Los Centros Educativos son el eje principal para el aprendizaje cognitivo de los niños y niñas.

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Introducción

Los Centros Educativos son el eje principal para el aprendizaje cognitivo de los niños y niñas.

Con el paso del tiempo éstos se han caracterizado por la diversidad de los estudiantes, y hoy en día están constituidos por grupos más heterogéneos, ofreciendo una gama en su composición cultural, étnica, lingüística, social, de género y capacidad.

Todos estos cambios tienen el objetivo de brindar a todos sus estudiantes una educación adecuada y las mismas oportunidades  de ser personas productivas para la sociedad.

Ainscow (2001) lo expresa claramente cuando señala:

“Para que el compromiso con la inclusión pueda transformarse en acción, ésta debe impregnar todos los aspectos de la vida escolar. En otras palabras, no se debe concebir como una tarea aparte coordinada por una persona o grupo específico. Más bien, debe situarse en el corazón mismo de todo el trabajo de la escuela, siendo elemento esencial de la planificación del desarrollo y llevado a cabo por todos los que tienen responsabilidad en el liderazgo y en la gestión escolar” (pag2)

La diversidad y la inclusión, son metas propuestas a alcanzar, con gran compromiso, no solo de los centros educativos sino de toda la comunidad en general.

Debe ser una acción totalmente coordinada, donde se planifique adecuadamente los objetivos a los que se pretende llegar.

Por medio de este trabajo se expondrá   que toda persona tiene el derecho a sentirse seguro, con sentido de pertenencia a un grupo, apoyado por sus pares y satisfecho de ver cubiertas sus necesidades, tanto económicas como físicas o cognitivas.  

Para poder hablar sobre la importancia de la educación en el ser humano, primero, hay que definir su significado.

La educación es la acción y efecto de educar, formar, instruir. Es el conocimiento de las costumbres y buenos modales de la sociedad (Larousse, diccionario de la lengua española p.226).

Por otro lado creemos que la educación es un conjunto de conocimientos que se van adquiriendo a lo largo de la vida, un proceso del cual se puede sacar provecho constantemente pues es dinámico, está en constante transformación debido a que el hombre es un ser que evoluciona.

El aprendizaje es un acto inacabado, siempre será así pues el ser humano continúa aprendiendo hasta su muerte; las posibilidades de adquirir conocimiento se amplían con el paso de los años, especialmente si las demandas sociales han expuesto al individuo a una constante interacción con el medio y los demás.

Cabe destacar y  tomar en cuenta que cada persona interpreta o percibe el saber de una forma particular, única y por ello sus conceptos no necesariamente son apreciados de la misma manera.

Para el ser humano educarse no solo es un derecho universal sino una necesidad.

El sistema educativo costarricense a través de los años ha procurado evolucionar en el servicio que brinda a los estudiantes. Entre los objetivos primordiales se encuentra  el desenvolvimiento de los discentes en sociedad, brindando las herramientas que les permita el desarrollo pleno de sus destrezas y habilidades. De esta forma se promueve la diversidad y la educación inclusiva.

Si bien es cierto la voluntad de erradicar estereotipos es más evidente en la actualidad, es oportuno  aclarar estos  algunos conceptos, que en muchas ocasiones tienden a confundirse, no sólo en la comunidad sino también en el gremio educativo.

Según ULVARI-SOLNER Y THOUSAND (1995)   “El éxito de cualquier cambio descansa siempre en el coraje y la determinación de los educadores”.

Sin lugar a dudas, la responsabilidad que recae en los docentes sobre la enseñanza-aprendizaje de sus estudiantes es muchas veces sobrecargada, pero es irrefutable que el responsable directo del éxito inclusivo compromete a programas educativos, padres de familia y la sociedad en general. Todo ser humano desde que nace es encarrilado hacia un cumplimiento de derechos y deberes, con el fin de alcanzar una mejor forma de vida, que incluye cambios importantes y significativos.

Estas reglas traen múltiples inconvenientes cuando notamos las diferencias innatas propias de cada ser humano sean de tipo físico o psicológico, que no son escogidas pero que marcan de por vida a quienes conviven con ellas. Es aquí donde en consecuencia de la  intolerancia surge la discriminación y junto a ella  expresiones incorrectas que lastiman la integridad de cualquier persona.

Como seres razonables, regidos de valores y pregoneros de principios cristianos, lo importante debe ser el cambio de actitudes y más aún ejercer la solidaridad con nuevas prácticas educativas que inserten el pensamiento de pluralidad y la multiculturalidad.

