Texto 15 John Lynch; los orígenes de la independencia hispanoamericana

Texto 15 John Lynch; los orígenes de la independencia hispanoamericana

Capítulo 1

 España era una metrópoli antigua si desarrollar. Fines del SXVIII después de 3 siglos de domino imperial Hispanoamérica encontraba un reflejo en su madre patria de sí misma, colonias exportaban materia prima lo mismo que hacia España y está junto a las colonias dependían de una marina mercante extranjera. Solo diferían en una actividad, las colonias producían metales preciosos y la metrópoli no, la división del trabajo no beneficiaba a España: Una economía colonial dependiente de una metrópoli subdesarrollada, un caso extraño.

 Segunda mitad del S XVIII, España borbónica hizo un balance de sí misma y busco la manera de modernizar la economía, sociedad e instituciones. Ideología reformista de inspiración eclesiástica planteaba objetivos pragmáticos, reforma se establece tomando en cuenta situación; disminución de la productividad. Soluciones de varias escuelas, ideas fisiócratas por la primacía de la agricultura, el papel del Estado tomaba ideas del mercantilismo para justificar explotación eficaz de recursos en las colonias y el liberalismo económico para erradicar restricciones comerciales e industriales. La ilustración ejerció cierta influencia pero no tanto en el campo de nuevas ideas políticas o filosóficas.

 Deseo principal consistía en reformar las estructuras existentes. Crecimiento demográfico presiono sobre la tierra. Mejoras económicas no conllevaron a un gran cambio social. España perdió la oportunidad de efectuar cambio fundamental en el siglo XVIII y termino por abandonar el camino de la modernización. Los proyectos de reforma agraria se vieron frustrados por apatía del gobierno y la oposición de poderosos intereses; ingresos agrícolas permanecieron bajos. La infraestructura comercial quedo atrasada. España continuo teniendo una economía esencialmente agraria y el comercio exterior fue considerado sobre todo como salida de productos agrícolas. Hispanoamérica no contaba con España para abastecerse industrialmente ni como socio comercial, solo quedaba una alternativa. La economía británica estaba efectuando un cambio revolucionario; Revolución industrial se torna realmente efectiva, experimento un crecimiento comercial sin precedentes que se basaba principalmente en la producción fabril de tejidos. Industria algodonera en gran expansión. Gran Bretaña, no solo absorbía a sus colonias sino a las colonias americanas españolas, busco medios para expandir aún más comercio con América española.

 El Imperio español en América descansaba en equilibrio de poder entre varios grupos; administración, Iglesia y elite local. Administración ostentaba el poder político, su poder militar era escaso y asentaba su autoridad en la soberanía de la corona y en sus propias funciones burocráticas. Soberanía secular estaba reforzada por la iglesia apoyada en el poder jurisdiccional y económico: El poder económico en manos de las elites, propietarios rurales y urbanos. Debilidad del gobierno real y su necesidad de recursos permitieron a estos grupos desarrollar efectivas reformas de resistencia frente al distante gobierno imperial. Compraban oficios y se realizaban tratos informales para evitar presiones y conflictos con la población local.

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