Soldados De Salamina (Javier Cercas) Resumen

Soldados de Salamina (Javier Cercas)

Se encuentran hoy en día, gran variedad de libros. Dependiendo de la persona el género o trama que se dedique a leer. Si bien España y Europa, se han visto afectados por la historia; Soldados de Salamina, del escritor Javier Cercas, nacido en Ibahernando, Cáceres (1962) es el reflejo de la libertad de las personas españolas.

Estimulando angustia y reflexión en el lector, el libro logra que se vean identificados tanto los individuos del libro como el país. De tal manera que la historia te mantiene atento en todo momento.

Javier Cercas nos relata la historia de Rafael Sánchez Mazas, que después de estar preso en Barcelona consigue escapar de su fusilamiento colectivo, así mismo escapa al bosque y mismamente consigue la ayuda de varios hombres payeses a quienes ayudara finalizando la guerra.

Todo inicio cuando el cronista se intereso por primera vez en los anales de Rafael Sánchez Mazas al dejar su trabajo como escritor de novelas, mismamente puso manos a la obra. Entrevistando a Rafael Sánchez Ferlosio hijo de Rafael Sánchez Mazas

Entrevistando a Rafael Sánchez Ferlosio se adentro en los sucesos del mismo. Así pues Javier Cercas desea tener un relato real de los acontecimientos de esa guerra.

Rafael Sánchez Mazas fue detenido en Barcelona por ser uno de los mayores dirigentes falangistas de ese mismo periodo, el cual pertenecía al partido de la falange, el entre otros soldados, médicos, abogados, etc. fueron sentenciados a prisión en una misma celda en donde compartían cama, baño, comida entre otras cosas.

La fecha llego, en la que Rafael Sánchez Mazas y sus compañeros deberían ser fusilados. Lister el general de su pelotón ordeno ejecutar a todos estos presos fuera de la ciudad. Llevándolos en las entrañas de un bosque obscuro y desolado, decidieron asesinarlos allí. Mismamente los acomodaron para ejecutarlos, pero ellos sabían que ese no era un paseo ni un día de campo.

Los oficiales se disponían y a la voz de general abrieron fuego contra los que podían asesinar, solamente dos personas escaparon en el que uno era Rafael Sánchez Mazas y el otro era Jesús Pascual Aguilar. Sánchez Mazas asustado y con una angustia escalofriante salió corriendo más a dentro del bosque, en donde no pudo llegar demasiado lejos por diferentes factores que eran hambre, la fatiga y el no ver bien, arribando así al primer sitio que encontró y quedándose allí el tiempo que pudo.

En un abrir y cerrar de ojos un soldado miliciano se le planto en la espalda y detenidamente se le quedo viendo, Sánchez Mazas también hizo lo mismo pues se quedo asustado esperando que le disparar el miliciano, actuó despistadamente y dijo que no había visto nada.

Mazas siempre estuvo agradecido con ese oficial miliciano por no verlo matado, sin embargo nunca supo quien era y por que no lo ejecuto; que es una de las mayores incógnitas de la novela de soldados de salamina.

Sánchez Mazas después de que perduro a aquel tormento decidió salir de su escondite y vagar por el bosque, hasta que encontró una humilde casita en donde vivía una familia común y corriente en la cual le regalaron comida y hospedaje por un tiempo corto.

En ese mismo hogar habitaban María Ferré con sus padres. El señor de la vivienda no estaba conforme que se quedara en la morada por que podían correr peligro, de este modo lo acomodaron en una desolada choza que estaba a mitad del bosque y ellos se encargarían de darle de comer y de otras cosas.

Sánchez Mazas en el periodo que estuvo en la choza conoció a tres hermanos que iban uniformados de adversarios llamados: Pedro y Joaquín Figueras y Daniel Angelats, con los cuales convivio poco tiempo, el hermano mayor Pedro era con el que compartía

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