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El Desarrolo Historico De Mexico


Enviado por   •  24 de Septiembre de 2014  •  2.477 Palabras (10 Páginas)  •  210 Visitas

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Introducción

La docencia es una de las profesiones más antiguas y nobles. Casi nunca un profesor o profesora se incorpora a la profesión porque quiera fama, dinero o un trabajo simple. La docencia, bien practicada, es diametralmente opuesta al trabajo ideal. Es en realidad un "antitrabajo": difícil, demandante, poco reconocido y no muy bien remunerado. Es por ello que tanto en México como en muchas partes del mundo los profesores suelen ser personas comprometidas y dedicadas que incluso llegan a poner de su propio dinero para comprar materiales y, en consecuencia, marcar diferencia en sus estudiantes y de sus familias. Para saber los orígenes de: la familia, de un país, de un personaje, de una guerra y destruir sus mitos, hacer comparaciones y descubrir para construir; ya que hablar de historia implica que su enseñanza debe evitar las prácticas que privilegian la memorización de nombres y fechas; para priorizar la comprensión temporal y espacial de sucesos y procesos. Se debe trabajar para que todo aquél que tenga interés en la historia miren el pasado y encuentren respuestas a su presente; consideren que los conocimientos históricos no son una verdad absoluta y única, a partir de comparar diversas fuentes y descubrir que existen distintos puntos de vista sobre un mismo acontecimiento histórico. También significa estudiar la historia global, la cual examina las relaciones que existen entre la economía, la política, la sociedad y la cultura, con protagonistas que van desde la gente del pueblo hasta los grandes personajes. Desde esta perspectiva la historia, creo yo, contribuye a valorar el legado histórico, al desarrollo y fortalecimiento de valores, así como la afirmación de la identidad nacional en las personas interesadas en el estudio de la historia. El conocimiento histórico permite entender y analizar el presente, así como planear el futuro, aproxima al alumno y/o persona con interés en el estudio de la historia a la comprensión de la realidad y a sentirse parte de ella, como sujeto histórico. Para concluir te puedo comentar que la historia hace del aprendizaje un proceso de construcción permanente, tanto personal como social. Los mexicanos nos sentimos orgullosos de nuestra cultura, de nuestra raíz y estamos comprometidos con nuestra patria y con el mundo, el preservarla en todas sus manifestaciones sean sitios arqueológicos, lenguaje o tradiciones culturales. Conocer nuestra historia es conocer nuestra identidad como mexicanos, no podemos llamarnos mexicanos si no conocemos nuestra historia, conocer nuestra historia es conocer nuestro pasado, comprender nuestro presente y mejorar nuestro futuro. Tenemos una historia envidiable y fascinante, somos un país con historia, con un pasado tan orgulloso como glorioso. Siempre tenemos que inflar nuestro pecho, lleno de orgullo y satisfacción, por ser de una patria que no tiene igual, una patria que ha sido una de uno y otros, México es nuestro y merece renacer. De todos es sabido que en el presente año, México conmemora dos acontecimientos históricos de sobrada relevancia, no tan solo histórica, sino también de alto significado político y social. El primigenio, tiene que ver con el inicio y consumación de la independencia de México. Lo que nos lleva, a repasar la forma, el tiempo y el modo, en que nuestro país se convirtió en nación soberana, las luchas internas y externas que tuvieron que librarse para encontrar caminos que permitieran definir la forma constitutiva del Estado mexicano, asunto sobradamente complejo. El otro, La Revolución Mexicana, sin duda un acontecimiento mayor, también plagado de luchas armadas e ideológicas, que costaron lamentablemente muchas vidas, y que hasta la fecha, dividen a la gente de este país y polarizan, pensamiento y discurso de políticos e intelectuales. Ambos y muy significativos hechos.

La importancia de la educación en México

Para lograr el progreso que el país requiere son necesarios los cimientos de una buena educación; las carencias de los alumnos de todos los niveles conducen a un estancamiento económico y social. Para que México avance es necesario hacer un análisis de cuáles son los factores que se lo están impidiendo y uno de ellos sin lugar a dudas es la educación.

