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La vida orgánica y mental


Enviado por   •  10 de Septiembre de 2014  •  2.474 Palabras (10 Páginas)  •  358 Visitas

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Cada uno se caracteriza por la aparición de estructuras originales y su construcción la distingue de las otras. Lo esencial subsiste en los estadios anteriores como subestructuras sobre las que se las nuevas. La evolución mental se efectúa en forma de equilibración más avanzada. Toda acción responde a una necesidad. El niño ejecuta todos los actos (exteriores o interiores) movido por una necesidad, que es la manifestación de un desequilibrio: Hay necesidad cuando algo, fuera o en nosotros ha cambiado, y se impone un reajuste por esa transformación. La acción termina cuanto las necesidades están satisfechas, cuando el equilibrio fue restablecido entre el hecho nuevo y la organización mental anterior.

Cada conducta tiende un equilibrio más estable. Es una mecanismo continuo y perpetuo de reajuste

Intereses comunes a todas las edades: Toda necesidad tiende: 1º a incorporar las cosas y las personas a la actividad propia del sujeto, a asimilar el mundo exterior a las estructuras ya construidas, y; 2º a reajustar éstas en función de las transformaciones sufridas, y a acomodarlas a los objetos externos.

La vida orgánica y mental asimila progresivamente el medio ambiente gracias a estructuras, órganos psíquicos, cuya acción es más amplia: la percepción y los movimientos elementales (aprensión) dan acceso a los objetos próximos en su estadio momentáneo, luego la memoria y la inteligencia prácticas reconstruyen su estadio anterior y anticipan el proximo. El pensamiento intuitivo los refuerza. La inteligencia lógica (operaciones concretas y de deducción abstracta) termina esta evolución y hace al sujeto dueño de los acontecimientos más lejanos (en el espacio y tiempo) El espíritu consiste en incorporar el universo, pero la estructura de la asimilación varia

Al asimilar los objetos, la acción y el pensamiento se acomodan a ellos, a proceder a un reajuste cuando hay variación exterior. Es la adaptación al equilibrio de asimilaciones y acomodaciones, la forma general del equilibrio psíquico.

Cada uno se caracteriza por la aparición de estructuras originales y su construcción la distingue de las otras. Lo esencial subsiste en los estadios anteriores como subestructuras sobre las que se las nuevas. La evolución mental se efectúa en forma de equilibración más avanzada. Toda acción responde a una necesidad. El niño ejecuta todos los actos (exteriores o interiores) movido por una necesidad, que es la manifestación de un desequilibrio: Hay necesidad cuando algo, fuera o en nosotros ha cambiado, y se impone un reajuste por esa transformación. La acción termina cuanto las necesidades están satisfechas, cuando el equilibrio fue restablecido entre el hecho nuevo y la organización mental anterior.

Cada conducta tiende un equilibrio más estable. Es una mecanismo continuo y perpetuo de reajuste

Intereses comunes a todas las edades: Toda necesidad tiende: 1º a incorporar las cosas y las personas a la actividad propia del sujeto, a asimilar el mundo exterior a las estructuras ya construidas, y; 2º a reajustar éstas en función de las transformaciones sufridas, y a acomodarlas a los objetos externos.

La vida orgánica y mental asimila progresivamente el medio ambiente gracias a estructuras, órganos psíquicos, cuya acción es más amplia: la percepción y los movimientos elementales (aprensión) dan acceso a los objetos próximos en su estadio momentáneo, luego la memoria y la inteligencia prácticas reconstruyen su estadio anterior y anticipan el proximo. El pensamiento intuitivo los refuerza. La inteligencia lógica (operaciones concretas y de deducción abstracta) termina esta evolución y hace al sujeto dueño de los acontecimientos más lejanos (en el espacio y tiempo) El espíritu consiste en incorporar el universo, pero la estructura de la asimilación varia

Al asimilar los objetos, la acción y el pensamiento se acomodan a ellos, a proceder a un reajuste cuando hay variación exterior. Es la adaptación al equilibrio de asimilaciones y acomodaciones, la forma general del equilibrio psíquico.

Las estructuras variables serán las formas de organización de la actividad mental, bajo su doble aspecto intelectual y afectivo y según sus dimensiones (individual y social). Hay seis estadios de desarrollo que marcan aparición de estructuras:

1. Reflejos (montajes hereditarios) y primeras tendencias instintivas (nutrición) y emociones.

2. Primeros hábitos motores y percepciones organizadas, y sentimientos diferenciados.

3. Inteligencia sensorio-motriz o práctica (anterior al lenguaje), regulaciones afectivas elementales y fijaciones exteriores de la afectividad. -Período del lactante (hasta aprox. 1 ½ a 2 años, antes de los desarrollos del lenguaje y pensamiento).-

4.- Inteligencia intuitiva, sentimientos interindividuales espontáneos y relaciones sociales de sumisión al adulto (de 2 a 7)

5. Operaciones intelectuales concretas (aparición de la lógica), y de sentim. morales y sociales de cooperación (7 a 11/12).

6. Operaciones intelectuales abstractas, formación de la personalidad e inserción afectiva e intelectual en la sociedad adulta

Cada uno se caracteriza por la aparición de estructuras originales y su construcción la distingue de las otras. Lo esencial subsiste en los estadios anteriores como subestructuras sobre las que se las nuevas. La evolución mental se efectúa en forma de equilibración más avanzada. Toda acción responde a una necesidad. El niño ejecuta todos los actos (exteriores o interiores) movido por una necesidad, que es la manifestación de un desequilibrio: Hay necesidad cuando algo, fuera o en nosotros ha cambiado, y se impone un reajuste por esa transformación. La acción termina cuanto las necesidades están satisfechas, cuando el equilibrio fue restablecido entre el hecho nuevo y la organización mental anterior.

Cada conducta tiende un equilibrio más estable. Es una mecanismo continuo y perpetuo de reajuste

Intereses comunes a todas las edades: Toda necesidad tiende: 1º a incorporar las cosas y las personas a la actividad propia del sujeto, a asimilar el mundo exterior a las estructuras ya construidas, y; 2º a reajustar éstas en función de las transformaciones sufridas, y a acomodarlas a los objetos externos.

La vida orgánica y mental asimila progresivamente el medio ambiente gracias a estructuras, órganos psíquicos, cuya acción es más amplia: la percepción y los movimientos elementales (aprensión) dan acceso a

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