Problemas De Desarrollo Y Aprendizaje
manuel1208956 de Noviembre de 2013
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Problemas del desarrollo y aprendizaje
1. Introducción
2. Alteraciones en el desarrollo
3. Maduración cerebral y lenguaje
4. Maduración cerebral y habilidades visoespaciales
5. Maduración cerebral y memoria
6. Problemas específicos de aprendizaje
7. La dislexia
8. Disgrafía y disortografía
9. Discalculia
10. Alteraciones en el lenguaje oral
11. Problemas de conducta y emocionales implicados en el aprendizaje
12. Conclusión
13. Bibliografía
Introducción
El desarrollo del individuo inicia en la concepción y dura toda la vida, éste está determinado por factores tanto biológicos como ambientales, los cuales se influyen mutuamente, por ejemplo, el estilo de vida que lleve alguno o los dos padres, repercute en su organismo, dañando sus células, y dentro de ellas las células germinativas, por lo tanto, al unirse, y no ser viables, puede causar daño en el sistema nervioso del nuevo ser que se está formando, este daño que puede ser estructural o funcional, repercute en uno o varios de los aspectos del desarrollo, algunos de manera directa como el cognitivo y el motor, y en otros indirectamente, como lo es el social, ya que el sujeto con alguna deficiencia tanto cognitiva o motriz, su adaptación al medio es diferente a la del individuo sin problemas.
El aprendizaje es un proceso en el cual también interviene el aspecto biológico y el ambiente, ya que para su adquisición intervienen los procesos cognitivos básicos y además las experiencias que vive día con día el individuo, por lo tanto, si el desarrollo del niño no ha sido el adecuado, lo más viable es que tenga limitaciones en la adquisición de los conocimientos.
Los retrasos en el desarrollo, en cualquiera de las esferas evolutivas, puede provocar problemas de aprendizaje en el individuo, porque como ya se mencionó, todas ellas son interdependientes, además que en el aprendizaje intervienen todas ellas, por lo que al verse afectada una, puede alterar a la otra.
A algunos problemas de aprendizaje se le denominan específicos, porque intervienen directamente en la adquisición de conocimientos, es decir, los conocimientos básicos, como son los de lectoescritura que, como es bien sabido, son el cimiento para los estudios posteriores, dentro de los cuales también se encuentran los problemas con las matematicas y alteraciones en el lenguaje y/o habla.
Existen otros problemas que también se consideran de aprendizaje, los cuales son problemas de conducta y/o emocionales, pero intervienen, porque su desarrollo impide que la adquisición de conocimientos sea viable, por la sintomatología que presentan, ya que incluyen alteraciones motoras y cognitivas.
Alteraciones en el desarrollo
El sistema nervioso es el primer órgano que se forma en el ser humano, aproximadamente a las tres semanas de gestación, a partir de la capa del ectodermo, se desarrolla el tubo neural y las crestas neurales, el primero da lugar al sistema nervioso central y las segundas al sistema nervioso periférico.
El tubo neural, en su forma rudimentaria es una placa que poco a poco va cerrándose, cuando éste cierre no se lleva a cabo completamente, puede originar alteraciones anatómicas y/o fisiológicas.
Las crestas neurales son células que además de originar al sistema nervioso periférico también forma otras estructuras corporales, entre ellas, algunas del corazón, por lo que, al igual que el tubo neural, la migración de estas células, que se presenta inmediatamente después del cierre del tubo neural, puede verse alterada y por consiguiente provocar malformaciones craneofaciales o malformaciones cardiacas entre otras.
La formación del sistema nervioso ocurre durante el primer trimestre del embarazo, razón por la cual, ahora, exclusivamente la madre, debe extremar sus cuidados, ya que existen agentes tóxicos que pueden afectar el embrión. Tanto el ambiente intrauterino como extrauterino, debe ser lo más propicio posible para que el desarrollo del sistema nervioso sea lo más viable, ya que la presencia de cualquier teratógeno, puede provocar daños estructurales, lo cual no quiere decir que posterior a este trimestre no deba tener cuidados la madre, ya que después de que se forma el sistema nervioso, viene la maduración, es decir, el perfeccionamiento de las estructuras, de hecho, durante toda la infancia el sistema nervioso continua con este proceso, aumentan las conexiones sinápticas, aumenta el número de neuronas, se mielinizan las neuronas, etc. lo cual explica el crecimiento cognitivo del individuo; durante los dos trimestres restantes, cuando se presenta la maduración del sistema nervioso, los teratógenos, lo que pueden causar, son daños funcionales que repercuten en el desarrollo integral del individuo.
