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Educacion Cardenista


Enviado por   •  14 de Noviembre de 2013  •  2.906 Palabras (12 Páginas)  •  436 Visitas

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Introducción

El presente ensayo se centra principalmente en el avance de la educación sobre todo en la época de Cárdenas donde se dieron a lugar sucesos con los que actualmente ha tenido un gran impacto la educación, se verá un gran transcurso en la forma en la que evoluciono la el nivel educativo tanto el avance de diferentes instituciones.

El gobierno de Cárdenas se caracterizó por realizar distintas reformas en favor de grupos populares y sectores radicales como los comunistas así como de grupos políticos y de las élites que se habían distanciado de Calles. Estas reformas tenían como objetivo tender lazos con dichos grupos y unificar al país, algunas de ellas fueron el reparto de tierras, el crédito rural, la expropiación de los recursos naturales y la reforma educativa, una de las más importantes y de la cual investigaremos en este trabajo.

La reforma educativa contemplaba impulsar la educación socialista, aprobada mediante la reforma constitucional de octubre de 1934, sus propósitos fueron combatir el fanatismo, separa la iglesia de la educación y formar a la juventud con base en conocimientos exactos de la naturaleza y de la vida social.

Con el Cardenismo la educación socialista se enarboló como bandera y se trató de verla como una nueva enseñanza distinta a la que se estaba llevando a cabo y sin resultados positivos, se trató de aplicar como una innovación importante que marcaba los principios contemplados en la Constitución del 17, por lo que a la educación se le planteó de manera enfática con el general Cárdenas como una cuestión social que llegó a las masas; desfanatizadolas y contribuyendo a su bienestar, que al final de cuentas era el objetivo final. No olvidando que en el pasado reciente del siglo XIX se da el movimiento de Reforma para detener al clero mercenario que es el que ha detenido el progreso fanatizando a la gran mayoría de la población por medio de la ignorancia y las pocas oportunidades a la educación misma que marcó las más de tres décadas de porfiriáto, y ahí no para. Durante la Revolución por sus características, hablando de cerca de 20 años o más, se ahondo o recrudecieron la falta de oportunidades de la gran mayoría de la sociedad de acceder a una escuela, por tal motivo hablar del cardenismo es hablar de que los seis años de su gobierno se consolida un país; pasando de la época de los caudillos a la época de las instituciones y de aquí se da el parteaguas a la consolidación de la sociedad civil o lo que llamamos el civilismo a partir de 1946, ya con Miguel Alemán, y que conocemos como la época de la modernidad, o sea, el paso de los caudillos a las instituciones.

Desarrollo

La imposición durante el maximato de una política educativa, sobrecargada de anticlericalismo, sumergió a la escuela mexicana en una profunda crisis. La propaganda antirreligiosa exacerbada hizo que se descuidara la calidad de la educación. El enfrentamiento burdo contra los sentimientos religiosos del pueblo genetó descontento y boicot a las escuelas del Estado. La reacción aprovechó estas circunstancias e instrumentó múltiples agresiones a los maestros en varias regiones del país. En pocas palabras, la escuela se separó del pueblo, convirtiéndose en un instrumento casi ajeno a la educación.

El régimen cardenista salió al paso de esta situación instrumentando una reforma capaz de apoyar su proyecto de gobierno y nulificando la herencia recibida en materia educativa. El plan de desarrollo económico y social del país requería la preparación de cuadros calificados en todos los aspectos de la vida de la nación.

La educación

Por todo esto, la reforma educativa cardenista adquirió un carácter radical. En ella se involucraron, además de las autoridades educativas, numerosas organizaciones políticas, sociales y culturales; se reivindicó la educación científica; se declaró en contra del individualismo laico buscando el acercamiento de las masas. De este modo Cárdenas ligaba el concepto de escuela socialista con las transformaciones en la estructura de la sociedad. La situación del país demandaba la formación de una conciencia nacional entre las masas trabajadoras ante los embates del imperialismo.

En 1934 se llevó a cabo la reforma al Artículo 3° constitucional: la educación impartida por el Estado, con apego a la ideología de la Revolución Mexicana, tendría el carácter de socialista, excluyendo de ella todo tipo de doctrinas religiosas y buscando la formación en los alumnos de "un concepto racional y exacto del universo y de la vida social"; el Estado se reservó el derecho de impartir la educación primaria, secundaria y normal; asimismo, se reservó el derecho de autorizar y controlar a los planteles particulares que impartieran la enseñanza en esos niveles. Ello significaba que la formación de planes, programas y métodos de enseñanza, únicamente competía al Estado. La reforma al Artículo 3° contemplaba además la revocación de las autorizaciones concebidas a los planteles y el retiro discrecional en cualquier tiempo del reconocimiento de validez oficial a los estudios hechos en escuelas particulares; y, desde luego, el que la educación primaria tenía carácter obligatorio y se mantenía gratuita en los planteles oficiales de todo el país.

Las reformas al Artículo 3°, junto con el ascenso al poder de los cardenistas, crearon condiciones favorables para la realización de la reforma educativa. El término de educación socialista se mantuvo, pero con un sentido definido muy distinto a la manida acepción que tuvo durante el callismo.

Los objetivos de la educación cardenista se pueden resumir en las siguientes líneas: educación orientada hacia la vinculación de la escuela con los sectores mayoritarios de la población y los problemas concretos de la sociedad, como cimiento para la construcción de una sólida unidad nacional; educación para formar y capacitar los cuadros calificados técnicos y profesionales, requeridos para el desarrollo de la industria, el agro y los servicios; educación para contribuir al mejoramiento de las condiciones materiales de vida de los trabajadores, logrando una distribución más equitativa de la riqueza; y, educación para garantizar la independencia y soberanía del país, a partir de un mayor desarrollo de las fuerzas productivas y del fortalecimiento de la cultura y de los sentimientos nacionales.

El nivel de justicia en estos planteamientos radicaba en que no se tenía la ingenua pretensión de resolver todos los problemas del

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