La Enseñanza De La Filosofía Como Problema Filosófico

Alejandro Cerletti es Profesor y Doctor en Filosofía, docente e investigador de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), en las que tiene a su cargo los cursos de Didáctica Especial en Filosofía. Es director de los proyectos de investigación “Programa para el mejoramiento de la enseñanza de la filosofía” (UBA) y “Condiciones y posibilidades de la enseñanza de la filosofía, el caso del conurbano bonaerense” (UNGS). Ha publicado libros, capítulos de libros y artículos en revistas del país y del exterior, sobre temas de enseñanza de la filosofía, y sobre política y filosofía de la educación. A continuación trataremos de hacer una reseña de su libro “La enseñanza de la filosofía como problema filosófico”, publicado en el año 2008.

Por su parte, Alejandro Cerletti empieza su libro con la pregunta ¿Qué es enseñar filosofía? Por su parte, la filosofía se apoya en formular preguntas y buscar respuestas. Cerletti dice que, “…La enseñanza de la filosofía es la construcción subjetiva, apoyada en una serie de elementos objetivos y coyunturales…”1, en donde “… se prende el lugar de partida (…) sea lo que el otro sabe y piensa…”2, porque “… enseñar filosofía es dar un lugar al otro…”3. La propuesta de enseñanza es el que enseña debe de ser un filósofo, interviniendo filosóficamente, por lo que la filosofía y el filosofar van de la mano. El objetivo de la propuesta es enseñar a filosofar, ya que Cerletti considera que, filosofar es la actitud insistente de la pregunta que ayuda a desnaturalizar lo obvio, lo dado, el mundo donde estamos inmersos, todo lo que tomemos como normal, habitual. Por eso explica que la importancia de la enseñanza de la filosofía radica, más en el desarrollo del pensamiento crítico, en la “radicalidad de su interrogante”, es decir, que rompe con los esquemas predeterminados y socialmente aceptados.

1. CERLETTI, Alejandro., La enseñanza de la filosofía como problema filosófico, Buenos Aires, Libros el Zorzal, 2002, Pág. 10.

2. CERLETTI, Alejandro., La enseñanza de la filosofía como problema filosófico, Buenos Aires, Libros el Zorzal, 2002, Pág. 81.

3. CERLETTI, Alejandro., La enseñanza de la filosofía como problema filosófico, Buenos Aires, Libros el Zorzal, 2002, Pág. 82.

El filosofar es aquel que hace suya la problemática en cuestión, que internalice la pregunta filosófica. Se busca que el alumno se atreva a filosofar por sí mismo. Por otro lado, la búsqueda de recursos para la enseñanza de la filosofía, para que se produzca la transmisión. Teniendo en cuenta para qué se enseña y en nombre de qué se enseña; qué se entiende por enseñar filosofía, de cómo se enseña y qué se va a enseñar; uno va construyendo su propio objetivo al momento de enseñar filosofía. Cerletti propone una revisión a partir de los supuestos para la enseñanza de la filosofía y el problema del docente al enseñar filosofía, bajando los contenidos a las problemáticas actuales, cómo se vincula con la historia de la filosofía con los problemas que puedan surgir en el aula. Se trata de pensar e intervenir en las prácticas sociales.

Por eso, si quisiéramos pensar el sentido de enseñar filosofía, nos encontraríamos, desde ya, con el imposible de su máxima expresión. Una salida posible podría consistir en reproducir las afirmaciones de una autoridad, la UNESCO, por ejemplo, “enfatizó la importancia de la enseñanza de la filosofía como base de la enseñanza de las ciencias, por su papel en la formación del ciudadano y por constituir el núcleo de una formación cultural y humanística”4. Podríamos decir también, que “hoy por hoy (…) ante la complejidad de los problemas que enfrentan las sociedades contemporáneas (…) se impone con urgencia la enseñanza de la filosofía como una enseñanza de una radical actitud crítica”5. Si bien ambas afirmaciones responden a la pregunta por el sentido de enseñar filosofía, no creemos que impliquen una respuesta satisfactoria. La pregunta por el sentido de la filosofía, y a su vez, si quisiéramos desarrollar un poco más el panorama que Kohan ha logrado plantear, se estaría en la raíz de un imposible filosófico. Buscar un sentido para la enseñanza de la filosofía, nos obligaría a romper nuestra relación de ignorancia con el saber y nos obligaría a asumir un saber positivo. El sentido, el para qué implica una función, una meta, un fin, en definitiva, un saber positivo. Cabe aclarar, que la intención de Cerletti no es ahogarse en las aguas de la sospecha y abstenerse de formular cualquier respuesta, lo que intenta hacer es llamar la atención sobre las importantísimas implicancias que acarrea la pregunta por el sentido de enseñar filosofía.

4. CERLETTI, Alejandro., La enseñanza de la filosofía como problema filosófico, Buenos Aires, Libros el Zorzal, 2002, Pág. 13.

5. CERLETTI, Alejandro., La enseñanza de la filosofía como problema filosófico, Buenos Aires, Libros el Zorzal, 2002, Pág. 13.

Si hay un sentido de enseñar filosofía, este no puede ser otro que el buscar; Kohan lo plantea como “una búsqueda de sentido y el modo de realizarla es la interrogación de sí y de los otros”6. Hablamos en este caso de un buscar imposible, hablamos del buscar ese “por qué” y “para qué” que quizás jamás se presentará. Sin embargo en ese camino del buscar, es inevitable encontrarse con sentidos parciales u ocasionales que puedan variar de un momento a otro, como mejor lo explica Cerletti “considerar que puede significa una ayuda para el buen vivir; o asumir que sirva para fundamentar la vida ciudadana o que encarne una critica radical al orden establecido”7.

Podríamos concluir, que Cerletti en su libro, lo que no intenta decir es que aquello que determine el sentido del enseñar filosofía, no está determinado de antemano por que la propia vida no lo está; la vida, la historia, la filosofía, etc., no están encerrados. Sino que, hay que asumir a la enseñanza de la filosofía como una cierta espontaneidad, como una historia de vida y, en consecuencia, como un universo abierto y en permanente construcción. Esto no significa, sin embargo que Cerletti no sostenga sentido alguno para la enseñanza de la filosofía, sino más bien

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