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PROBLEMA DEL HOMBRE


Enviado por   •  11 de Octubre de 2012  •  10.576 Palabras (43 Páginas)  •  917 Visitas

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CAPÍTULO I

EL HOMBRE

1.1 ANTECEDENTES SOBRE EL ORIGEN DEL HOMBRE:

Desde que el hombre en la prehistoria es consciente de su existencia, hasta nuestros días, es lógico pensar que no ha vivido ninguna generación humana que no se haya cuestionado pública o privadamente, sobre los orígenes, existencia, naturaleza y “vida” del hombre, o mejor dicho, de los hombres. Por tal motivo nos remontamos hasta esos tiempos para poder explicarles un poco sobre estos pensamientos:

1.1.1 Época Griega:

Lo original del pensamiento griego en el siglo VI a. de J.C. consiste en que una serie de pensadores van a intentar explicar el mundo (incluyendo seres vivos, objetos e ideas) prescindiendo de las fuerzas divinas a las que recurren las explicaciones míticas. De esta manera van a surgir las primeras explicaciones científicas, racionales, que si bien un tanto ingenuas en este momento, van a poner los cimientos de lo que hoy en día consideramos como ciencia Occidental.

Los griegos iniciaron la filosofía occidental, creyendo alguno de ellos que fueron los que descubrieron al hombre, ahora bien, el hombre para los griegos sólo es un ciudadano, porque fuera de la ciudad, pensaban, como Aristóteles, que el humano estaba entre animal y dios.

Este pensamiento griego liderado por Platón dio importancia a la razón, considerando al hombre el único ser capaz de adquirir ciencia fundada en razonamientos. Ahora cuando Platón habla del alma, aunque entiende este concepto a la manera tradicional del mundo griego, va a insistir sobre todo en el alma como principio del conocimiento racional. Desde este punto de vista y recogiendo opiniones de filósofos anteriores, va a partir de que el alma es eterna, y que es la causa de la capacidad de pensar que tiene el hombre.

La visión del hombre de Platón, va a ser una concepción dualista, por un lado se encuentra el alma (principio del conocimiento racional), y por otro lado el cuerpo que va a ser considerado como el receptáculo (la cárcel) del alma. Platón se enfrenta con dos hechos que son obvios, por un lado el hombre tiene un cuerpo, y por otro lado tiene una capacidad de pensamiento, que le permite alcanzar el conocimiento

La identificación del hombre con el alma o espíritu que reside en un cuerpo es adoptada también por una corriente del pensamiento occidental representada por San Agustín y Descartes.

Sin embargo, otra tradición filosófica apunta al hombre como un ser corpóreo. De acuerdo con esta concepción Aristóteles dice que el alma no es sino la forma primera de un cuerpo natural organizado, es decir, la “función” que realiza ese cuerpo que se encuadra dentro de la naturaleza.

Aunque Aristóteles precisó que existen tres cosas fundamentales: la naturaleza, el hábito y la razón, ésta última es lo que utiliza el hombre; a diferencia de los animales que sólo pueden ser naturaleza pura con alguna pequeña cantidad de hábitos.

El hombre es para Aristóteles un animal social y político y la forma más perfecta de sociedad es la ciudad. Según éste, el bien tiene dos vertientes, una individual, que se trata en la Ética, y otra comunitaria, objeto de la Política. El hombre como ser social y político por naturaleza, no podrá alcanzar ni la virtud, ni la felicidad, sino es dentro de la ciudad, de ahí la gran importancia de la política en la concepción aristotélica, por medio de la cual podría estudiarse la naturaleza de los hombres.

Otros griegos clásicos pensaban que la Tierra ocupaba el centro del cosmos y que el hombre era una síntesis del universo, ocupando su centro o parte más importante. Esta grandiosa visión no es compartida por todos los pensadores, ya que algunos entendieron que el universo se rige por leyes y causas mientras que el hombre es el resultado de una evolución y no un fin.

1.1.2 Edad Media y Renacimiento:

Durante la Edad Media, la vida y el pensamiento giraban en torno a Dios, La preocupación por el hombre y la naturaleza va a determinar el desarrollo del pensamiento renacentista en su doble vertiente. Dios, si bien sigue siendo necesario para explicar el mundo, pasa a un segundo plano, ocupando el hombre y la naturaleza el primer lugar. Si bien Dios crea al hombre y a la naturaleza, el hombre, utilizando la razón, puede conocer y explicar tanto a Dios como a la naturaleza. Humanismo y naturalismo definen el pensamiento renacentista.

1.1.3 Edad Moderna:

La filosofía moderna se caracteriza por bascular casi siempre en torno a dos posturas: El realismo, que es la postura que parte de una creencia básica: lo real es lo que existe independientemente del sujeto, es decir, lo que existe independientemente de que sea o no pensado por un intelecto, por una mente, y el idealismo, que es la postura contraria que considera que lo real lo es, precisamente, porque está presente a un sujeto.

En la Edad Moderna el hombre va a ocupar el lugar reservado a Dios (antropocentrismo). La Ilustración fue un movimiento cultural que se desarrolló en el Siglo XVIII, y que se corresponde con el ascenso de la burguesía. La razón, juega un papel importantísimo dentro del pensamiento Ilustrado. La razón es la que permite conocer y explicar no sólo el mundo físico, sino también la sociedad y el proceso histórico.

Descartes parte del convencimiento de que la razón humana es una, en el sentido de que es un instrumento que tiene la misma aplicación y el mismo funcionamiento en todos los hombres. De este modo, todas las ciencias no son más que diferentes aplicaciones de una razón única a distintos objetos.

Yo puedo dudar de todo, de que las cosas sean tal y como las muestran los sentidos, de que existan realmente cosas fuera de mí e, incluso de que mi propia razón funcione correctamente cuando piensa. Pero hay algo de lo que no puedo dudar y es de que yo dudo. Por tanto es evidente que yo dudo y, por tanto que yo pienso (Pensar, "cognitare", tiene en Descartes un significado amplio e incluye toda actividad mental). Tenemos pues una verdad indudable: "Yo pienso". Pero si yo pienso es necesario que yo exista puesto que para pensar es necesario existir. De este modo, en el propio acto de la duda encuentra Descartes la evidencia de su existencia y llega así a una verdad totalmente evidente e indudable: "PIENSO, LUEGO EXISTO"

Esta primera verdad servirá a Descartes como punto de partida, como cimiento a partir del cual poder construir deductivamente el edificio del conocimiento del hombre que era su proyecto originario.

Pero es en Kant

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