Maestro y discípulo

Maestro y discípulo

Sócrates (470-399 a.C.) fue un filósofo griego fundador de la filosofía moral.

Nacido en Atenas, era hijo de un escultor y una comadrona en la que se inspiró para crear su método de ‘’dar a luz a las ideas’’.Recibió una educación tradicional y más tarde se familiarizó con la dialéctica y retórica de los Sofistas. Llevaba una vida austera y sobria ya que contaba con escasos recursos económicos. Sócrates supo rodearse de los personajes más influyentes del momento, y pasaba la mayor parte del tiempo en los mercados y plazas iniciando diálogos y discusiones con todo aquel que quisiera escucharle, puesto que para él la discusión estaba por encima de la escritura.

Era obediente con las leyes de Atenas y evitaba la política, por lo que el llamaba una advertencia divina. Murió en un juicio público condenado por el Tribunal de los Quinientos. Todo lo que se sabe acerca de su manera de pensar y su personalidad se extrae de los trabajos de uno de sus discípulos más notables:

Platón (428-347ac) hijo de una familia de aristócratas recibió la educación propia de un joven ateniense bien situado, necesaria para dedicarse de lleno a la vida política, como correspondía a alguien de su posición. A la edad de veinte años conoció al que consideraba su maestro

-Sócrates-quedando admirado por su personalidad y su discurso pero al morir este, Platón abandonó Atenas y empezó a viajar y conocer mundo. A su vuelta a Atenas fundó la ‘Academia’, una especie de universidad que se basaba en capacitar a los jóvenes y convertirlos en grandes hombres. Aunque Platón no era matemático, tenía las matemáticas en muy alta estima y su lema era "que nadie entre aquí que no sepa matemáticas" .Tras varios viajes continuó sus actividades en la Academia, siendo ganado progresivamente por la decepción y el pesimismo, lo que se refleja en sus últimas obras, hasta su muerte.

Atenas en el Sv. ac

Era la principal ciudad de la Antigua Grecia y su democracia constituía una de las formas de gobierno más perfectas de la Antigüedad Clásica; estando muy ligada a guerras. Atenas es envidiada por su constitución, modelo de los demás y no imitadora. Son los tiempos equilibrados en que del poder participan todos los ciudadanos independiente de las condiciones económicas de cada uno a través de la Asamblea que se encargaba del poder legislativo, así como de las diversas materias de política exterior . La ciudad contaba también con instituciones como el Areópago y los tribunales de Justicia.. La existencia de este sistema democrático, implicaba que los extranjeros o los esclavos se ocuparan de las actividades económicas y del mantenimiento de la población, para que los ciudadanos pudieran atender los asuntos políticos.

Las artes y la filosofía destacan de forma importante en este momento puesto que Atenas se convirtió en el principal foco de cultura en Grecia. Pero más tarde, en los años centrales de la vida de Sócrates hubo una ruptura del hombre con la ciudad, donde las gentes perdían el respeto a lo divino y lo humano, y la vida humana misma no merecía respeto; por lo que la ciudad sufrió una decadencia.

Diálogos de Platón

Cada diálogo trata de un tema concreto y todos los diálogos juntos, vienen a tratar la práctica totalidad de los principales problemas filosóficos que puedan planteársenos a cualquier ser humano. Sus diálogos se dividen en cuatro etapas de su vida:

Diálogos de juventud (Apología, Critón), diálogos de transición (Gorgias, Menon;) diálogos de madurez(El banquete ,Felón) y diálogos de vejez(Parménides, Sofista). Esos primeros diálogos o diálogos de juventud están plenamente influidos por Sócrates que es el protagonista de la ‘Apología’ y ‘Critón’ y el que razona.

Apología de Sócrates

Sócrates está ante el tribunal defendiéndose de las acusaciones de sus enemigos, y para defenderse desenmascara con hechos a sus acusadores. Primero quiere librarse de los más antiguos que le acusan de ser un entrometido, estudiando meteorología y geología; y hacer de una cosa débil la más fuerte; por lo que explica lo ocurrido con el Oráculo de Delfos que le puso como el hombre más sabio de todos. Cuando Sócrates conoció esa opinión, reflexionó y partió en una misión para resolver el misterio y llegó a la conclusión de que ni los políticos, ni los poetas, ni los artesanos eran los más sabios por lo que ganó enemistades que eran los que le estaban acusando. Para defenderse de su segunda acusación de corromper a la juventud y no creer en los dioses, interroga a Meletos haciendo que se contradiga y dejándole en ridículo delante de toda la asamblea. Sócrates no se arrepiente en ningún momento de su misión al servicio del dios y tampoco implora compasión porque confía plenamente en la verdad para ganar el veredicto. Tras conocer la condena que le han puesto, Sócrates propone un castigo diferente pero la asamblea decide finalmente condenarle a muerte. Se despide de sus acusadores a los que les predice que les caerá un castigo pero que no está enfadado con ellos; de sus amigos se despide diciéndoles que si su voz interior no advirtió de nada malo será porque la muerte no es una desgracia y para concluir se despide de todos pidiéndoles que si sus hijos buscan riquezas antes que la virtud, o presumen de ser algo se les reproche y se les castigue, igual que hizo él.

Sus acusadores

Los que presentan cargos contra él y le llevan ante el tribunal son Meletos, Anitos y Licón, los acusadores oficiales de Sócrates, como él mismo dice: -’’Meletos en representación de los resentidos poetas; Anitos, en defensa de los artesanos y políticos ,y Licón ,en pro de los oradores’’ (24a)

Sócrates advierte que‘’dos son los tipos de acusadores con los que debo enfrentarme: unos, los más antiguos y otros, los que me han acusado recientemente’’(18d) ,los más antiguos le dicen que-‘’Sócrates es culpable porque se mete donde no le importa, investigando en los cielos y bajo la tierra. Practica hacer fuerte el argumento más débil e induce a muchos otros para que actúen como él’’(19b) y los segundos le culpan’’ de corromper a la juventud, de no reconocer a los dioses de la ciudad ,y por el contrario, sostiene extrañas creencias y nuevas divinidades’’(24c)

Su misión

Sócrates a lo largo de toda la apología defiende su trabajo y no tiene miedo a los posibles riesgos de muerte si sus acciones son honradas. Su misión que le ha sido asignada por un dios

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