Si se analiza  el desarrollo de cualquiera de los países desarrollados en el mundo, se llegará a la conclusión de que la base de todos y cada uno de ellos ha sido el desarrollo de su educación en todos los niveles, desde enseñar a los niños a leer y escribir como planear todos los niveles de su educación: primaria, secundaria, preparatoria, escuelas técnicas y universidades. De esa forma se cuenta con la materia prima necesaria para insertar al material humano en todos y cada uno de los sectores de la economía. Una de las cosas más tristes es constatar, que en lugar de ir mejorando, cada vez el material humano nos llega con menos conocimientos fundamentales para emprender sus estudios superiores. Claramente, el problema está ubicado en los cimientos de esa educación: lo primero es la enseñanza de la lectura en cuanto a claridad, pronunciación y comprensión.  Lo segundo es dotar a los alumnos de un vocabulario que comprendan y vayan ampliando y consolidado en cada uno de los años hasta integrarse en la vida laboral. La ortografía es una de las áreas en donde se detecta un gravísimo problema. Hay ocasiones en que en la presentación de los curriculum de los jóvenes hay tantos errores, que les hace imposible obtener oportunidades de tipo laboral.  Si no se maneja bien la lengua materna, el aprendizaje de las demás será cada vez más endeble. En toda esta etapa es fundamental la colaboración de todos: los padres en las casas, inculcando a sus hijos la importancia de la lectura y la adquisición de una responsabilidad en el cumplimiento de los deberes y de sus compromisos; en la escuela primaria, la responsabilidad de los profesores en el cumplimiento de sus obligaciones. Esos seis años son fundamentales para asentar todos los conocimientos fundamentales con que deben contar los niños. Actualmente, cuentan con la tecnología que les facilita mucho el aprendizaje, pero para ello deben de saber que no se trata solamente de reimprimir los materiales textualmente, sino que deben de llevar un proceso de análisis y selección de contenidos junto con la aportación de sus propias conclusiones. Hay otro factor que ha sido muy menospreciado y que es fundamental y es el de la memoria. Se empezó a criticar y a no enseñar a los educandos como ejercitar su memoria. Además que, para una auténtica toma de decisiones, es necesario conocer datos reales para fundamentar las opiniones y actos sin lanzarse a opinar sin  tener bases para ello. ¿Cómo trabajan las computadoras? En base a la memoria que ha sido hecha de acuerdo a como funciona el propio cerebro humano. Se dijo que lo importante era el análisis, ¿pero qué y cómo van a analizar los estudiantes si carecen  de la información necesaria para llevarlo a cabo? Si dotamos a nuestros alumnos de una sólida primaria, les será más fácil el avance en los próximos niveles. Es muy triste constatar que llegan a todas las universidades alumnos que fallan en actividades tan fundamentales y primarias como es la aritmética, para después  fracasar con  el cálculo y todos los niveles de matemáticas. Otra área todavía más grave de desconocimiento es el de la historia. No conocen su país: como surgió desde la antigüedad hasta este momento.  Es triste ver en ocasiones que los turistas saben más de nuestras culturas prehispánicas que nosotros mismos. Y no se diga un desconocimiento de lo sucedido en el siglo XX. Se limitan a repetir los eslogans de políticos y las críticas, en varias ocasiones sin fundamento y se dejan manipular terriblemente a la hora de tomar decisiones. Es ya el momento de que todos tomemos nuestras responsabilidades como profesores y padres, pero lo más importante es que los alumnos tomen conciencia desde muy pequeños de que ellos son los que tienen que colaborar, desear aprender y no irse con  el engaño de discursos sin fundamento. Tienen que ser conscientes de que el desarrollo del país va  a estar en sus manos y que si por diversos tipos de intereses les ha convenido mantenernos en la ignorancia, urge que todos subsanemos ese error. Si cada uno toma su responsabilidad a conciencia: los padres a dirigir y supervisar; los docentes a enseñar, continuando con su preparación a lo largo de toda su vida laboral; y los alumnos el  obtener lo mejor de los conocimientos de sus docentes, habremos empezado a retomar el auténtico camino de una buena preparación. Todo esto se debe de hacer en todos los niveles: primaria, secundaria, preparatoria y universidad.  Si los cimientos son sólidos no tendremos ningún problema para ir creciendo.  