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CIUDAD INDUSTRIAL


Enviado por   •  10 de Diciembre de 2013  •  1.438 Palabras (6 Páginas)  •  1.086 Visitas

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Ciudad Industrial

El origen de las ciudades: la ciudad industrial (siglo XIX).

Y es en este punto donde se va a producir el gran cambio en las ciudades. Hasta ahora habíamos hablado de la ciudad preindustrial, pues bien, con la Revolución Industrial cambió completamente la forma de construir la ciudad. No es ésta una entrada sobre dicha Revolución Industrial, pero sí querría señalar que entre las muchas consecuencias que tuvo una de ellas fue el excedente de trabajadores en el medio rural a causa de la mecanización que se produjo en el campo (la Revolución Industrial tiene su origen en una revolución agrícola que se produjo en el campo inglés en la segunda mitad del siglo XVIII). La población que sobraba en el campo hacía falta en las ciudades para poner en funcionamiento la incipiente industria, y así es como todo esto derivó en un éxodo rural (desplazamiento de la población rural a las ciudades en busca de trabajo y mejores condiciones de vida).

La ciudad industrial:

La población procedente del campo llegó a las ciudades y se asentaron en improvisados barrios próximos a las fábricas. Eran barrios donde los obreros malvivían en condiciones de vida deplorable y próxima a la propia esclavitud. Los míseres salarios que recibían poco ayudaban a los obreros a mejorar su nivel de vida, tenían lo necesario para sobrevivir a una jornada laboral que excedía las 10 horas diarias y comían lo justo para no morir, pero la situación del obrero industrial era de una pobreza sin parangón. Ya podemos imaginarnos cómo serían estos primeros barrios donde se asentaba la población más desfavorecida.

Características generales de la ciudad industrial:

-Barrios edificados con materiales de construcción de escasa calidad.

-Ausencia de planificación a la hora de edificarse.

-Ausencia de cualquier tipo de servicio público. No había tampoco alumbrado público.

-Total falta de higiene. No había saneamiento alguno, no había sistema de alcantarillado. Suciedad reinante en el ambiente.

-La proximidad a las fábricas contribuían al aumento de la contaminación de estos barrios.

-Hacinamiento de los trabajadores.

Estas lamentables condiciones de vida encolerizaban a los trabajadores quienes, a partir del siglo XIX, comenzaron a exigir mejoras en sus condiciones de vida. Podemos decir que esta lamentable situación alimentaba al movimiento obrero y lo fortalecía ante el temor de los burgueses. La burguesía decimonónica comprendió la importancia de tener contento al trabajador con el fin de evitar posibles revoluciones. Los burgueses comenzaron a reformar las ciudades y a construir siguiendo unas pautas y una lógica.

Reformas interiores de las ciudades:

Los centros históricos de las ciudades europeas se caracterizaban por sus callejones angostos y su plano intrincado. Suponía un ambiente agobiante para la burguesía que se veían obligada a convivir con personas de capas sociales bajas. Además, el hecho de que el centro urbano presentase determinadas características lo hacía antihigiénico e incómodo. Es por ello que se decidiera la apertura de avenidas en el centro de la ciudad aunque ello supusiera derribar barrios enteros. Se abrieron calles amplias y grandes plazas que sirvieron para acondicionar la ciudad, hacerla cómoda y permitir que se instalase una infraestructura adecuada como el alcantarillado, el alumbrado público, vías para el tranvía o espacio para los carruajes. En España tenemos un claro ejemplo en la Rambla de Barcelona. Pero si hay un ejemplo clarísimo de reforma urbana en el interior de las ciudades ése es París.

París había sido escenario de grandes revoluciones a lo largo de todo el siglo XIX, la última de ellas fue la de 1848. Con la llegada al poder de Napoleón III como emperador de Francia en 1852 se decidió cambiar la ciudad de París. París era un verdadero laberinto que favorecía a los revolucionarios, pues podían construir barricadas fácilmente y cortar las calles, además de escapar sin problema en caso de un ataque por parte de los militares. Por este motivo a los soldados les resultaba prácticamente imposible sofocar cualquier rebelión. Para evitar este inconveniente se ordenó demoler casi toda la ciudad y abrir grandes avenidas y bulevares que se cruzasen en enormes plazas. De esta manera se podía acondicionar la ciudad y dotarla de una infraestructura y también resultaba mucho más sencillo cargar contra los revolucionarios y controlar que no huyesen. El proyecto de remodelación de París cayó en manos del Barón Haussmann. Casi toda la

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