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Filosofia Antropologica


Enviado por   •  26 de Diciembre de 2014  •  2.044 Palabras (9 Páginas)  •  234 Visitas

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Platón afirma que el alma consta de tres “partes” (entendiendo el término “parte, no como si el alma estuviese dividida en partes materiales, sino como “función” o “principio de acción”): racional, irascible y concupiscible. Estas tres partes están en conflicto entre sí y representan distintos aspectos de las actividades psicológicas del ser humano: la razón, las pasiones o sentimientos nobles y los apetitos o deseos, respectivamente.

Si teniendo sed, por ejemplo, nos negamos a beber, entonces tenemos un alma dividida: algo en nuestra mente nos empuja a beber y algo, al mismo tiempo, nos prohíbe hacerlo. En este caso, la parte racional o calculadora de la mente domina a la parte apetitiva o pasional. Pero, además, existe una tercera parte: el coraje o la ira, el valor o el tesón, esas afecciones de la mente no son ni apetitos ni razones: son sentimientos. Tenemos, pues, una misma alma con tres potencias o facultades: desear, querer y razonar.

a) Aspecto racional: cuya misión es el conocimiento, la ubica en la cabeza. Es la que diferencia al ser humano de los animales y es el aspecto más elevado e inmortal por estar emparentado con las Ideas. Es la parte que podemos considerar separable del cuerpo. Su virtud es la sabiduría (sofía), se rige por la razón y su función es el gobierno racional del cuerpo conforme a lo inteligible y perfecto: las Ideas. (En el mito del “carro alado” se corresponde con el auriga o conductor del carro).

La difícil relación de las operaciones del alma con el cuerpo se explica mediante las otras dos partes del alma, que no son separables del cuerpo: la irascible y la concupiscible, que parecen corresponderse más claramente con la concepción griega del alma como principio de vida o movimiento del cuerpo.

b) Aspecto irascible o emotivo: es común a los animales y, por no ser separable del cuerpo, es mortal. Su virtud es la fortaleza (andreía), se rige por el valor y en ella residen los impulsos nobles, los deseos de fama, honor y la rebelión ante lo injusto. Su función es la de impulsar a la acción, la de querer: permite que los seres humanos superen el dolor y renuncien a los placeres cuando la parte racional así lo decida. Platón la sitúa en el pecho - corazón - . (En el mito del “carro alado” se corresponde con el caballo blanco, el bueno o dócil que obedece las instrucciones del auriga).

c) Aspecto concupiscible: es, como el anterior, no separable del cuerpo y, por tanto, mortal. Su virtud es la templanza (sofrosine), es decir, la moderación de los placeres, se rige por el deseo y su función es la de manifestar todo aquello que desea el cuerpo. Platón la situó en el abdomen. (En el mito del “carro alado” se corresponde con el caballo negro, el malo o rebelde que, obedeciendo a sus propios impulsos, pone en peligro la estabilidad y equilibrio del mismo carro).

Concepción Unitaria.

Para entender mejor qué es el hombre, es necesario estudiar y comprender filosóficamente que el hombre es un ser entero y no fragmentario, pues el ser humano es un sólo ser y un sujeto. Entenderlo de una manera dualista es separar al ser humano. Es necesario superar el dualismo en la concepción del ser humano, de los cuales Platón y Descartes sobresalen dentro de las corrientes dualistas. Estas corrientes obstaculizan una visión integral del ser humano, pues consideran al alma y al cuerpo como sustancias opuestas que constituyen la realidad humana. De tal manera es ineludible una visión unitaria e integral del ser humano, para poder entender cabalmente lo qué el hombre es, pues es el hombre entero quien piensa, siente, sufre, se alegra, no se perfecciona un sólo elemento sino a todo el ser humano, así en él, el cuerpo y el alma actúan de manera inseparable. Para entender mejor al ser humano y su unidad, se estudiaran los diferentes niveles fundamentales del hombre, el nivel vital, el psíquico y el espiritual.

a) Nivel vital: El ser humano está insertado en el tronco de la vida, por esta situación está ligado a las demás especies mediante el sustrato biológico. Debido a este nivel, el hombre es una unidad como todo ser viviente, posee un dinamismo propio que lo independiza del medio y le permite controlarlo. Por medio de su vitalidad, demuestra su individualidad y su indivisión intrínseca.

b)Nivel psíquico: En este nivel, se refleja la unidad individual del hombre y la no posibilidad de transferencia y representa un modo especial de reacción, disposiciones, actitudes y vivencias, que muestran la liberación del estímulo, es decir que el hombre debido a este nivel principalmente (aunque sin desligarlo de los demás niveles), se separa del marco estímulo–respuesta, propio de los animales y ante un estímulo, el hombre ya no tiene una respuesta dada sino múltiples respuestas y esto es fruto principalmente de este nivel.

c) Nivel Espiritual: Existe una diferencia entre lo psíquico y lo espiritual: lo psíquico, es considerado como la actividad misma del organismo humano, como una unidad y substrato último presente en todos los estados del ser humano; en cambio el espíritu, no tiene un a definición propia, se expresa a través de actos, principalmente se manifiesta en la conciencia de sí, en la auto reflexión con apertura hacia los otros. Los rasgos principales de la espiritualidad son el conocimiento universal; la conciencia reflexiva; la prefijación de fines; comprensión de sentido; previsión del futuro; libertad; y la autodeterminación hacia un ser superior.

Unidad del ser Humano.

