Sede de la empresa General Motors (GMC)

Ustedes se preguntarán ¿Por qué Bolivia tiene tanto drama y sus gobiernos caen una y otra vez haciéndose el país ingobernable cada cierto tiempo? Pues bien, nada más ni nada menos que los INTERESES por las riquezas bolivianas. Aunque el país sea pobre en un 90%, existe un 10% o menos de personajes en su gran mayoría extranjeros y transnacionales que se llenan los bolsillos con toneladas de dólares mientras el Estado recibe miserias o no recibe por conceptos de tasas, impuestos o derechos de explotación. Hay una fuente internacional que informó el año pasado que de cada 100 dólares de ganancias por explotación minera, es Estado Boliviano recibía sólo 2.¿es eso correcto?.Pues NO.Y eso es precisamente lo que Evo Morales quiere cambiar entre otras cosas.

Desde hace unos meses, día que pasa, más ojos se posan en el Salar de Uyuni y no precisamente por su proverbial atractivo turístico. No, esta vez, el Salar, en mapas y cibermemorias, parece haber vuelto a las mesas de los buró ejecutivos y gabinetes ministeriales.

Sin duda pasa así en Detroit, la sede de la General Motors Corporation (GMC), la mayor fábrica de automóviles del planeta. Y no solamente en Detroit, también en Tokio y específicamente en las reuniones de los líderes de Toyota, la segunda fábrica mundial automotriz.

La apuesta se llama “Volt”. Se trata de un automóvil capaz de viajar hasta 64 kilómetros, sólo bajo el impulso de sus baterías del tipo ion-litio. Luego de ese límite se activaría un motor de combustión a gasolina. Los antecesores del Volt (su nombre completo es Chevrolet Volt) escasamente han alcanzado los 6 kilómetros de autonomía bajo el impulso de sus baterías eléctricas, hoy básicamente hechas de niquel–cadmio o zinc. Pero el Volt tiene una ventaja más: dentro de la generación de los llamados autos híbridos (electricidad y combustibles) representa al primer “híbrido enchufable”. Ello porque puede recargarse en casa tomando energía de prácticamente un común toma corriente de 220 voltios. Puede hacerlo incluso en un lapso de 10 minutos con cargadores especiales, y en seis, con los que se prevé serán los recargadores normales.

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SALADOS INTERESES

Y claro, en el ambiente político también se advierten palpitaciones por los vapores del Salar. No por nada uno de los ejes de la polémica sobre la visita en septiembre del Presidente iraní a Bolivia fue el anunciado acuerdo marco para la explotación de…litio. Consistió en parte de un eje de acuerdos en los que se hizo invariable la presencia comprometida o testimonial del Gobierno de Venezuela.

Mientras, para los analistas resultaría extraño que en la amplia agenda que discreta pero intensamente tratan los Gobiernos de Bolivia y Chile, se haya ignorado al eco del Volt, el litio y los salares. “Entre ambos países sumamos más del 70 por ciento de las reservas del planeta, y en el Cono Sur de América el 80 por ciento”, señala Juan Carlos Zuleta, a tiempo de advertir ese factor.

Entre inversores extranjeros y políticos locales también se trabajan ideas. Según aseguran técnicos universitarios de la Universidad Mayor de San Andrés, a principios de septiembre una delegación francesa visitó el Salar, primero. Luego se reunió con empresarios de Santa Cruz y Cochabamba. Finalmente buscó a dirigentes potosinos como el alcalde René Joaquino. No se trataba precisamente de proyectos turísticos.

En ese contexto, las miradas vuelven a las blancas capas uyunenses, a casi 20 años del escándalo de la Lithco. Hoy el termómetro de la economía mundial agita de nuevo el panorama. No es poco, advertir que empiezan a plantar cara desde transnacionales y magnates de occidente hasta la cabeza del “eje del mal” antinorteamericano. ¿Se vendrá una guerra por el litio?

Quizás la tónica real del asunto haya estado marcada en las cantidades de sal con las que Soros y Morales condimentaron su cena en Nueva York.

Llama la atención que Bolivia no exhiba producción alguna ni tenga reservas probadas, mientras que tanto Chile como Argentina ostenten las mismas reservas probadas que las estimadas.

El porcentaje de la producción anual mundial de litio, según Stratfor –que extrañamente excluye a EU–, coloca a Chile en primer lugar, con 43.9 por ciento, seguido de Australia, con 25.2; China, 12.8; Argentina 11.7, y con un solo dígito Canadá, 2.6; Portugal, 2.1, y Zimbabwe, 1.1.

Con tanta riqueza y tanto tiempo que la tuvimos en espera, otros países estas interesadas en ellas , y el gobierno supuestamente esta” industrializando “, pero no se ven los resultados, y fuentes de información dicen que están negociando para exportar litio a otros países, pero esto no ayuda mucho al país , deberíamos ser dueños de nuestras propias riquezas y saberlas explotar al máximo para ayudar desarrollar más al país, puesto que hemos visto la importancia del litio y como nos beneficiaria, para el desarrollo en varios factores

*el país

*la población

*sus derivados

*en la parte económica

Según datos oficiales, el Salar de Uyuni, un campo de sal de 10.000 km2, contiene 140 millones toneladas de litio, aunque un informe del Servicio Geológico de Estados Unidos coloca el dato en 5,5 millones verificadas.

1. Antecedentes:

Bolivia es muy rica en recursos naturales, pero ningún Gobierno, de cualquier ideología, se ha dedicado a explotarlos racionalmente, sobre todo cuando el país requiere de ingresos económicos que le permitan por lo menos aliviar los efectos de la actual crisis económica.

Desde hace tres décadas los discursos presidenciales se han centrado en anunciar el desarrollo de las regiones explotando los recursos naturales que contienen, pero poco se ha hecho para cumplir tal propósito, porque se los explota en pequeña escala, de manera irregular, burlando los pagos impositivos. Dicha explotación se la realiza sin las técnicas y métodos que corresponden, lo que significa que no se planifica previamente para un aprovechamiento racional, que no afecte sobre todo al medio ambiente y al equilibrio ecológico.

Las normas para la preservación del medio ambiente se cumplen en las ciudades y la construcción de carreteras, hospitales, escuelas, presas, plantas hidroelectricas, tendido de puentes y otros trabajos, donde se hace los estudios de impacto ambiental, pero no en zonas alejadas, en comunidades donde existen vicuñas, saurios, aves exóticas, peces, especies vegetales como la quinua, amaranto, palqui, tarhui y otros que son originarios

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