ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Antecedentes del pensamiento social en Amèrica Latina


Enviado por   •  9 de Noviembre de 2015  •  Exámen  •  2.462 Palabras (10 Páginas)  •  413 Visitas

Página 1 de 10

Santiago Vera Mitzy Hadassa

Sociología Latinoamericana

Prof. Patricia San Pedro López

Examen primer parcial

13. Oct.2015

Antecedentes del pensamiento social en América Latina 1ra etapa. Los pensadores.

En el presente trabajo se busca revisar el pensamiento social crítico latinoamericano que contribuyó a aportes significativos en varios sentidos: ofrecieron innumerables categorías analíticas para pensar la realidad y mostraron la potencialidad de un tipo de reflexión que articuló una posible teoría y práctica, que estudió las realidades nacionales en perspectiva regional y mundial, que desafió las fronteras disciplinarias y que, nutriéndose del pensamiento científico europeo, pudo adaptarse a los distintos procesos de los países Latinoamericanos.

Para Simón Bolívar la idea de independencia y su seño liberal de igualdad, libertad y solidaridad nos permitiría lograr la búsqueda de la felicidad. Sin embargo en la “Carta de Jamaica” pone en cuestión nuestra cultura hibrida, la llegada del colonialismo español y la afectación que esta tuvo en nuestra cultura. Bolivar plantea un proyecto de unión Latinoamericano para la defensa y el progreso con la creación de una confederación, teniendo en mente el modelo propiamente americano cada estado con sus propias leyes, su propia organización pero con una unión para ciertos objetivos: para el desarrollo económico, para defenderse de enemigos externos, para crear una moneda en común, para fortalecer y crear estructuras, ideal de Bolívar; ya que de lo contrario podría suscitarse la división al extremo de los países ya que de ser a 4 estos pasan a dividirse en 21, con características distintas en cuanto a población, territorio y obviamente capacidades de defenderse del enemigo externo, territorios gigantes como Argentina, Brasil y Chile y a su vez países muy minúsculos como los Centroamericanos o los del Caribe,  ese es el temor para Bolívar en la carta de Jamaica. Una vez lograda la independencia quedaba la decisión de tomar un modelo adecuado para la forma de gobierno; la monarquía podría ser una solución temporal pero a mediano plazo Bolívar considera que la forma más conveniente es la república. Un ideal político muy importante que va a tener vigencia e todo el siglo XIX y parte del XX de lograr una unión Latinoamericana para una vez más conseguir el desarrollo económico.

El liberalismo es la ideología más importante de todos los pensadores, sin embargo se pueden encontrar diversas variantes; en un comienzo se puede definir al liberalismo clásico como a la ideología de la burguesía con el surgimiento del capitalismo, esta ideología va a reivindicar sobre todo la libertad de comercio sin la injerencia del estado, va a estar en contra de la monarquía, del poder absoluto, tratara de establecer formas de gobierno republicanas, democracia, derechos individuales, separación entre la iglesia y el estado, promueve la secularización de la sociedad, busca una educación más racional y acorde con la economía y el desarrollo capitalista, la especialización del estado en sus funciones, promueve el derecho de la propiedad privada, la formación de un mercado libre interno e internacional y la idea de la libre competencia. Sin embargo en cada país y en cada sociedad el liberalismo tendrá una propia variante e interpretación.

José María Luis Mora en “Discurso sobre la necesidad de fijar el derecho de la ciudadanía en la república y hacerlo esencialmente efecto a la propiedad” nos plante que en el caso mexicano, el liberalismo intentó adoptarse y adaptarse a las necesidades del país, existe una copia del liberalismo Norteamericano y Francés en la primera constitución Mexicana; sin embargo Mora considera que un liberalismo universal no podría funcionar en México, habría que adaptar a las necesidades ciertas leyes que aunque son liberales no tienen las condiciones sociales para aceptarse. Pudiendo así encontrar una identificación y análisis entre la ideología liberal y la realidad social. La realidad social es muy distinta a la sociedad europea y norteamericana, en México plantea Mora, se tiene una sociedad dividida, entre la minoría que “tienen”; a la mayoría que no poseen ni tierras ni educación. Bajo esas condiciones sociales es muy fácil comprar ideas y decisiones del pueblo, en el caso del voto por ejemplo, en donde llegan a los puestos de elección popular caudillos, personajes o líderes del ejército que en ese momento adquieren mucha influencia y que con poca preparación usan el poder únicamente para beneficio personal. Mora hace una propuesta para la creación de ciudadanos en una sociedad como la mexicana, en un país en donde la concentración de la tierra es muy fuerte, donde existe una gran cantidad de indígenas con una gran diversidad lingüística, con un alto nivel de analfabetismo, esto se presenta como una tarea muy larga para los liberales de ese momento, así que se presenta la propuesta de ligar ciudadanía y propiedad. Presentando así a la propiedad como una condición para que pueda existir independencia económica como garantía de que las personas participes en la toma de decisiones tengan el conocimiento adecuado, se suma a esto la educación el modo honesto de vivir y la conciencia cívica. De este modo Mora intenta adaptar el liberalismo a las condiciones de la realidad mexicana; puede así considerársele uno de los padres del liberalismo mexicano, 1830. Un liberalismo aun clásico pero pone el acento de la separación de la iglesia del estado y una vez logrado esto, fortalecer al estado.

