ese camello.

Los dos hombres se enfadaron con el anciano. ¿Cómo podía saber tantas cosas del camello? Tal vez él mismo lo había robado. Lo agarraron por la fuerza y lo llevaron ante el juez.

Juez: Anciano, ¿eres culpable3 de haber robado el camello?

Anciano: No, señor, yo no he robado nada.

Juez: ¿Cómo sabes tantas cosas del camello si no lo has visto?

Anciano: Fijándome en lo que veo, hace unas pocas horas vi en el suelo huellas de un camello. Como no vi huellas de hombres pensé que el camello se había perdido. Pensé que era tuerto del ojo derecho porque la hierba4 que tenía a su derecha no estaba comida. Supe que cojeaba porque la huella del pie delantero izquierdo era más floja que las otras. Luego vi que entre la hierba mordida siempre quedaba alguna sin cortar por lo que pensé que le faltaba un diente. En cuanto a la carga, vi que unas hormigas se llevaban unos granos de maíz y que varias moscas volaban cerca de unas gotas de miel que había en el suelo.[pic 2]

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