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Educacion Calmecac Y Tepochcalli


Enviado por   •  22 de Enero de 2014  •  1.985 Palabras (8 Páginas)  •  1.053 Visitas

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EDUCACIÓN EN EL CALMÉCAC Y TELPOCHCALLI

En la imagen se muestra las dos instituciones (Calmécac a la izquierda y Telpochcalli a la derecha)

La educación “básica” que se daba en el Calmécac y en el Telpochcalli, era obligatoria, de hecho la pertenencia del niño a la escuela era un compromiso religioso adquirido en sus primeros días de nacido, cuando los padres lo llevaban a ofrecer como servidor de los sacerdotes. Aunque la educación del niño empezaba el día de su nacimiento con discursos por parte de los padres y familiares que predecían su destino. Y eran considerados como adultos pequeños y ciudadanos con todos los derechos desde el momento del nacimiento, los niños eran tratados con gran afecto y eran llamados plumas preciosas.

El incumplimiento de presentarlo a los sacerdotes ponía al niño en riesgo mortal por falta de la protección del dios del templo. Tras la ceremonia los padres dejaban como prenda un objeto que creían recipiente anímico del niño, en tanto llegaba a la edad del servicio, los recibían entre los cinco y ocho años, aunque los nobles iban más tardíamente para salir de ella cuando se formaban como ciudadanos, incorporándose a la comunidad, generalmente a través de la formación de una familia.

Es curioso ver la importancia que tenía la educación y que esta comenzaba en el hogar con consejos de los padres y los ancianos, para perfeccionarse en los templos-escuelas, y tenía un fuerte sentido religioso ya que si no eran presentados en el templo para su futura educación temían lo peor para sus hijos como un castigo divino del dios protector de ahí que la educación era mágico-religiosa y esto, hacía obligatoria la educación, aún en nuestros tiempos es obligatoria la educación pero con tristeza observamos que hay todavía muchos niños que no tienen acceso a la educación, lo que no pasaba antes en su totalidad recibían educación, pero como en todas las sociedades, los individuos son instruidos de forma diferente de acuerdo a la clase social a la cual pertenecen, poseyendo diferentes privilegios como en la actualidad los tienen las clases acomodadas, por lo cual explicaré las diferencias.

Una diferencia fundamental entre el Telpochcalli y el Calmécac radicaba en la disciplina, pues en el segundo la rigidez era extrema. Por ejemplo, mientras los miembros del Telpochcalli podían pasar algún tiempo en sus propias casas, -lo que debió hacer un gran auxilio en los periodos de intensificación de las actividades productivas-, a los estudiantes del Calmécac no se les permitía abandonar el templo.

Desde ahí observamos la primera diferencia entre los macehualtin (plebeyos) y los pipiltin (nobles) a los primeros se les dejaba ir a sus casas pero no de vacaciones, si no para ir ayudar a sus padres, como pasa muchas veces en nuestra sociedad que la gente de bajos recursos económicos sus hijos por las tardes tienen que trabajar o ir a la escuela por las tardes para poder ayudar en las actividades y la manutención del hogar, en cambio los nobles tenía que permanecer en el templo porque los estaban formando de una manera más elevada, además que no tenían la necesidad de contribuir en el gasto familiar como hoy en día no lo tienen los alumnos que poseen suficientes recursos económicos.

En la primera institución educativa, el Calmécac se preparaba los nobles, que serían los dirigentes, administradores, sacerdotes y maestros. La instrucción era mucho más elevada y profunda. El sentido de responsabilidad histórica y social era exaltado en los alumnos, el camino era la enseñanza superior. Como todas las sociedades, en la escuela se tenía un conocimiento filosófico y religioso, solo reservado a la elite dirigente.

La religión se profundizaba hasta convertirse en teología, las matemáticas en geometría y cálculo, la astrología en astronomía, y así sucesivamente, en el campo del conocimiento. De modo que la metáfora educativa de la escuela era formar “rostros propios y corazones verdaderos”, y cobraba genuino sentido esta expresión de la aspiración suprema de la comunidad.

Las clases acomodadas recibían una mejor educación ya que los preparaban para dirigir, mandar y gobernar, por lo cual les enseñaban las diferentes disciplinas, preocupándose de que aprendieran ciencia pero también religión. En la actualidad solo la gente que posee más recursos puede tener acceso a una educación de calidad, porque aunque nos duela reconocerlo es la escuela privada quien tiene un nivel más alto de enseñanza.

En el Telpochcalli se pretendían, en primera instancia, formar “ciudadanos”. Personas capaces de vivir en armonía en sociedad, respetuosos de las leyes y de las normas religiosas; productivos, autosustentables y solidarios, capaces de crear un hogar y una familia, y mantener las tradiciones y costumbres. Además de honrar “Aquél por quien se vive” y contribuir con su trabajo al bien de la comunidad, mediante el arte u oficio que aprendía en la escuela en dónde se les enseñaba y perfeccionaba como artífices del arte plumario, de la joyería, lapidaria, medicina, pintura, cerámica y diversas profesiones “técnicas” necesarias en la comunidad. Los telpochcallis formaban “ciudadanos”, aptos para crear y mantener a una familia. Pero subrayamos el sentido de enseñar con el ejemplo y en actividades prácticas, en la que no solo los maestros enseñaban con la práctica y el ejemplo, sino el sistema era que los alumnos mayores enseñaban a los menores, en diferentes desempeños y con distintas responsabilidades.

Aunque la educación religiosa era muy importante, se hacía hincapié en el trabajo y en las actividades militares. Esto tenía también el carácter de beneficio para la colectividad. Al entrar el niño en el Tepochcalli, le ordenaban barrer, encender el fuego. Y luego hacían que empezara la penitencia. Entonces en la noche, se cantaba allí donde vivían con los demás bailaban juntos. Y cuando ya es jovencillo el escolar, entonces lo llevan al bosque, lo hacen cargar a la espalda los llamados troncos cilíndricos. Quizá aún solo uno, quizá ya dos. Así lo prueban. Tal vez pueda ir a la guerra.

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