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Cultura, Educación Y Filosofía


Enviado por   •  18 de Marzo de 2015  •  2.773 Palabras (12 Páginas)  •  280 Visitas

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Conceptos esenciales del texto: a) Cultura, b) Educación, c) Filosofía, d) Filosofía de la educación y e) Pedagogía.

1. Cultura y educación.

La cultura es el “conjunto de técnicas de uso, de producción y de comportamiento, mediante las cuales un grupo de hombres puede satisfacer sus necesidades, protegerse contra la hostilidad del ambiente físico y biológico y trabajar y convivir en una forma mas o menos ordenada y pacífica” (Abbagnano 1987, p. 11; Abbagnano 1974, p. 372).

Una cultura es el conjunto, mas o menos organizado y coherente, de los modos de vida de un grupo humano, entendiendo por modos de vida, a las técnicas de usos, producción y comportamiento (Abbagnano 1987, p. 11). La cultura, también es el conjunto de las facultades y habilidades no puramente instintivas de que dispone un grupo de hombres para mantenerse vivo individual y colectivamente (Abbagnano 1987, p. 11).

El carácter más general y fundamental de una cultura es que debe ser aprendida y transmitida de alguna forma, ya que sin su cultura, un grupo humano no puede sobrevivir (a menos que asuma otra cultura más o igualmente eficaz); por lo tanto, es en interés del grupo que dicha cultura no se disperse ni se olvide, sino que se transmita de las generaciones adultas a las más jóvenes a fin de que éstas se vuelvan igualmente hábiles para manejar los instrumentos culturales y hagan así posible que continúe la vida del grupo (Abbagnano 1987, p. 11).

En el contexto anterior, la educación, es la transmisión y aprendizaje de la cultura de un grupo humano de una generación a otra, a partir de la cual las nuevas generaciones adquieren la habilidad necesaria para manejar las técnicas que condicionan la supervivencia del grupo (Abbagnano 1987, p. 11-12; Abbagnano 1974, p. 372).

La función y relevancia de la educación estriba en que permite la supervivencia de cualquier grupo humano, así como la formación y el desarrollo de la persona humana individualmente, dado que sin educación, o sin transmisión de la cultura, un grupo no se puede conservar, ni los individuos que a él pertenecen pueden alcanzar una condición que pudiera calificarse de humana; por ello todos los grupos humanos tratan de reforzar en sus miembros la conciencia de la importancia, el valor y la indispensabilidad de las técnicas culturales, de comportamiento, así como las técnicas de uso y de producción de los objetos; así como la importancia de su transmisibilidad de generación en generación (Abbagnano 1987, p. 12-13).

En el caso de las sociedades civilizadas o secundarias (es decir aquéllas cuya cultura está abierta, en alguna medida, a las innovaciones y rectificaciones y posee instrumentos aptos para hacerles frente, comprenderlas y utilizarlas), la educación se enfrenta a un doble función: El primero, es el de conservar y transmitir en los individuos en la forma más eficaz posible, los elementos culturales reconocidos como válidos e indispensables para la vida y supervivencia de cualquier grupo humano; y el segundo, es el de formar en los individuos la capacidad de renovar, corregir y perfeccionar continuamente dichas técnicas o elementos culturales de manera de volverlos propios para hacer frente a situaciones naturales o humanas nuevas o en mutación (Abbagnano 1987, p. 14; Abbagnano 1974, p. 373).

En un contexto actual, Ramos (2005, p. 4) señala que la educación (referida no a su expresión en el marco de la familia, de las relaciones sociales del individuo o de la influencia de los medios de comunicación masiva, sino al proceso concientemente realizado y responsable y sustentadamente encargado por la sociedad a la escuela y ejecutado fundamentalmente por el maestro en su salón de clases), puede entender como la actividad orientada, a través del proceso de enseñanza - aprendizaje, a transmitir y asimilar activamente los conocimientos fundamentales acumulados por la humanidad; a formar las habilidades, hábitos, competencias y valores imprescindibles para que el individuo pueda enfrentar adecuadamente la solución de los problemas que la vida le planteará; y a modelar las capacidades y la conducta del hombre para su inserción activa y eficaz en la sociedad y la convivencia armónica con sus semejantes; mediante la organización pedagógica de un sistema de contenidos, métodos y medios estructurados en planes y programas de estudio, en el marco institucional de la escuela; todo ello orientado al logro de los objetivos formativos e instructivos propuestos.

2. Filosofía y Filosofía de la educación.

Desde la antigüedad clásica, las tareas de conservar y renovar la cultura, fueron abordadas en forma racional y conciente por la Filosofía. En griego “filosofía” significa “amor por el saber”, y ya la etimología sugiere no solamente la idea de una preocupación por conservar el saber constituido, sino también, y sobre todo, de un esfuerzo intencional por renovarlo y ampliarlo (Abbagnano 1987, p. 14).

La filosofía también es concebida como teoría sobre: el ser en general; el conocimiento y su proceso; el pensamiento y sus formas; la sociedad y el hombre; la conducta moral del individuo; la belleza y sus modos de existencia; o como una disciplina científica referida a concebir y caracterizar la complejidad de la “actividad humana”, entendiendo por “actividad humana”, aquel modo específicamente humano mediante el cual el hombre existe y se vincula con los objetos y procesos que le rodean, a los cuales transforma en el curso de la misma, lo que le permite a su vez modificarse a sí mismo y edificar el propio sistema de relaciones sociales en el que desenvuelve su vida (Ramos 2005, p. 3).

En este sentido Ramos (2005, p. 3) señala que “la naturaleza del conocimiento filosófico puede ser adecuadamente entendida a partir de comprender a la misma como una teoría universal de la actividad humana, esto es, como una disciplina científica que estudia las regularidades esenciales universales de la activa interrelación tanto material e ideal como objetiva y subjetiva del hombre con el mundo natural y social. Así entendida la Filosofía conlleva el reconocimiento de que su región de análisis es la reflexión acerca de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano desde la perspectiva de la activa relación del hombre con la realidad; que su objeto de estudio se encuentra conformado por el análisis de la universalidad de la interrelación humana con el mundo en su doble determinación material e ideal a la vez que objetiva y subjetiva; que al asumir el enfoque teórico de la actividad humana se integra coherentemente lo sustancial y lo funcional en el análisis; que su método es la dialéctica materialista entendida como instrumento de y para la actividad del hombre;

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