Parménides Y Russel. Apariencia Y Realidad

1) Poema de la naturaleza Parménides (540 AC – 470 AC)

Parménides nació en Elea, zona en ese momento colonia de Grecia, actualmente parte de Italia. Fue perteneciente por muchos años a la escuela de Pitágoras y abandonó esta corriente para formar la suya. Fue uno de los primeros en emplear el pensamiento lógico para acercarse a la verdad y de hablar del ser en su forma abstracta. Propone que para acercarse a la verdad hay que alejarse de la vía de opinión de los mortales, los cuales “nada saben y andan errantes”, hay que abandonar lo que los sentidos y la experiencia nos revelan, ya que no son más que una mera ilusión y conducen al engaño, y acudir al pensamiento lógico. Estos temas se tratan en el poema de la naturaleza.

El poema filosófico se presenta en versos. Incluye un proemio (introducción) con un acentuado carácter religioso y alegórico, en el que un Parménides joven invoca a una diosa para acceder a la verdad del conocimiento. Esta diosa es presentada por Parménides más como un oráculo, una guía, que como una figura divina en sí misma. A continuación la diosa presenta las dos vías de investigación: una que conduce al verdadero conocimiento y otra que simplemente nos aparte de él. La primera de ellas sería la vía de la verdad “aletheia”, único camino transitable que se logra a través de una ejercitación de la deducción lógica siempre mediante el uso de la razón y sin ayuda de los sentidos. Se introduce el concepto de Ser (ente). Luego presenta la segunda vía, de la opinión y de lo aparento “doxa”. Este camino que recorren los mortales se relaciona con el mundo de las apariencias, de los sentidos. También en esta sección la diosa le relata la idea central del texto de la no aceptación del “no-ser”. Por último se finaliza concluyendo, siempre de forma simbólica y alegórica, que para alcanzar el conocimiento sólo nos queda la vía de la verdad que se afirma a través de dos conceptos centrales que son la afirmación del “Ser” y la negación del “no-ser”.

Sumergiéndonos dentro de la sección que nos propone la vía de acceso a la verdad se presentan las características del Ser. Diferente a lo que proponían pensadores anteriores, Parménides alude al Ser como algo homogéneo, único, ordenado, eterno, inmutable, finito, limitado, que no admite multiplicidad de realidades. “No queda pues, permitido al SER el puro inacabamiento, ya que está claro que no carece de nada, porque de carecer de algo, carecería de todo.” Aquí se introduce lo que concibe Parménides como Ser, aludiendo a su carácter inengendrado ya que si el Ser surgiese de algo, esto significaría que existió algo antes y que este algo no es. Esto se explica mediante la idea de que todo aquello que no es, o que es previo al Ser no existe, ya que lo único que existe es el Ser, y si admitiera el no-ser según Parménides se entraría en una contradicción. Esto rompe rotundamente con el dualismo Ser – no-ser. Lo mismo pasaría si dijésemos que el Ser perece. De aquí su naturaleza de eterno. Y con el mismo criterio, se dice que el Ser es homogéneo, igual en todas sus partes, porque para que no lo sea sería necesario un no-ser que lo que impida, y el no-ser no existe. Y como es idéntico por todas partes, alcanza igualmente sus límites. Con estas ideas, el autor alude a que el Ser es y que el no-ser ni es y ni es pensable. “Es una y la misma cosa el pensar y aquello por lo que hay pensamiento”. Acá se introduce la idea de que el Ser es siempre pensable, de otra forma no se podría llegar a él.

En estos versos Parménides engloba su concepción del Ser, entendiéndolo como una unidad estable y permanente, una realidad corpórea, limitada, compacta, inmutable, indivisible, e inmóvil. A fin de cuentas, lo único que es real y verdadero. Nosotros hoy en día podemos interpretar estos conceptos por medio de los autores que toman estas ideas para la elaboración de teorías, interpretaciones y explicaciones del mundo como Sócrates, Platón, Aristóteles y llevando a la actualidad el Positivismo, las leyes generales y la metodología de investigación cuantitativa. Así entenderíamos al Ser como aquello que sigue

...