La mielinización de las neuronas, propician que la información se transmita con mayor exactitud. Las neuronas de la corteza frontal, la cual está involucrada en los movimientos voluntarios y el pensamiento (Santrock, 2006), son las últimas en mielinizarse, lo cual explica el porqué de los movimientos sin control de los bebés, pero ya para el final del año, que es el periodo donde se da el proceso de mielinización de estas neuronas, empiezan a tener control sobre los mismos.
El mal funcionamiento de la corteza frontal, originada, por la mala conducción de la información sináptica, en las vías neuronales, repercute tanto en el desarrollo motriz como cognitivo, dando lugar a trastornos de conducta que a su vez, intervienen en el aprendizaje del individuo; al no estar mielinizadas las neuronas, el impulso nervioso tiende a salirse del axón, por lo que no es continuo y al retrasarse o no llegar, no abre las vesículas que contienen al neurotransmisor de forma correcta y la información no es transmitida adecuadamente y esto es lo que genera la alteración en el desarrollo, en este caso, la motricidad y en cuanto a los procesos cognitivos, la atención, elementos importantes para la adquisición de la lectoescritura.
Otra de las funciones que también se ve alterada, si la maduración neuronal en el lóbulo frontal no se presenta, es la memoria de trabajo, y en el lóbulo parietal, las habilidades visoespaciales, ambos procesos necesarios en la lectoescritura.
La mielinización de las neuronas que conforman el cuerpo calloso da lugar a la especialización hemisférica, ya que se facilita la comunicación entre los dos hemisferios, ante esta especialización, el funcionamiento cognitivo del niño es mejor (Ardila, Roselli y Matute, 2008).
Maduración cerebral y motricidad
Desde el nacimiento, incluso antes de nacer, el individuo se mueve, pero estos movimientos son simples reflejos y no llevan intención alguna, poco a poco, gracias a la especialización de las neuronas, específicamente la mielinización de las mismas, hace que los movimientos se hagan más precisos, de esta manera, vemos que aproximadamente a los tres meses el niño ya puede dirigir su mano hacia los objetos, aunque aún no pueda prensarlos, ya a los ocho meses aproximadamente es capaz de ejercer la sujeción de pinza; es conveniente mencionar que este desarrollo motor implica el desarrollo de las habilidades visomotriz y visoespacial, porque por ejemplo, para asir un objeto que está alejado de él, necesita calcular la distancia y el tamaño del objeto.
En cuanto a su locomoción, no basta con que el niño ya se pueda mover, necesita equilibrarse para no caerse, además de la postura, y también calcular la distancia entre él y los objetos para no tropezarse con ellos, por lo tanto, las habilidades visomotrices y visoespaciales deben desarrollarse paralelas a las motrices, porque de hecho, los elementos de la psicomotricidad, conllevan a estas.
Kolb y Fantie (1989), Sprenn, Riser y Edgell (1995) en Roselli, Matute y Ardila (2010), mencionan la correlación que existe entre la conducta motora del niño y la mielinización cerebral, la cual es:
a) Recién nacido, la función motora son los reflejos de succión, búsqueda, prensión, y chupeteo y la mielinización se presenta en las vías motoras en cantidades altas, vías sensitivas, lemnisco medio, pedúnculo cerebeloso superior y tracto óptico en cantidades moderadas y radiación óptica en cantidades mínimas.
b) Seis semanas, el bebé ya voltea la cabeza, la levanta cuando está boca abajo y sigue objetos con la vista, las estructuras mielinizadas son, la radiación óptica y la vía piramidal en cantidades pequeñas y el pedúnculo cerebeloso medio, en cantidades mínimas.
c) Tres meses, control voluntario de agarre y chupeteo, sostiene la cabeza, busca objetos presentados en su campo visual, responde al sonido, se mira las manos, la mielinización se presenta en las vías sensitivas y radiación óptica, en cantidades altas, la vía piramidal en cantidades moderadas, el cíngulo, el tracto frontopóntico y el pedúnculo cerebeloso medio, en cantidades pequeñas y el cuerpo calloso, en cantidades mínimas.
d) Seis meses, toma objetos con las dos manos, se voltea solo, se mantiene sentado por periodos cortos, la mielinización se da en el lemnisco medio y el pedúnculo cerebeloso superior, en cantidades altas, el pedúnculo cerebeloso medio y la via piramidal, en cantidades moderadas, el cuerpo calloso, la radiación acústica y las áreas de asociación, en cantidades pequeñas.
e) Nueve meses, se sienta solo, agarre con pinza digital y gateo, la mielinización se presenta solamente en el fórnix en cantidades moderadas.
f) Doce meses, suelta los objetos y camina de la mano, las estructuras mielinizadas son, vía piramidal, vía frontopóntica
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