Lo anterior evidencia la necesidad de implementar escuelas para todos, sin importar las características individuales. 

Así lo dijo claramente María Montessori: “…Nadie puede ser libre a menos que sea independiente; por lo tanto, las primeras manifestaciones activas de libertad individual del niño deben ser guiadas de tal manera que a través de esa actividad el niño pueda estar en condiciones para llegar a la independencia”.

Para mí criterio el concepto diversidad demanda el desarrollo de un carácter dinámico, abierto y de igualdad, ya que, a veces es solo cuestión de  comunicación, tiempo y motivación, no necesariamente la falta de aprendizaje indica  una discapacidad.

No debemos olvidar el origen social, familiar y cultural pues influyen en el comportamiento de cada persona, así como si los estudiantes muestran alguna discapacidad del estudiante, pues de ello depende una respuesta eficaz a la necesidad educativa que presenta. 

Otro elemento característico de los líderes eficaces en contextos heterogéneos es su énfasis en promover un sentido de comunidad entre todos los miembros de la escuela: estudiantes, docentes y familias. Las comunidades profesionales de aprendizaje estimulan el desarrollo de capacidades pedagógicas de los docentes, refuerzan la coherencia del programa de estudios y aumentan el sentido de responsabilidad sobre el aprendizaje de los estudiantes. (pp180)

 Es necesario reconocer que en la diversidad el respeto a los principios de igualdad son pisoteados y pasados por alto, impidiendo el desarrollo de un mismo ambiente educativo para toda la comunidad estudiantil.      

Las minorías culturales y étnicas no son tomadas en cuenta a la hora del planeamiento curricular, ni tampoco en las actitudes de los profesores hacia los estilos de vida de dichos elementos, lo que dificulta el proceso de aprendizaje.

Lamentablemente los prejuicios contribuyen y amplían la desigualdad educativa, solo el pluralismo democrático, la tolerancia y la aceptación de las diferencias, podrán promover el desarrollo y la madurez de cada sujeto.

Los estudiantes con proyecciones a un riesgo de fracaso son los que conviven con la pobreza, sin vivienda, con una estimulación escasa, sin relación con la escuela y siendo quizás familias inmigrantes. Todos estos aspectos son casi un parámetro para el bajo rendimiento escolar, la baja autoestima, la falta de participación, el rechazo de la escuela, las ausencias, el abandono y para completar problemas de conducta y delincuencia. Debe existir una interrelación entre la clase social, la familia, la educación y el individuo.

En el proceso de aprender  juegan un papel fundamental, los sentimientos y las capacidades afectivas, así como la interacción entre profesor y estudiante pues según sea el vínculo que se forme así será la calidad y el alcance de objetivos educativos.

Las experiencias de aprendizaje son importantísimas para el desarrollo de cada persona, ante su capacidad y naturaleza. Hoy se debe aplaudir  en la educación costarricense  la apertura, que aunque lenta a nuevos cambios avanza y un ejemplo de ello es  la incorporación del método “aprender haciendo”, ya que desarrolla la parte visual y motora con la estimulación y dedicación de quien lo dirige; siempre y cuando la atención sea oportuna. 

Carecer en la actualidad de educación es sinónimo de mutilar, enmudecer, entorpecer la sana relación que debe existir entre hombre y su entorno; pues si un niño pequeño tiene curiosidad por aprender a interpretar un mundo de simbolismos o jeroglíficos que comunican un mensaje, no imagino la vida de un adulto aislado de las letras, que es el portal a un universo de saber.

Pero la educación no se aprende solo en la escuela, esta es uno de los medios, ya que es en la casa, en la familia, en las calles donde se adquiere todo tipo de conocimiento.

De aquí la enorme importancia que tiene fomentar las buenas relaciones familiares pues esto contribuye a cimentar las bases que podamos dejar a las generaciones venideras con el propósito firme de transmitir con sensatez la percepción de lo que creemos valioso para educar no únicamente en lo que se refiere al aspectos académicos sino dándole la importancia tan significativa que tienen los valores, lamentablemente cada día más escasos en la sociedad.

Los valores de convivencia humana son fundamentales en cada nación, apreciar la dignidad del cada ser, promover la fraternidad, la tolerancia, el respeto por las diferentes etnias y culturas, la libertad del desarrollo ético, que debe existir en cada individuo y por su puesto desarrollarse en un ambiente de paz. Temas como los mencionados deben ser parte del proyecto educativo de un país

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