El Consumo

En el siguiente ensayo mostramos el análisis del texto leído “El consumo me consume” de Thomas Moulian, un conocido sociólogo y ciencista político chileno, que en su obra habla sobre el desenfreno que vive nuestro país frente a la necesidad del consumo hedonista, la necesidad, el deseo, el despilfarro y la satisfacción de adquisición.

Chile es un país que está en vías de desarrollo, es un país que está creciendo en muchos sentidos, lo que también abarca en el consumo de todas las personas.

Todas las personas nos sentimos satisfechas, felices, y de alguna manera sentimos un placer cada vez que adquirimos algo que deseábamos, pero ¿realmente todo lo que consumimos es necesario en nuestras vidas? O ¿será que nos estamos convirtiendo de a poco en compradores compulsivos?

Obviamente el problema jamás será el simple hecho de consumir, de comprar algo, el verdadero problema viene después, cuando nos convertimos en compradores hedonistas, o sea que compramos solo buscando placer, no por una real necesidad, ejemplos claros de hoy en día son la compra de celulares, televisores, autos; si bien los que tenemos funcionan de buena manera y sin problemas, después de un tiempo compramos otro nuevo, porque la tecnología siempre está en avance y sacando al mercado cosas, que aveces nisiquiera son mejores que las que ya teníamos.

Nuestro país aspira a tener un sistema de consumo hedonista a nuestro parecer, pero creemos que es una injusticia que sea así, porque hay un gran sector de la población que carece de recursos o vive con el sueldo mínimo, y ellos también deberían tener los “privilegios” del consumo.

“La pobreza no es nuestra responsabilidad sino la de los pobres que no han sabido aprovechar las oportunidades. La modernidad nos permite consumir sin remordimiento y sin peligro, lo que es más importante. Los pobres tienen que entender que sin ricos no se necesitarían jardineros, ni se construirían edificios, ni se darían propinas a la salida de los restaurantes.” (24. Tomás Moulian. El consumo me consume.)

Debido a que todo gira en torno al consumo no es posible una igualdad en este sentido, el que tiene más, consume más, así de simple. En la televisión vemos los comerciales de las tiendas, los productos, incitando al consumo, dando a entender que “esto es lo mejor”, lo que necesitas para vivir bien, o para “estar a la moda”, lo que genera un deseo hacia los objetos, las personas que tienen los recursos las compraran, pero las que no, caerán en los robos o en la falsificación de los productos para así lograr la satisfacción.

El mercado ha logrado cambiar el sentido de las fechas importantes como el día de la madre o el padre, o el día del niño y la navidad, que antes no eran tan materialistas, sino que de recogimiento familiar, de momentos agradables que han sido convertidos en fechas picks para el consumismo, la gente compra obsesivamente porque creen que así es mejor, y se le da un giro total a estas fechas importantes, cosa que no debería ser así.

Quizás una de las mejores maneras de vivir y consumir seria de manera estoica, comprar lo necesario y no solo buscando ser o estar mejor, un comprador estoico es casi indiferente a la publicidad de los productos, no siente esa necesidad de poseer lo que en la televisión muestran, y esto es lo bueno, porque logran dominar sus deseos, posponiendo esa “necesidad” de comprar, y así administran mejor lo que tienen y lo realmente necesitan.

Actualmente el mundo está basado en un sistema capitalista y globalizado, con problemas de exceso de consumismo. El capitalismo es un sistema socioeconómico en el cual los medios de producción y distribución son de propiedad privada y con fines de lucro. Las decisiones relativas a la oferta, la demanda, el precio, la distribución y las inversiones no son tomadas por el gobierno.

Nuestro país posee un sistema económico neoliberal, el cual está basado en el sistema capitalista, por lo que también su principal característica es la de la privatización, y este modelo lleva casi 40 años en Chile, desde 1975.

En nuestro sistema económico de mercado tenemos mucha libertad en el acto de producción y consumo, este exceso de libertad, nos ha llevado a pecar de “un consumo desproporcionado e inadecuado”. Existen diferentes razones por las cuales el consumismo ocupa una posición fundamental en nuestras vidas, una de estas es que las necesidades son ilimitadas, que podríamos decir que es la principal razón, nos entrega satisfacciones emocionales, es decir, lo material es capaz de lograr en nuestras vidas, un montón de sentimientos positivos y entre más consumo, más sensación de bienestar tenemos.

Cuando las grandes empresas se dieron cuenta

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