Ensayo De Epistemología
nayelichang22 de Junio de 2014
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EL NUEVO PARADIGMA DELA COMPLEJIDAD Y LA EDUCACIÓN:
UNA MIRADA HISTÓRICA.
Taile Gómez Francisco
¿Cómo se concibe el nuevo paradigma de la complejidad educativa?
Primeramente es importante mencionar que los paradigmas son cambiantes, se vuelven obsoletos cuando surge otra situación, que debe satisfacer necesidades de lo que se vive en ese momento; pero en base a lo anterior me cuestiono lo siguiente: ¿Realmente hay un nuevo paradigma educativo en nuestro país? ¿Estamos revolucionando históricamente? ¿Estamos satisfaciendo las necesidades sociales, económicas y educativas? ¿La reforma educativa ayuda a los problemas sociales que hoy en día nos aquejan? ¿Es objetiva?
Para responder estas interrogantes es importante mencionar que la educación es base de toda transformación primeramente del ser y posteriormente de la sociedad donde se desenvuelve.
Para comenzar hay que analizar los planes y programas educativos; para mi punto de vista no son tan objetivos ya que no están basadas en estudios realizados de nuestra sociedad; por otra parte los lineamientos no se pueden estandarizar para todos por igual, ya que somos un país pluricultural con diferentes necesidades que satisfacer; entre ellas el desarrollo del ser, la comunicación y los avances tecnológicos; más explícitamente no es lo mismo enseñar y orientar a alumnos de la sierra que viven en el campo con todas las carencias que esto implica, a los niños de la ciudad que tienen otra forma de vida y de percibir su entorno social, que tienen a su alcance tecnologías para su formación académica, pero también están viviendo una distorsión social ya que faltan valores sociales y gracias a los avances tecnológicos se está perdiendo la interacción y la convivencia entre los seres humanos.
Por otra parte las instituciones educativas no están estructuradas para satisfacer las necesidades educativas, ni el espacio para llevar a cabo la didáctica requerida para desarrollar las actividades que se marcan en cada plan de trabajo, ni mucho menos para que los alumnos exploten todas sus capacidades y competencias; y con ello construyan su propio aprendizaje.
También es importante reflexionar; qué estamos haciendo nosotros los docentes para cambiar este panorama, cómo nos estamos preparando para recibir estos cambios tan complejos que estamos viviendo en la vida social y que se ven reflejadas en nuestros pupilos.
Tenemos una gran responsabilidad ante la sociedad, la cual debemos responderle y transformarla de tal manera que se satisfagan las necesidades educativas que nos atañen. Tendremos que realizar una autovaloración de nuestra formación docente y de nuestra práctica, y cómo este está impactando a nuestros educandos y por consiguiente a la sociedad; ¿realmente estamos haciendo que nuestros alumnos sean competentes? ¿les estamos dando las herramientas necesarias para resolver los desafíos que se les presenten?, creo que debemos resolver y valorar estos dos cuestionamientos y cambiar acciones tradicionales que hoy en día ya no funcionan; como por ejemplo: ser un profesor conductista que solo demos conocimientos y que no permitamos que el alumno cuestione e indague, ya no se debe ser autoritarios y sembrar en ellos el temor; más bien debemos ser orientadores y facilitadores, ayudar que el alumno construya su propio conocimiento, que se atreva a resolver los desafíos de su vida cotidiana; pero no hay que perder de vista la parte humana, que no son objetos sino seres que están experimentando y se encuentran en proceso formativo social (valores) y académico.
Hay que recordar que debemos enseñarles a movilizar y dirigir los siguientes componentes: conocimientos, habilidades, actitudes y valores para llegar a los objetivos concretos los cuáles son; el saber, el saber hacer o el saber ser.
Para hacer que nuestros niños y
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