EL ARTE DE LA GUERRA

Licenciatura en Administración de Empresas

Asignatura

Introducción al Aprendizaje Basado en Proyectos

Docente

Lic. Cruz Alberto Martínez Marroquín

Trabajo

Ensayo: El Arte de La Guerra

Estudiante

Grado y Grupo

1 “A”

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. A 02 de Octubre de 2014

Prólogo

Este libro sugiere que estrategias tener en cuenta al comienzo, durante el proceso y al finalizar una guerra, sólo con el objetivo de ser el vencedor.

Es muy grande la similitud entre el mundo de la guerra y el de los negocios, por lo que en muchas circunstancias, no cabe la menor duda de que algunas estrategias o técnicas de la guerra, pueden ser aplicadas a los negocios, empresas, la vida personal y en el estudio.

Las personas son las que luchan y por ende las que ganan o pierden las batallas, y la persona más importante en ellas es el general, y en caso personal es uno mismo.

Sun Tzu dice que un general puede ganar o perder la batalla, antes de que ésta se inicie.

Por esa misma razón es de vital importancia tener una estrategia bien definida, y ubicarse en una posición en la que no va a ser derrotado, de igual manera en el trabajo uno sabe según su posición si puede o no escalar en la empresa.

Índice

Introducción Página 5

Capítulo I Página 6

Capítulo II Página 8

Capítulo III Página 10

Capítulo IV Página 13

Capítulo V Página 15

Capítulo VI Página 17

Capítulo VII Página 20

Capítulo VIII Página 22

Capítulo IX Página 23

Capítulo X Página 25

Capítulo XI Página 27

Capítulo XII Página 29

Capítulo XIII Página 30

Conclusión Página 31

Introducción

Aunque el General Sun Tzu vivió en el siglo V antes de Cristo, sus consejos aún siguen vigentes.

Esta obra no es únicamente un libro de prácticas militares, sino más bien un tratado que nos enseña la estrategia suprema de cómo podemos aplicar con sabiduría el conocimiento de la naturaleza humana en momentos de confrontación.

En pocas palabras, es una obra para comprender las raíces de un conflicto y de esa manera buscar una solución.

En la actualidad, esta filosofía se ha aplicado a fines militares, de negocios, deportes, diplomacia e incluso en el comportamiento personal.

Capítulo I Sobre la evaluación

Sun Tzu dice: La guerra es de vital importancia para el estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del imperio: es forzoso manejarla bien.

La guerra se estructura en cinco factores fundamentales los cuales deben tomarse en cuenta para determinar el resultado de la guerra.

1. La doctrina hace que el pueblo este en completa armonía con su gobernante de esa manera lo seguirán hacia donde el valla sin cuestionarlo y sin que teman por sus vidas.

2. El tiempo es decir el día y la noche, el frio y el calor, días despejados o lluviosos y el cambio de las estaciones.

3. El terreno las distancias da entender a donde es fácil o difícil desplazarse, y si es campo abierto o estrecho, ya que de esta manera puede determinarse las posibilidades de supervivencia.

4. El mando dentro de las cualidades indispensables que debe poseer son: sabiduría, sinceridad, benevolencia y coraje.

5. La disciplina esta tiene que ver con la organización del ejército, las graduaciones y rangos de los oficiales, las rutas de suministro y la provisión de material

Todo general debe estar estrechamente relacionado con estos cinco factores, ya que si logra dominarlos vencerá, y si los ignora será derrotado.

El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto cuando esté preparado para atacar debe aparentar que está incapacitado o que no está preparado; Si está cerca del enemigo debe hacerle creer que se encuentra lejos, y si está lejos debe hacerle creer que está cerca. También si nota que las tropas enemigas están agrupadas, tendrá que desordenarlas, sembrando la disensión entre ellos y de esa manera poder atacar al enemigo cuando no esté preparado es decir cuando este vulnerable.

Capítulo II Sobre la iniciación de las acciones

Aunque uno este ganando la batalla, debe estar al tanto de otros factores por ejemplo si la batalla se alarga por mucho tiempo, las tropas se desanimaran y se cansaran.

