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Auguste Bournonville Y La Escuela Danesa Del Ballet


Enviado por   •  3 de Julio de 2013  •  874 Palabras (4 Páginas)  •  1.021 Visitas

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La Escuela Danesa es más conocida por el nombre de Augusto Bournonville, maestro y coreógrafo que la sistematizó y le dio carácter propio, a partir de la Escuela Francesa. Los antecedentes del ballet en Dinamarca datan de 1775, con la llegada del primer gran maestro de ballet a Copenhague, el italiano Vincenzo Galeotti. Sin embargo, la escuela de ballet había sido fundada cuatro años antes, por el francés Pierre Laurent. Desde 1726, el bailarín y maestro francés Jean-Baptiste Landé conquistó gran éxito en la ciudad, hasta el cierre del teatro. Landé marchó a San Petersburgo donde fundó una escuela considerada como ancestro de la famosa Escuela Imperial de San Petersburgo.

Galeotti creó ballets hasta su muerte en 1816. Excepto su ballet Los caprichos de Cupido, de 1786, todos los demás han desaparecido. Su trabajo en Dinamarca se basaba en la tradición italiana.

En 1792 se asentó en Copenhague Antoine Bournonville, un muy buen bailarín francés que había trabajado durante diez años en Estocolmo. Al enamorarse de una bailarina danesa decidió quedarse en Copenhague, donde en 1805 nació su hijo Augusto Bournonville.

Auguste aprendió de su padre y, más tarde, continuó estudiando en París con los más ilustres profesores de la época. En la Ópera de París pudo llegar a ser un bailarín notable, pero prefirió regresar a Copenhague, donde se convirtió en director de danza del Teatro Real en 1830, además de primer bailarín.

Discípulo de Auguste Vestris en París y también de Pierre Gardel y Jean-Francois Coulon, Bournonville preservó en Copenhague la tradición del ballet francés, cuya influencia desaparecía en el resto de Europa a mediados del siglo XIX, ante el auge de la Escuela Italiana. Maestro y coreógrafo a la vez, dirigió el Ballet Real de Dinamarca, para el cual creó unos cincuenta ballets, una docena de los cuales siguen presentándose en Dinamarca dentro de una tradición ininterrumpida. Su período más productivo se enmarca entre los años 1848 y 1855. Entre sus obras más conocidas se encuentran La Sylphide (1836), Napoli (1842), El conservatorio (1849), Fiesta en Brujas (1851), Boda en Hardanger (1852) y Festival de las flores de Genzano (1858). En ellos refinaba los principios fundamentales de su método, aplicado también en la escuela que tenía asociada. Tanto en sus coreografías como en la metodología empleada en sus clases, trataba de sacar el mayor provecho del espacio. Los bailarines eran entrenados para adquirir un gran ballon y elegantes port de bras, haciendo énfasis en el épaulement. Los movimientos eran trabajados para adquirir un sentido de elevación más que de traslación, con saltos y giros de gran virtuosismo.

Con frecuencia consagró su arte a la representación de temas corrientes. En éstos y en las formas de expresión, captó los principales conflictos de su época, las violentas tensiones entre el orden y la desarmonía, entre las fuerzas constructivas y las destructivas. Sus ballets con temas amorosos mostraron la entrega, el matrimonio y la lealtad, así como también la pasión erótica.

El mayor logro de Auguste Bournonville consistió en elevar la disciplina del ballet, su técnica y su repertorio, otorgando importancia significativa a los bailarines de ambos sexos. Su legado se hizo sentir no solamente en Dinamarca, donde hizo posible el desarrollo de una verdadera escuela, sino en Londres, Estocolmo, Viena, Milán, Nápoles y San Petersburgo. En sus ballets la danza masculina es tan importante como la femenina, lo cual no era frecuente en el periodo romántico del resto de Europa. A través de su discípulo Christian Johansson, un joven sueco que vino a estudiar a Copenhague, el estilo Bournonville ejerció cierta influencia en el ballet de Rusia. Johansson enseñaba en la Escuela Imperial de Ballet de San Petersburgo el método francés aprendido con Bournonville, y Petipa a menudo venía a sus clases en busca de ideas para sus coreografías. Bournonville se retiró del teatro en 1877 y murió dos años más tarde. Para conservar su estilo, sus alumnos crearon lo que se denomina Escuela Bournonville, con una clase para cada día.

Método Bournonville La armonía entre el cuerpo y la música es la base del método Bournonville. Fluido y aparentemente sin esfuerzo, es técnicamente difícil, pues en él la gracia natural se expresa en saltos repetidos, desplazamientos rápidos y baterías veloces. El épaulement adquiere mayor importancia y la cabeza sigue a la pierna en movimiento, con gran expresividad y sentido de fraseo musical.

Fiel a la gracia, la ligereza y los movimientos ligados de la Escuela Francesa, el estilo Bournonville muestra un flujo ininterrumpido del movimiento, con un fraseo esencial en el cual cada paso se ejecuta según su valor. Aún cuando los pasos de batería y de elevación son constantes, la ejecución de éstos es elegante y sin dar impresión de virtuosismo. Desprovistos de levantadas, sus pas de deux favorecen el diálogo entre los bailarines de ambos sexos. Se distingue también por el cuidado con que desarrolla los pasajes mímicos, el buen entrenamiento de sus bailarines como partenaires, rol que desempeñan con gran elegancia, así como por la agilidad de los pies en los movimientos del allegro.

El estilo personal de Bournonville, basado en la fuerza y en la expresión persiste, hasta nuestros días, en el ballet danés y en su escuela adjunta, desde donde algunos de sus descendientes han transmitido el método a otros estudiantes, en distintos lugares del mundo.

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