Lideres Y Educadores

I. LA TRANSFORMACIÓN INTEGRAL

En el siglo XX se produjo el fracaso que brindaban las soluciones que prometían los dioses de la ciencia y la técnica, en donde ubicaban al hombre en segundo término y no como fin de los sistemas políticos esto se dio por el capitalismo y el liberalismo porque han mostrado su incapacidad para resolver los problemas de creciente desigualdad, pobreza extrema y falta de solidaridad humana. Todo esto causaría más daños para la humanidad en el año 2025 ya que para esa época habrá una población de 6800 millones de personas las que tendrían graves problemas de aceleración de la economía incremento de desempleo, todo esto a su vez causaría enormes problemas de vivienda, salud educación, transporte público, crecimiento del crimen y otro fracasos.

Las instituciones de nuestros países se están derrumbando. La corrupción y la falta de solidaridad se han apoderado de las fuerzas del orden, demasiado débiles para hacer frente a la delincuencia organizada; la economía del narcotráfico ya no respeta fronteras y está resquebrajando la seguridad social, económica y política de las naciones latinoamericanas.

El sistema educativo la base para construir el futuro ha fracasado con su misión primordial: la formación integral de los ciudadanos ya sean profesionales, técnicos comerciantes, empresarios funcionarios públicos o amas de casa.

La derrota de los sistemas educativos tiene su origen en la carencia de una visión integral del ser humano en sus dimensiones física, emocional, mental, espiritual, moral, intelectual y social.

El sistema educativo a dado por hecho que los alumnos del preescolar, primaria y secundaria, ya tienen desarrolladas sus habilidades básicas, personales y sociales y sus actitudes vitales como el autoconcepto, la seguridad personal, la autoestima y el compromiso de superación continúan. Da por sentado que posee valores éticos definidos. Ignora la importancia de desarrollar las capacidad de comunicación, dialogo, negociación y trabajo en equipo, habilidades y actitudes indispensables para el alumno que habrá de enfrentar en las esferas personal, familiar y laboral.

Los sistemas educativos en los países en vías de desarrollo acentúan las limitaciones de los paradigmas tradicionales de formación docente. Una de estas limitaciones es el interés de los maestros es acumular puntos escalafonarios para obtener promociones y aumentos de salarios, aunque en el aula no se reflejen los resultados de estas capacitaciones, pues los maestros no consiguen un cambio significativo.

II. BACE DE LA TRANSFORMACION

LA EDUCACION: GARANTIA DEL FUTURO

Con la educación podemos garantizar un futuro mejor para nuestro país, ya que la educación se debe enfocar en la formación esencial y a inculcar los valores fundamentales que garanticen la realización personal y familiar, así como la construcción de comunidades solidarias y la transformación del mundo por medio del trabajo. Es importante recalcar los valores en este caso, la ética es la base de los códigos de conducta que crean las condiciones de convivencia humana y social. La conducta ética crea los vínculos entre las personas, busca fortalecer las reglas de convivencia, del respeto propio, la individualidad, la solidaridad, la superación, el amor al trabajo y la búsqueda de la perfección.

Esta transformación solo puede darse en este mundo, como es hoy, mediante la educación, y solo la pueden llevar a cabo los sistemas educativos. Los maestros deben emprender un proceso de revaloración y `profesionalización como gremio para recuperar su verdadera vocación y trascendencia social como líderes y agentes de cambio.

La formación ética cobra hoy día prioridades si entendemos su sentido profundo, es la base de los códigos de conducta que le crean las condiciones de convivencia humana y social. La ética es la base de la vida común de la civilización y de su supervivencia humana.

Los maestros requieren construir en lo individual y como grupo el sistema de valores trascendentales que sirva de base a la vocación magisterial de todos los tiempos. Afortunadamente hay muchos docentes que aprecian su vocación con la misma seriedad de los maestros que recordamos de años pasados, que consideraban que su tarea consiste en convertirse en hombres y mujeres llenos de vitalidad y fuerza para lograr que las nuevas generaciones tengan la oportunidad de ver la luz con la cual soñó Platón en la caverna, es decir construir la utopía y los más altos ideales humanistas.

Educar significa respetar la individualidad, la congruencia personal, la autenticidad, educar significa desarrollar el amor por lo propio, el compromiso por la paz y en última instancia, el amor por la vida.

III. TENDENCIAS DE CAMBIO HACIA EL SIGLO XXI

El mañana llega cada vez con más premura. Hoy somos testigos de un cambio acelerado, profundo y general en todos los campos del quehacer humano.

Hoy los seres humanos vivimos en la época del siglo XXI en donde han surgido barios cambios, en los años anteriores vivíamos en una época diferente a la de hoy en donde la tierra era el valor más preciado. El que más tierras de buena calidad poseía tenía el poder, pero hoy en día las industrias y la tecnología han venido a facilitarnos el trabajo ya que en este caso ya no utilizamos fuerzas humanas.

En el nuevo sistema escolar se han difundido las nuevas teorías del desarrollo infantil y del adolescente, así como los nuevos conceptos del sobre el proceso de enseñanza aprendizaje. Los programas educativos se han diseñado tomando encuenta las etapas de maduración y de desarrollo de la inteligencia. La relación entre maestro y alumno también tiende a ser más amistosa, afectiva y promotora del crecimiento individual aunque falta mucho por hacer en este aspecto.

Hasta finales del siglo XIX era un mundo en el que los valores, la cultura, las costumbres, los ritos, las creencias y los conocimientos compartidos eran estables y daban una sensación de seguridad y permanencia.

Era el final de la época del cambio apenas perceptible, a no ser por las grandes catástrofes causadas por la guerra, la naturaleza o las enfermedades.

Las familias conservaban los conocimientos y las culturas tradicionales y los inculcaban a los hijos en un ambiente cerrado y protegido, la escuela era una prolongación de la vida y de los valores familiares.

La era industrial se caracterizo por la organización del trabajo alrededor de las líneas de producción en serie. Cada empleado tenia perfectamente definido su puesto y sus funciones especifica.

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