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PRESENCIA JUDÍA EN LA FILOSOFÍA


Enviado por   •  10 de Enero de 2014  •  7.887 Palabras (32 Páginas)  •  222 Visitas

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PRESENCIA JUDÍA EN LA FILOSOFÍA

Intentar describir la intervención de los judíos en el desarrollo de la filosofía es una tarea mayúscula. Quizá no tanto por su participación en la formación de escuelas filosóficas, lo que al parecer no constituyó un objetivo de su quehacer, sino por la cantidad de ellos que hicieron de esta disciplina o ciencia, si se la quiere así llamar, una preocupación central de sus vidas.

Si bien la mayoría tiene como elemento inspirador o como tema de análisis aspectos de la religión o de la teología, no puede hablarse de la existencia de una Filosofía Judaica. Sin embargo, se denomina Filosofía Judía a los intentos que los judíos de diferentes épocas hicieron en orden a armonizar los postulados de su fe religiosa con las corrientes filosóficas prevalecientes en el entorno. Simultáneamente en no pocos casos, desde el terreno religioso más conservador, surgieron fuertes oposiciones a estas actividades.

Los orígenes de esta filosofía Judía se remonta a la aparición de los primeros Profetas Bíblicos, si bien los expertos hablan de un pensamiento pre-filosófico reconociendo la posición pionera de los pensadores helenísticos. Posteriormente, aparece un mirar más evolucionado en, por ejemplo, el Libro de Job y en el Libro de la Sabiduría de Salomón.

El aporte judío al debate filosófico es un fenómeno que no debe sorprender. Por el contrario, la motivación e incluso exigencia permanente al estudio e interpretación de las sagradas escrituras y a la búsqueda de la sabiduría, que no otra cosa es la filosofía, tan inherente al ser judío, tenía necesariamente que traducirse en una producción abundante de teorías, visiones, proposiciones, etc., debidamente sostenidas con argumentos de variada índole, tanto de la fe como de la razón.

Un ejemplo inigualable de esta condición es la elaboración del Talmud que, además de constituir un monumento a la dialéctica, condensa el aporte de cientos de jajamin que durante tantos siglos vaciaron ahí parte de sus pensamientos. Otros ejemplos de obras igualmente trascendentes y reveladoras de las reflexiones de nuestros sabios son La Cábala y los múltiples escritos de los jasídicos , que representan grandes expresiones del misticismo hebreo. Desgraciadamente, las innumerables persecuciones que sufrieron los judíos en el transcurso de su historia conllevó, muchas veces la destrucción de sus escritos; por lo que nunca sabremos cuanto hemos, nosotros y la humanidad toda, perdido en esta materia.

En cualquier caso, este trabajo no pretende ahondar en el contenido de la obra desarrollada por los filósofos judíos, cuestión que escapa a los tiempos y espacios disponibles y por sobre todo a la capacidad y conocimiento de este compilador que, en estricta justicia, debería hacer figurar entre comillas( " " ) la casi totalidad de este artículo, por provenir de transcripciones de diferentes autores.

Por lo expuesto nos limitaremos a tratar de establecer la presencia de algunos de ellos en el pensamiento filosófico de todas las épocas, dejando para tratar con algo más de detenimiento en otra oprtundad a tres de ellos: Maimónides, Spinoza y Buber.

Recordemos que se enseña que el comienzo de la filosofía se ubica en Grecia hacia el siglo VI a.e.c., no obstante que hay testimonios anteriores de un pensamiento filosófico arcaico de la India, Egipto y Mesopotamia.

La primera escuela sería la de Mileto y su fundador Tales (630-546 a.e.c.). Luego seguirían Pitágoras (580-500 a.e.c.) y posteriomente Heráclito de Efeso (550-480 a.e.c.) y Parménides (540-470 a.e.c.). Otros pensadores de este período son: Zenón, Empédocles, Anaxágoras, Protágoras y Gorgias. A continuación aparecen Sócrates(470-399 a.e.c.), Leucipo y Demócrito, Platón (428-347 a.e.c.) y Aristóteles (384-322 a.e.c.).

Naturalmente, con posterioridad surgen otros filósofos dentro de la cultura griega, pero los nombrados integran posiblemente lo más clásico del pensamiento de dicha cultura.

Cuando la cultura indoeuropea (griegos y romanos) domina el mundo se hacen evidentes las diferencias con el judaísmo, aunque se influyen mutuamente. Veamos algunas de esas diferencias.

Indoeuropeos (griegos y romanos) Judíos

Politeístas. Monoteístas.

Zeus, hecho a imagen del ser humano, es el D’s supremo que mantiene el orden. Es D’s el que crea a los hombres y elige a su pueblo.

Pintan imágenes y tallan esculturas de sus D’ses. Tienen prohibidas imágenes y esculturas.

El mundo es eterno sin principio ni fin. El mundo es creado, tiene principio y tendrá fin.

Visión cíclica del tiempo, un tiempo infinito, como una rueda o ciclo cuyos momentos se repiten. Visión lineal del tiempo, que es finito. En esta visión histórica del tiempo hay momentos privilegiados.

Una antropología que habla de la transmigración de las almas. Una antropología que habla del ser humano global, no sólo de las almas.

A menudo la materia es vista negativamente. La materia forma parte del Universo, que es intrínsecamente bueno, ya que es obra de D’s.

La procreación no es enaltecida. La procreación es un deber sagrado.

Indicaremos a continuación autores judíos que se destacaron en este quehacer, dejando constancia que algunos estudiosos señalan ya al pensamiento profético como el inicio de la manifestación judía en esta materia. Para mantener un cierto ordenamiento los citaremos de acuerdo con la secuencia histórica.

*Filón de Alejandría. (-25 a 50 e.c.)

Se distingue por su intento de conciliar la Torá con el pensamiento filosófico griego, especialmente el platónico. Es pionero en el intento de conciliar la esfera del conocimiento con la de las creencias. Sostiene que el mundo ha sido formado por dos factores: D's, un ente completamente espiritual que es causa y origen de todo y una materia primordial creada por El. D's se comunica con sus criaturas por intermedio de fuerzas que emanan de El (logos).

Con Filón culmina lo que puede llamarse la Filosofía Judeo-Helenística, que se inicia hacia el siglo II a.e.c. entre los judíos greco parlantes de la diáspora, principalmente en el Egipto de los Ptolomeos. Cabe señalar que a este grupo pertenecían los que tradujeron la Biblia al griego en la versión conocida como "Septuaginta".

Por casi nueve siglos, desde Filón hasta Saadia,

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