Al aproximarnos al ser humano para responder a su propia identidad no podemos sino mirarlo como una unidad: cuerpo, alma y espíritu. La persona humana es, “por su propia naturaleza, una unidad bio-psico-espiritual. Existe por lo tanto una íntima relación entre lo exterior y lo interior, de manera que lo exterior repercute en lo interior, y viceversa”.

La palabra “unidad” nos hace entender que el ser humano no es un compuesto, una suma de partes o elementos. No son tres naturalezas. Son tres dimensiones de una misma persona. Para comprender mejor esta unidad trial propia del ser humano, recordemos las palabras de San Pablo: «Que Él, el Dios de la paz, os santifique plenamente, y que todo vuestro ser, el espíritu, el alma, y el cuerpo, se conserve sin mancha hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo» (1Tes 5,23).

El hombre es, por su propia naturaleza, una unidad bio-psico-espiritual. Unidad integral de cuerpo, alma y espíritu en la que lo que sucede con cada una de las dimensiones repercute en las otras.

El hombre es un ser corporal, ésta es una realidad que se constata inmediatamente. Nuestro cuerpo tiene requerimientos físicos, necesidades vinculadas a esta dimensión, que no pueden ser desatendidas: respiración, alimento, bebida, abrigo y otras necesidades vinculadas al bienestar. La persona además de necesitar lo básico para sobrevivir requiere que su organismo mismo se desarrolle y viva en un ambiente adecuado para su expansión adecuada.

Es claro que lo biológico no explica todo lo que somos. Si seguimos avanzando en nuestra propia experiencia como personas, advertimos que nuestra relación con el mundo trasciende este nivel, así llegamos a descubrir que poseemos una dimensión psicológica. Esta dimensión tiene también sus propios requerimientos o necesidades, que el hombre experimenta como necesidades intelectuales (de saber, comprender, abarcar la realidad, etc.) y necesidades afectivas.

En ese sentido, podemos decir que en la dimensión del alma, o psico-afectiva, el hombre experimenta también una serie de necesidades que deben ser saciadas y que preceden, en orden de dignidad a las necesidades físicas.

Ninguna de estas dos dimensiones agota la realidad del ser humano sino que descubrimos algo más profundo e íntimo. Dicha realidad es la espiritual, que permanece como referencia continua de mi vida. Esta dimensión se expresa como huella de Dios en el ser humano, lo que se llama mismidad que consiste en el núcleo mismo del hombre. En dicha dimensión se encuentra la conciencia y la libertad humana, así como la apertura al encuentro, la capacidad de relacionarse con Dios, y la apertura al sentido de la existencia.

Un gran problema en la actualidad es el reduccionismo; esto significa que al tratar de entendernos a nosotros mismos tendemos a tomar una parte de lo que vemos y convertirla en la explicación global. De manera que podemos decir que el hombre no es solamente sus sentimientos o emociones, como tampoco es solamente su cuerpo, o sus roles o personajes, o pensamientos.

El ser humano es unidad y la dimensión espiritual es la más importante, pero no anula a las demás áreas sino que debe haber una jerarquía, de manera que sea lo espiritual lo que dirija y nutra la realidad corporal y psicológica. Quien pretenda la realización humana solo saciando las necesidades físicas o buscando el equilibrio psicológico sin la vida espiritual, permanecerá frustrado, incluso en el ámbito físico y psicológico.

Hoy en día el hombre contemporáneo es invitado a planificar su existencia como unidad: cuerpo, alma y espíritu. Se trata de vivir el señorío de sí mismo, trabajando porque sus tres dimensiones apunten armónicamente a la santidad en la vida cotidiana.

Significado Humano del Cuerpo.

El cuerpo como presencia.

En las relaciones es sobre todo la presencia la que las determina, la presencia se refiere exclusivamente a humanos y no a objetos que estos son simplemente materia inerte, su caracteriza es el presente cronológico, el hombre vive y pertenece en el género humano. Su ausencia fundamental es la muerte y se encuentra

El cuerpo como expresión.

El cuerpo es el campo expresivo de la persona, el lugar de las posibilidades concretas. El hombre se realiza comunicándose y expresándose en la visibilidad del cuerpo, necesita relacionarse por medio de expresiones con los demás, ya que necesita un medio de comunicación para poder expresarse, por eso este se realiza en un mundo visible en que la comunicación y expresión son bases de la vida. El cuerpo como lenguaje.

El cuerpo se expresa necesariamente en algún lenguaje aunque sea el silencio, esto lleva al hombre a su necesidad de expresarse, existe un lenguaje en todo, en expresión, facial, con un mirada con los labios o incluso como decía el mismo silencio nos comunica un sentimiento o un pensamiento no es necesario comunicarlo con palabras, una simple sonrisa nos transmite o muestra felicidad como una lagrima que es la expresión perfecta de un hombre de su tristeza, el lenguaje tiene una matriz común: la desnudez del rostro, en el rostro los ojos expresan un lenguaje particular, la boca tiene una función particular de comunicación, la risa y el llanto son dos formas originales de expresión, también está la expresión motora: como la danza desde tiempos arcaicos que expresa un sentimiento en particular o una celebración hasta nuestros días. El vestido y la desnudez pertenece también al orden del lenguaje: El vestido puede señalar protección, indicación de función social, estado de ánimo.

El cuerpo como principio de instrumentalidad.

Es el principio de dominio, el hombre tiene dominio sobre las cosas naturales y puede intervenir para transformarlas para su beneficio figura como la expresión más visible y concreta de su condición activa y dinámica de la corpocidad humana en el mundo, el cuerpo en si es un principio de instrumentalidad, el dominio instrumental del mundo no puede simplificarse, no trata de sola y únicamente de la fuerza muscular. El dominio del ...

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