Esclavos Africanos

Causas por las que los españoles tuvieron que recurrir a la compra de mano de obra esclava para trabajar en América y qué naciones europeas se dedicaban al comercio de esclavos.

Los viajes de exploración de los siglos XV, XVI y XVII abrieron nuevas regiones del mundo a los europeos, y vastos territorios llenos de potencial riqueza agrícola y mineral. Para obtener mano de obra, los primeros conquistadores españoles y portugueses optaron por esclavizar a los indígenas americanos, pero pronto dicha práctica se volvió problemática. Primero que nada, los indios estaban familiarizados con el territorio en el que trabajaban como esclavos, y por lo tanto ello facilitaba fugas frecuentes, ya que sabían dónde esconderse de sus amos europeos. Era muy difícil lograr que los indígenas se adaptaran a la vida en la plantación, y a su cultura. En segundo lugar, poco después del arribo de los europeos al Nuevo Mundo, las epidemias comenzaron a destruir a la población nativa. Millones de indios murieron a raíz de la gripe y la viruela en unas pocas décadas. La cuestión fue tan grave que ya en el año de 1511, el rey Fernando emitió un decreto señalando que la población nativa del Nuevo Mundo parecía ser muy frágil, y que una sola persona negra era tan fuerte que podía hacer el trabajo de cuatro indígenas. Esta afirmación tendía a apoyar el mito acerca de los negros como trabajadores “naturales” que podían adaptarse perfectamente al mismo clima subtropical americano que mataba a los colonizadores europeos. Este mito fue incentivado por Fray Bartolomé de Las Casas, quien en 1517 declaró que a menos que se aliviaran las duras condiciones de trabajo, y las enfermedades a que estaba expuesta la población indígena, ésta desaparecería pronto de la isla de La Española. Como solución, propuso que se otorgara a cada residente blanco una licencia para importar doce esclavos negros para remplazar su mano de obra indígena. A pesar de que algunos piensan que las ideas de las Las Casas fueron cruciales para iniciar la importación de grandes cantidades de esclavos africanos, lo más probable es que aun sin ellas, dicho tráfico hubiera ocurrido de todas maneras. A medida que los europeos se acostumbraron a consumir productos originarios del Nuevo Mundo, y comenzaron a explotar las áreas fronterizas del continente, necesitaron una fuerza de trabajo más grande. Dado que los indígenas estaban convirtiéndose lentamente en una opción menos confiable, y en tanto los europeos tenían concepciones particulares acerca del tipo de trabajo que estaban dispuestos hacer por sí mismos en el Nuevo Mundo, la necesidad de importar esclavos africanos continuó creciendo

A fines del siglo XV, exploradores portugueses de espíritu aventurero y hambrientos de ganancias, iniciaron la exportación de esclavos negros desde la costa Oeste africana hacia las colonias atlánticas de los imperios inglés, francés, holandés, portugués y español. En algunos casos, los esclavos eran secuestrados de sus villas, mientras que en muchos otros eran vendidos por monarcas africanos. Todos aquellos que sobrevivieron el horror de su captura, y el largo viaje a través del Atlántico, se encontraron luego trabajando en cautiverio para sus amos europeos,

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