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LOS POPULISMOS: Marco Político.


Enviado por   •  13 de Abril de 2014  •  34.971 Palabras (140 Páginas)  •  269 Visitas

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UNIDAD IV: LA CRISIS DEL NUEVO ORDEN 1930-1945

A) LOS POPULISMOS: Marco Político.

Los ubicamos en el marco de la difusión del fascismo y del comunismo a nivel internacional y está signado por dos hechos trascendentales. En 1929 está la crisis económica, y en 1945 la segunda Guerra Mundial. En esta etapa ese orden mundial al que afanosamente Hispanoamérica había intentado incorporarse, se va a ver conmovido por la crisis del ’29 que va a afectar todo el sistema. José Luis Romero al respecto dice: “en 1929 el complejo armazón financiero y monetario de los vencedores de la 1º Guerra se sacudió con inusitada violencia. El crac de la bolsa de Nueva York desarticuló todo el sistema y arrastró casi inmediatamente a las piezas menores (que serían los países de la periferia) entonces, ante esta situación tan drástica, los países centrales tomaron medidas para hacer frente a esta circunstancia. Y entre ellas aparece la de ayustar las relaciones entre sus economías centrales y las economías periféricas. Así se asiste a una redefinición de las relaciones entre las economías metropolitanas y las periféricas, que tiende hacia un divorcio, hacia un alejamiento planteado desde las economías centrales. Hispanoamérica en la medida que más se vio incorporada al orden mundial, más sufrió las consecuencias de esta medida, y se va a tener que readaptar. Un ajuste a nivel político, a nivel económico y a nivel social. En este contexto ubicamos el tema del populismo.

Esencialmente como dice Don Mario Hernández Sánchez Barba, hay dos elementos centrales en esta etapa para ser considerado.

1º) El eje de la decisión política pasa a las elites urbanas. Se vuelve a centrar el poder político en las elits urbanas.

Recordemos que tenemos en la etapa colonial los centros de decisión en las ciudades, con la independencia, dijimos que el poder se hizo más complejo y que se compartía el poder entre las elites urbanas y los hacendados, con los caudillos, es decir con fuentes más rurales del poder. En la etapa anterior se empieza a concentrar nuevamente el poder en las ciudades, y se empieza a afirmar el Estado Nación. Yen esta etapa según Barba este procesos culmina y tenemos definitivamente el poder político centrado en las elites urbanas.

2º) La aparición, la irrupción de las masas. De las grandes mayorías populares en el sistema político.

Hay que recordar que se sigue dando ese proceso de filtrado de la cosmovisión moderna, es decir, esa cosmovisión moderna va filtrando cada vez a capas más bajas de la población y en la medida en que más gente por la educación, por la prensa y demás se siente ciudadano va a demandar su participación política (avanza el proceso de democratización). Este es un proceso que ha comenzado en el siglo XVIII, se profundiza más y avanza significativamente en esta etapa.

El proceso de cambio es acelerado y complejo. Coexisten distintas tendencias políticas, que se van entrecruzando y cristalizando con otras cada vez más particulares en cada país, junto con tendencias que ya se daban como el liberalismo. Otras que van avanzando cada vez más como el comunismo. La nota que caracteriza a las ideas políticas en esta etapa. Es lo que llamamos populismos.

Hay que pensar que las elites hispanoamericanas aceptan un hecho insoslayable de la vida social. Que es el crecimiento de vastos sectores populares urbanos, lo que llamaremos la masa urbana. Aceptan su presencia para ante esto revisar su interpretación del orden político y reconsiderar o replantear sus estrategias políticas. Van esbozando los principios de unas nuevas ideas políticas que llamamos populismos.

Y lo que se proponía en populismo es como dice Romero: “canalizar las tendencias eruptivas (de disensión) la masa dentro de las normas que aseguraran la conservación de lo fundamental de las estructuras. Lo verdaderamente importante era que esta nueva ideología exigía que el cambio se realizara dentro de los lineamientos fundamentales de desarrollo de la estructura según su propio sistema de fines” es decir el cambio tenía que ser orientado por el Estado.

Y lo que vamos a ver en esta etapa es una intima relación entre este proceso de arraigo, estos fenómenos populistas, y el procesos que se viene dando de afianzamiento del Estado Nación en Hispanoamérica. Hemos planteado que el Estado-Nación modernos surge con la independencia, pero que va a sufrir un largo proceso en que el Estado se va afianzando y se va fortaleciendo como estructura y la Nación, esta idea de comunidad autoconciente de si, y de la que las personas se sienten parte, también se tenía que terminar de diseñar.

En este proceso de afianzamiento del Estado-Nación moderno, el impacto del populismo colabora. Hay una relación entre el arraigo, entre el afianzamiento del Estado-Nación y el fenómeno populismo. Porque con la crisis del ’29 todo el modelo político-económico entra en cuestión. Y se van a impulsar desde Hispanoamérica políticas que tienden a la industrialización, ahora se empieza a mirar hacia adentro y poner el acento en los procesos de industrialización. Se avanza en la construcción del mercado a escala nacional, el mercado interno. Y esto es un elemento muy importante para terminar de coagular el Estado y la Nación. Entonces estos movimientos van a estar muy relacionados con los procesos de democratización y de exigencias de vastos sectores de la participación en los cambios hacia una sociedad moderna, que se están dando aceleradamente. Es decir que esta circunstancia internacional, la crisis abre posibilidades para que se reorganice el aparato del Estado, concebido como una entidad, que se legitima ahora en un concepto de Nación más globalizante, en el sentido de que incorpora cada vez más a vastos sectores de las sociedad. Así es que vemos a las sociedades Hispanoamericanas en un proceso de mayor integración coaligadas en frentes policlasistas, que van a ir articulando un proyecto de Estado-nación que se define más, ahora, contra el imperialismo extranjero. Y las clases que se consideran aliadas del imperialismo extranjero que son las clases oligárquicas. De ahí que se va definiendo cada vez más el proyecto de Nación, ahora en oposición a el imperialismo extranjero, e incorporando en lo económico a todo el mercado en escala nacional y en lo social cada vez más a más vastos sectores de la sociedad que se incluyen en un proyecto que los interpreta a todos.

Cuando analizamos este proceso en Hispanoamérica, observamos que aparecen una serie de factores, que dan unidad al proceso, es decir hay semejanzas, hay convergencias que me permiten hablar se un fenómeno populista

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