El peligro en sí de que las tropas estén cansadas y agotadas y con pocos suministros es que hasta dentro del propio ejército puede haber quien se rebele aprovechándose de la condición débil de las tropas y aunque al parecer se fuera ganando será lo contrario pues si surge una sublevación dentro de las tropas quedaran divididas y como es obvio un reino o gobierno no puede estar firmemente establecido sobre los demás si en el mismo hay divisiones. Es por eso que el General Sun Tzu dice: Nunca es beneficioso para un país dejar que una operación militar se prolongue por mucho tiempo.

Los que utilizan los medios militares con pericia no activan a sus tropas dos veces, ni proporcionan alimentos tres veces, con un mismo objetivo.

Esto da a entender que todo general sabio evita hacer que sus tropas se cansen y desgasten innecesariamente movilizándolos sin razón alguna después de alcanzar la victoria.

Otro punto muy importante para mí es el siguiente: se debe recompensar solo a quien se lo merezca o se lo haya ganado por tomar la iniciativa o por ser proactivo, ya que si queremos recompensar a todos no alcanzara o puede que alcance pero que sea insignificante mejor sería dar unas cuantas recompensas pero valiosas, aquí debería aplicarse el dicho calidad y no cantidad de ese modo aquellos que sean recompensados y vean que es valioso pues se esforzaran al máximo y los demás pues si quieren alguna recompensa por ende tendrán que esforzarse para alcanzar su recompensa ya que se darán cuenta que en realidad es valiosa.

Tratar bien a los soldados capturados es otro principio muy útil ya que si se gana el favor de ellos indudablemente en un enfrentamiento posterior ellos podrán luchar para ti. Y tal como dice Sun Tzu: Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas.

Capítulo III Sobre las preposiciones de la victoria y la derrota

Es mejor conservar a un enemigo intacto que destruirlo. Si se captura a los soldados y se les conquista se podrá dominar a sus jefes o generales, ya que ellos son una parte muy valiosa dentro de la tropa u organización.

Practica las artes marciales, calcula la fuerza de tus adversarios, haz que pierdan su ánimo y dirección, de manera que aunque el ejército enemigo esté intacto sea inservible: esto es ganar sin violencia.

Este principio da a entender que si el ejército enemigo causa destrucción, desolación y mata y asalta a cuanto soldado o general pueda está ganando pero por uso de la fuerza pero esa “victoria” por así decirlo será hueca y sin sentido. Ya que los mejores estrategas son los que hacen que su oponente se rinda ante ellos sin que tengan que luchar.

Un emperador dijo que la peor táctica es atacar una ciudad. Asediar o acorralar a una ciudad solo se lleva a cabo como último recurso. Además nunca se debe atacar con cólera ni con prisas ya que como dice un antiguo proverbio: “Los planes del diligente propenden seguro a ventaja, pero todo el que es apresurado se encamina de seguro a la carencia”. Más importante aún seria planear con discreción y sabiduría para a la hora de ejecutar el plan se obtengan buenos resultados, o al menos los esperados.

Por eso en vez de confrontar cara a cara al enemigo por así decirlo un sabio general puede optar por vencer a otras fuerzas contrarias sin batalla, deshaciendo los planes del enemigo tal vez estropeando alianzas, cortándole los suministros o víveres sin necesidad de luchar.

La regla de la utilización de la fuerza es la siguiente: Si tus fuerzas son diez veces superiores a las del adversario, rodéalo; si son cinco veces superiores, atácalo; si son dos veces superiores, divídelo; si tus fuerzas son iguales en número, lucha si te es posible; si tus fuerzas son inferiores, mantente continuamente en guardia, pues el más pequeño fallo te acarrearía las peores consecuencias.

Es por esa razón que antes de atacar se debe analizar todos los detalles, por decir si mi ejercito aunque es menor está preparado y sereno podrá derrocar a un ejército mucho más grande pero inseguro o desmoralizado. Pero si fuera lo contrario pues lo más prudente seria retirarme y buscar una salida. De no hacerlo así sería aniquilado pues bien dice el dicho: Si no puedes ser fuerte, pero tampoco sabes ser débil, serás derrotado.

Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganaras otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla.

Esto me da a entender que debo de estar al tanto de todos los factores antes de tomar una decisión tan importante como la guerra, pues aquel general que no lo hiciera confundiría a sus tropas con órdenes vacilantes. Pero si él conocía

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