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Discurso de Pericles

KarlitabutterflyEnsayo26 de Octubre de 2015

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VI

 Veían la riqueza como una oportunidad de realizar algo y no un motivo de mostrar soberbia; y en cuanto a la pobreza se dice que no hay motivo de vergüenza en reconocerla, si no, que hay que esforzarse para evitarla. Les dice a su pueblo que ellos eran los únicos que veían como inútil, en ves de  una persona tranquila, a quien no participaba en las tareas de la comunidad.

Pericles veía a su ciudad como un pueblo libre y distinto a la mayoría de todos los hombres, ya que su ciudad prestaba beneficios y era si como se hacían los grandes amigos, ya que el que prestaba un beneficio hacia un gran lazo de amistad, ya que, alimentaban la deuda de gratitud de quien lo recibía. En cambio, decía que el que recibía favores, era mas de desafecto y no se hacían merecedores de gratitud, si no que tan solo estaban pagando una deuda.

VII

 Veían a su ciudad en conjunto como una norma para toda Grecia y que tan solo un hombre de su ciudad bastaba para enfrentar las mas diversas situaciones y que lo hacia con gracia y con una gran destreza y que el poderío que había alcanzado su ciudad se debía al poderío de los hombres antes mencionados  y que su ciudad era la única ciudad que puesta a prueba supera su reputación y aceptaba con resignación.

El poderío de su ciudad era manifiesto para todos y estaba más que probado. No eran motivo de admiración solo para las personas que vivían en su ciudad si no, para todos los que habían de venir después, y cada hombre que quedase en ella tenía que resguardarla.

VIII

 Honraba  a los hombres y los veía como excelencias, hombres con virtud y valor. Cualidades que no se podían afirmar de todos los griegos. Veía la muerte de estos hombres como la primera señal de valentía y todos aquellos que obraron mal en su vida, con su muerte borraban todo lo malo que hubiesen hecho en su vida, ya que,  se les iba  a ser recordados por su valor, debido  a que ninguno de estos hombre los ablando el seguir viviendo con riqueza ni huir de su pobreza, si no, que se motivaron a vengarse de los enemigos de su ciudad. Y que al morir estaban mas en la cumbre de la fortuna, que en la cumbre del temor.

IX

 Los hombres que murieron estuvieron a la altura de la ciudad y era deber de quienes habían sobrevivido tomar su ejemplo y resolver los siguientes problemas de la cuidad de una manera no  inferior a ellos, reflexionando del servicio que prestaban a su ciudad.

Tomado en cuenta que la tumba de los grandes hombres es la tierra de su ciudad y que en el extranjero viviría su recuerdo por las palabras dadas a los hombres, y que quedaran en cada espíritu de quienes los escucharon.

Incitaba a los hombres de su ciudad a imitarlos viendo a la felicidad como libertad y a libertad en valentía, sin inquietarse por los peligros de la guerra, porque para un hombre que se apreciaba a si mismo ser cobarde era mas penoso que morir animosamente y compartiendo una esperanza.

X

 Consolaba a los padres de los muertos diciendo que poseían una gran fortuna por entregar a  hombres tan nobles, que los entendía por que eran sus hijos y que muchas veces se acordarían al ver a otros gozando de la felicidad que ellos ya no tenían, por que el hombre no experimenta tristeza cuando se le priva de los bienes que aun no ha probado, si no que cuando se les arrebatan de los que esta acostumbrado. Les aconsejaba saber sobrellevar esa situación y que los hijos que tuviesen en un futuro, los ayudaría  apartar el dolor de los hijos que habían perdido y que para su ciudad estos nacimientos serian sumamente provechosos ya que no solo no permitirá que se despueble, si no, que la hará mas segura.

Decía que los ancianos tenían la ganancia de haber vivido felices la mayor parte de su vida y que se consolaran con la fama alcanzada por sus hijos y que lo único que no envejecía era el amor a la gloria

XI

 Les hablaba a su ciudad y del desafío que tenían por delante, porque solo aquel que ya no existe suele concertar el elogio de todos. Les decía a sus viudas que tomaran en cuenta sus propias virtudes para salir adelante y les dio un breve consejo: “grande será su gloria, si no desmerecen su condición natural de mujeres y que si conseguían que su nombre anduviese lo menos posible en la boca de los hombres, ni para bien ni para mal”

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