FILOSOFIA PARA NIÑOS

ARTICULO DE REVISTA

Creación del Programa Filosofía para Niños

Mattewh Lipman (1922-2010) era maestro de lógica en la Universidad de Columbia en Nueva York durante los disturbios estudiantiles de 1968. Se sorprendió al comprobar que los estudiantes, aunque tenían una postura con la cual él simpatizaba, no eran capaces de argumentar a favor de ella y por tanto recurrían a la violencia para alcanzar la consolidación de las libertades.

Matthew Lipman reflexionó sobre el por qué esos chicos que eran sus alumnos, reprobaban sistemáticamente su clase de lógica y no eran capaces de argumentar adecuadamente estando en la universidad.

Si pensar era tan natural como respirar, se dedicó a estructurar un modelo educativo para ayudar a que los niños piensen por sí mismos, concibió la educación como un proceso libre donde el educador es un guía que indaga y crece junto a los educandos, vio a la filosofía como el camino para reafirmar la identidad personal en relación armoniosa con la sociedad, creyó en la comunicación mediante el diálogo libre para alcanzar la paz y la tolerancia y promovió el pensamiento multidireccional.

El caso de México

La docente de posgrado de la Universidad Iberoamericana, María Teresa de la Garza Camino, ha aplicado este modelo en escuelas públicas y privadas de México después de su experiencia en New Jersey, “al regreso empezamos a trabajar con la SEP con un proyecto de dos años, con niños de sexto grado, los resultados se entregaron, hubo avances en pensamiento crítico, matemática, comprensión de lectura y expresión oral. Pero al cambiar las autoridades educativas ya no se pudo trabajar más con la SEP, entonces empezamos a trabajar con escuelas privadas”.

En el Distrito Federal resulta complicado implementar un Programa de Filosofía para Niños porque cada escuela ofrece diversidad de estrategias, “prefieren dar clases de inglés, enseñar computación, ‘creatividad’ o lo que está de moda, la gente ya no le da importancia a la filosofía para niños”, asegura.

Mientras que “en el Estado de México sí tenemos trabajo fuerte en escuelas públicas. Alrededor de mil 500 maestros se han formados y alrededor de 6 mil 500 alumnos han recibido esta orientación educativa”, revela.

Desde 1993 se cuenta con una Federación Mexicana de Filosofía para Niños y en los centros afiliados se crean nuevos materiales, se da capacitación a profesores y padres de familia. Aclara que sólo los filósofos pueden ser capacitadores. El centro más grande se encuentra en Guadalajara, seguido por escuelas modelo en San Cristóbal de las Casas, Veracruz, Estado de México, Querétaro, León, Torreón y Monterrey, también en Aguascalientes, aunque, comenta que todavía no se tiene un centro formal.

Educación, lenguaje y tipos de pensamiento

La investigadora de la Universidad Iberoamericana, Teresa de la Garza rememora, “porque el lenguaje y el pensamiento están vinculados, por lo tanto cuando inicia el lenguaje debe iniciar la educación. Los primeros programas que tenemos son para niños de 3 años. El otro día los pequeñitos estaban discutiendo si las muñecas eran reales o no y daban sus argumentos de por qué sí son reales y por qué no. Una niña decía: ‘sí es real, porque cuando yo la cargo y me veo en el espejo ella también se ve en el espejo reflejada’”.

La filosofía para niños busca desarrollar tres tipos de pensamiento: el crítico para que los niños logren analizar su entorno a través de la formulación de juicios adecuados, el creativo que tiene relación con la búsqueda de soluciones imaginativas, alternativas o novedosas y el valorativo sobre la apreciación de los conceptos morales como estéticos.

Narraciones extraordinarias

El programa de filosofía para niños de Matthew Lipman tiene una base narrativa. Nueve manuales con sus respectivas novelas, más libros teóricos de fundamentación, “son cuentos y novelas filosóficas que narran historias que tienen que ver con niños, que discuten con adultos, maestros o padres, acerca de problemas que ellos van encontrando en su existencia cotidiana como son el tiempo, el espacio, la justicia, la libertad o la belleza”, refiere.

La novela fundacional de la filosofía para niños se titula El descubrimiento de Harry Stottlemeier. Escrita por Matthew Lipman. En el contexto mexicano los filósofos crearon el compendio de cuentos Historias para pensar juntos, en donde la filosofía occidental se enfrenta a la filosofía indígena, representada por niños que dialogan entre sí y comparan ideas. “Tanto los niños mestizos como niños indígenas se enteran de que hay diferentes cosmovisiones y concepciones del mundo y que hay que discutir sobre ellas, porque no necesariamente una es correcta y otra falsa, sino que hay puntos de unión y de enriquecimiento mutuo”.

Según datos de la doctora Teresa de la Garza Camino se están preparando cuentos para niños indígenas en versión

...