EL DIÁLOGO COMO HERRAMIENTA FUNDAMENTAL DEL ENCUENTRO EN MEDIO DE UNA CULTURA CRIMINAL

“EL DIÁLOGO COMO HERRAMIENTA FUNDAMENTAL DEL ENCUENTRO EN MEDIO DE UNA CULTURA CRIMINAL”

La magnánima literatura cristiana tiene muchos pasajes en la biblia donde se relata toda la estratagema del ser humano para hacer daño, para aniquilar al otro, así como claramente lo dice del rey grande, David, que se inventa y maquina muchos medios y maneras para acabar a su soldado Hitita Urías, el cual, era esposo de la mujer con la que éste había fornicado y cometido adulterio. El hombre se presenta así, como lo dice Hobbes en su libro El Leviatán siendo un lobo para el hombre. Un hombre que, si desea lo que el otro distinto a él desea, le ataca y le elimina con tal de obtener eso que desea, usando una filosofía maquiavélica donde se puede tomar todos los medios necesarios para lograr un fin buscado y profundamente deseado.

Mucho más a tras de ese relato del rey David, hallamos la historia de Caín y su hermano Abel, donde el primero de esos dos, llama al segundo y le invita a fuera para ejercer sobre su hermano, lo que ya en su ser había dado por hecho, matarle, matarle porque la envidia que llevaba dentro lo segó al punto que no quiso ver o no pudo visionar otra salida. Poseído por la histeria, que inhibe la libertad, Caín, arrebata bajo crimen, la vida de su hermano.

En situaciones de guerra, los seres humanos han demostrado ser capaces de realizar tremendas atrocidades contra sus semejantes. A continuación, algunas historias de horror de las dos guerras mundiales que nos avergüenzan como especie, y digo que nos avergüenzan porque no se logra comprender cómo es posible que una sociedad que había conocido a Hegel, Kant y muchos otros grandes de la historia de ese entonces tan ilustrada, tan llena de saber se mata de esa manera como animales irracionales y llevados por meros instintos. Así podemos encontrar en nuestro terrible pasado la Fábrica de bebés nazis: Hitler creía en la superioridad de la raza aria, por lo que ideó un plan para poblar el mundo de bebés rubios y de ojos celestes: el plan Lebensborn. Cuando los soldados nazis ocuparon Polonia fueron instigados a mezclarse con las mujeres locales; sus hijos fueron luego secuestrados y entregados a padres “arios”. Polonia afirma que 200.000 bebés fueron secuestrados en el programa Lebensborn. La partera asesina: durante la Primera Guerra Mundial, casi todos los hombres de ciudad húngara de Nagyrev fueron reclutados. Al mismo tiempo, el pueblo se llenó de campamentos para prisioneros de guerra aliados, que las mujeres de Nagyrev tomaron como amantes. Cuando sus maridos volvieron, con sus pretensiones y maltratos, Julia Fazekas, la comadrona del pueblo, le suministró arsénico a sus clientas. Años después, treinta y ocho mujeres fueron detenidas como sospechosas. Ocho de ellas fueron sentenciadas a muerte y siete a prisión perpetua. Se calcula que unas 300 personas murieron envenenadas.  También podemos hacer reconstrucción del pasado y llegar a las Orejas y cráneos como trofeos: durante la Segunda Guerra Mundial, miembros del ejército estadounidense llevaban consigo trozos de los cuerpos de japoneses muertos, como trofeos. Orejas, dientes y cráneos fueron utilizados como ornamento en las casas de los soldados de los Estados Unidos. Estos sin duda roban, atracan, matan y secuestran a todo mundo, ¡qué plaga!

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