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Sentido, referencia y representación: la filosofía del lenguaje de G. Frege


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2013  •  7.246 Palabras (29 Páginas)  •  417 Visitas

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vUNIDAD 8

Sentido, referencia y representación: la filosofía del lenguaje de G. Frege

1. INTRODUCCION.

2. FREGE EN LA TRADICION FILOSOFICA

3. FUNCION Y OBJETO

4. SENTIDO Y REFERENCIA

5. TEORIA DEL SIGNIFICADO ORACIONAL

6. EL REALISMO DE FREGE

1. INTRODUCCION

Corno se ha repetido en innumerables ocasiones, Frege se encuentra en el origen de la lógica formal y de la moderna filosofía del lenguaje. A pesar de la falta de conocimiento (y reconocimiento) de su obra en su época, ejerció una influencia decisiva en la constitución de estas dos disciplinas, principalmente a través de la difusión de sus ideas por parte de B. Russell y L. Wittgenstein.

En cuanto a la lógica, fue propósito de Frege llevar a cabo la obra revolucionaria que situaría a la matemática sobre los fundamentos más sólidos. En cambio, se puede decir que su aportación a la filosofía contemporánea del lenguaje fue considerada por él como secundaria y circunstancial. Sus reflexiones sobre el lenguaje natural se encuentran dispersas en diferentes artículos, cuyo propósito principal no es tanto el de proponer una explicación de fenómenos lingüísticos concretos, como poner a prueba distinciones conceptuales de carácter básico, aplicables a cualesquiera sistemas semióticos (incluyendo los lenguajes lógicos).

En su sentido más general, la aportación de Frege a las teorías modernas sobre el lenguaje se puede caracterizar del modo siguiente: las teorías del lenguaje han de dar cuenta de la relación de éste con la realidad, y esto se puede hacer al margen del análisis del pensamiento. Como en todo cambio de perspectiva que induce una modificación sustancial en una disciplina, la modernidad de Frege no consiste sino en la recuperación de un viejo paradigma. A partir del siglo XVII, del «giro cartesiano», las reflexiones lingüísticas habían estado dominadas por una versión u otra del psicologismo. La relación semiótica había sido concebida como una relación mediata entre el lenguaje y la realidad. Los contenidos mentales (ideas, conceptos, interpretantes ...) constituían la condición necesaria de la significación, de la conexión entre la expresión lingüística y la realidad extralingüística. Frente a esta concepción, las teorías lingüísticas de Frege suponen un retorno a las ideas medievales y aristotélicas: el concepto mediador es desprovisto de su contenido psicológico, siendo objetivado, y, lo que es más importante, la lógica recupera el papel central en el análisis del lenguaje. A partir de Frege, el análisis formal del lenguaje va a constituir un instrumento privilegiado en las teorías filosóficas y lingüísticas más importantes del siglo XX. Es paradójico que tal preponderancia tenga su origen en la desconfianza hacia el propio lenguaje natural, pues Frege era de la firme opinión que dicha clase de lenguaje no constituía un instrumento analítico adecuado ni del pensamiento ni del razonamiento. Para estos menesteres, Frege comparó al lenguaje común con un ojo, mientras que la lógica, en su precisión, sería semejante a un microscopio. De ahí la necesidad de la Conceptografía, lenguaje formal ideado expresamente con un fin científico, el control de la validez de los razonamientos o inferencias. Tal Conceptografía no era concebida, como Frege subraya, como un sustituto del lenguaje natural, excepto para el fin específico para el que estaba ideada. Pero, aunque así fuera, en el propio Frege se encuentra expresada la esperanza de que tal tipo de lenguaje, aplicable en principio sólo al conocimiento matemático, pueda encontrar imitadores en otros ámbitos del conocimiento. La Conceptografía no abandonaba la pretensión de convertirse en un lenguaje universal para la expresión del conocimiento, sino que tan sólo se consideraba un paso en esa dirección. No renunciaba tampoco a probar su utilidad en otras actividades racionales en que fuera importante el razonamiento, como en el caso de la filosofía. Según Frege, «si es una tarea de la filosofía romper el dominio de la palabra sobre la mente humana al descubrir los engaños que sobre las relaciones de los conceptos surgen casi inevitablemente en el uso del lenguaje, al liberar al pensamiento de aquellos con que lo plaga la naturaleza de los medios lingüísticos de expresión, entonces mi conceptografía, más desarrollada para estos propósitos, podría ser un instrumento útil a los filósofos» (Conceptografía, Prólogo, pág. 10). En este sentido se puede considerar que Frege es heredero de una larga tradición de desconfianza hacia el lenguaje natural, tradición que se puede remontar hasta F. Bacon. De acuerdo con esta tradición, que Frege transmitió a buena parte de la filosofía del lenguaje de este siglo, el lenguaje común es irremediablemente vago e impreciso para la representación de la estructura de la realidad. La alternativa ante esta situación es, o bien la sustitución de tal lenguaje natural por instrumentos expresivos más adecuados (en particular, los lenguajes matemáticos), o bien el análisis conceptual de dicho lenguaje, que descubre la auténtica estructura oculta, de carácter lógico, de las expresiones lingüísticas. La regimentación lógica y el análisis formal serán a partir de Frege los instrumentos favoritos del filósofo del lenguaje para intentar resolver los tradicionales problemas semánticos.

2. FREGE EN LA TRADICIÓN FILOSÓFICA

Demasiado a menudo se ha presentado a Frege como un pensador genial, carente de precedentes en la historia de la filosofía o de la lingüística. Ya hemos indicado, sin embargo, el carácter general de su filiación filosófica, en cuanto a lo que se refiere a teorías semióticas. Existen además otros puntos en los que se puede ligar a Frege con la tradición filosófica pero, por lo que nos atañe, es preciso destacar dos, su crítica del kantismo y su opción por la tradición racionalista realista de Leibniz.

En cuanto a la primera, que consiste esencialmente en el rechazo de la concepción kantiana de la aritmética como ciencia sintética a priori y en una diferente forma de entender la oposición analítico/sintético, tiene una importante consecuencia en lo que se refiere a la teoría semántica que Frege propugnó. Para Kant, el concepto sin intuición, esto es, sin contenido psicológico (percepción elaborada ...), es vacío. En cambio, de acuerdo con Frege, los conceptos aritméticos, como el de número, son precisamente esa

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