En el siglo XIX ya con la ideología del liberalismo y la propuesta de gobierno de convertirse en una república ahora se presenta la cuestión de cómo construir la democracia y fomentar el desarrollo o progreso; cuestión que se podrá encontrar más adelante en el siglo XX pero ya no entre liberalismo y democracia sino que comienza el debate entre socialismo o democracia. Entre los países latinoamericanos existen problemas comunes como la forma de gobernar, territorios gigantescos, sin medios de comunicación, sin comercio común, sin industrias, sin escuelas y estados sin recursos, como gobernar ante tales características era la cuestión. En el caso de México hubo un intento que fracasó con Agustín de Iturbide en el llamado primer imperio, En el caso de Brasil por ejemplo el emperador Pedro primero crea estabilidad, no existe una ruptura ni una experiencia tan traumática como en el caso Mexicano, Peruano o Argentino con la independencia, dando ventaja a Brasil creando estabilidad política, manteniendo su territorio, lealtad y legitibilidad política. A diferencia de Brasil países Latinoamericanos como Argentina y México presentan problemas similares a lo largo de su historia, gobiernos dictatoriales; Santa Anna y Porfirio Díaz en el caso mexicano, Juan Domingo de Rosas o Facundo Quiroga en el caso argentino. Debido a esto se presenta una fuerte desigualdad social en ambos países, a pesar de ya concentrarse una gran cantidad de población mestiza y diversidad de castas. José María Luis Mora en sus ensayos caracteriza a  la figura de el Chinaco como un mestizo ranchero, mientras que en el caso Argentino Domingo Sarmiento caracteriza al Gaucho; personajes rurales que pronto se convertirían en la base social de los caudillos, de los militares en el siglo XIX. Estas sociedades de castas comienzan a presentarse para los liberales como un problema racial, ya que lo que lo buscan es homogeneizar, integrar a todos aquellos grupos sociales y raciales en una sola nación. Para los liberales del siglo XIX la manera de lograrlo era a través de la educación, la incorporación de tantos grupos diversos lingüística y racialmente debía de será través de una institución como la escuela, haciéndolos pequeños propietarios, mejorando la estructura y comunicación nacionales. Sin embargo a este problema racial y cultural según sus términos, se les atribuyen una serie de cualidades en la que se determinaba que el indio era flojo, fiestero, costumbrista y lleno de tradiciones, esto se presentaba  como un obstáculo a ese progreso y a ese desarrollo, así las políticas del siglo XIX irían encaminadas a la incorporación del indígena dejando a un lado su cultura. Debían dejar de ser indígenas. Con estas medidas no se tiene un éxito del todo. En su novela “Facundo”, Domingo Sarmiento hace una caracterización de la Argentina, su historia, su geografía, el campo y la ciudad pero como escenarios de la sociedad argentina. Plantea dos Argentinas, la Argentina rural predominante en el siglo XIX, y por otro lado dos ciudades pequeñas en donde habría “civilización”, Buenos Aires y Córdova. Plantea que Argentina tiene ciertos problemas; primero, Argentina cuenta con mucho territorio y poca población; segundo, muchos recursos, muchos ríos, excelente calidad de la tierra pero no hay inversionistas; y tercero, el habitante del campo Argentino, el Gaucho, no apropiado para el progreso. Sin embargo, estos no representaban un problema tan grande como la hacían los indígenas quien para Sarmiento, debían ser exterminados por su estado de desarrollo casi primitivo, con oportunidades casi nulas de negociación en la cuestión territorial. Plantea como propuesta urbanizar Argentina, crear población Argentina exportando millones de ciudadanos  europeo; Italianos, Españoles, Alemanes entre otras nacionalidades tanto a Brasil como a Argentina. Esto permite un desarrollo diferente a Argentina ya que el “problema del indio”[1] no existe porque simplemente se desaparece a la población nativa, así la identidad Argentina queda con este Gaucho mestizo y con la población blanca procedente de Europa. El liberalismo de Domingo Sarmiento de mediados del siglo XIX es un liberalismo con tintes Darwinistas; definido así por la idea de que hay ciertas razas como la raza blanca europea, que es la más apropiada para el desarrollo económico y que por el contrario las razas negras o indígenas por sus características racial y biológica no es apta para el desarrollo. A su vez en su lectura se pueden encontrar ideas positivistas, definidas así porque en su historia Argentina se encuentran diferentes estados; el estado bárbaro y primitivo, que correspondería a al estado teológico, el estado metafísico y el científico que correspondería a la civilización o ciudades. Esta lectura de el liberalismo de finales del siglo XIX es más positivista y darwinista, dando como principales características las cuestiones de razas y clases de la sociedad. América latina este en esa fase intermedia o metafísica en la que todavía tiene rasgos de sociedades primitivas pero también tiene rasgos ya de ciudades civilizadas, como hacer que toda la sociedad en su conjunto llegue a ese estado de civilización, siguiendo un modelo civil como Estados Unidos y Europa es su propósito.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (15.8 Kb)   pdf (137.8 Kb)   docx (16.8 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com