Para aquellos que ya se encuentran en esos niveles tendrán que hacer un mayor esfuerzo, pero dándose cuenta de sus numerosas y graves carencias y tratar de subsanarlas acercándose a los docentes que les puedan ayudar a llenar esas lagunas de conocimiento que tienen en la actualidad. ¿Cómo entonces explicamos las imágenes de 'profesores' agitados, rompiendo ventanas, vandalizado locales y prendiéndoles fuego?, ¿O tomando carreteras sin ninguna consideración al daño económico que le causan a aquellos que dependen del flujo de tránsito para subsistir?, ¿Son esos los 'modelos' que queremos para nuestros hijos? El problema es uno mucho más de fondo que el de la actitud de los profesores de nuestro país. Considero que la problemática es un sistema que por décadas ha recompensado la politiquería y el conformismo, que ha permitido que un sindicato opaco y antidemocrático tome control de la educación en México; que en vez de empoderar a los docentes comprometidos, los obliga a doblegarse ante la voluntad de líderes sindicales y políticos de los que depende su promoción o su propio trabajo.  ¿Quién puede culpar a un profesor que durante 20 o 30 años ha avanzado y de alguna manera ha tenido éxito en un sistema inicuo, cuando de pronto se le dice que van a cambiar las reglas? Por supuesto que este docente luchará a capa y espada para mantener el sistema, torcido, o como sea, pero en el que ha avanzado. Uno de estos cambios pasa por modificar la balanza de toma de decisiones, por crear un sistema educativo que ponga a aquellos que están mas cerca del proceso —alumnos y alumnas, padres y docentes—, en control del mismo. Un sistema que le otorgue voz a los estudiantes y a los padres y empodere a los docentes a brindar la mejor educación posible a cada uno de sus alumnos y alumnas. Esto no es tarea simple ni inmediata. Cambiar un paradigma educativo que pone a los niños en el centro del proceso comienza por cambios fundamentales en los modelos de formación y capacitación docente.  El profesor del siglo XXI debe aprender a dejar de ser un experto, un director de orquesta que simplemente vacía conocimientos en sus alumnos y alumnas. Debe convertirse en un educador: un facilitador y un mentor que no solo informa, sino que forma, que le da a los niños las herramientas para investigar, descubrir, crear e innovar. Actualmente, el profesor "experto" es obsoleto, ya que me atrevería a decir que cualquier estudiante tiene en la punta de sus dedos más información de la que cualquier experto pueda tener.  Hoy en día son necesarios docentes que enseñen a los niños a pensar de manera crítica, a evaluar el gigantesco cúmulo de información al que tienen acceso, a transformar su sociedad de manera constructiva y positiva. Son necesarios educadores que sean mentores y modelos en el proceso de aprender a aprender. Una vez que tengamos una nueva generación de educadores, de profesores mentores, los cambios en el salón de clase ocurrirán también de manera gradual. Poco a poco dejaremos de ver clases "homogéneas", en las que esperamos que todos los niños aprendan el mismo contenido, al mismo tiempo y con la misma metodología —una propuesta evidentemente ridícula a la que nos seguimos aferrando—, y empezaremos a ver espacios educativos en donde cada niño aprenda acorde a distintos estilos de aprendizaje y también a ritmos distintos.   Solo niños que sean capaces de aprender a aprender, que sean críticos e innovadores, que estén dispuestos a tomar riesgos y ser creativos, tendrán éxito en este mundo globalizado y digital, y podrán llevar a México a la vanguardia y competitividad necesarias para crecer. En la era de la economía del conocimiento, es indudable que el mayor activo con el que puede contar una nación es la educación; que constituye la fuerza motriz para la prosperidad. No es posible negar que los resultados mostrados por los diversos órganos de evaluación educativa, tanto nacionales como internacionales, han evidenciado un fracaso del sistema educativo nacional, que no ha sabido dar respuesta a las necesidades de la población de desarrollar el potencial humano y las competencias para afrontar los retos de la nueva realidad que estamos viviendo.

Los niveles elementales de la educación son, indiscutiblemente, los más importantes: tanto por la mayor cobertura, como por la transcendencia que reviste una formación básica de calidad que constituya las raíces de la formación del pueblo de México. Muchos compatriotas posiblemente no tengan la oportunidad de acceder a la educación superior, pero con las competencias necesarias para valerse por ellos mismos, para aprender por cuenta propia y adaptarse a un mundo cada vez más complejo y cambiante, etc. se encontrarían en una mejor situación para lograr su realización plena, tanto personal como laboral. Los profesores de estos niveles deben estar comprometidos, motivados, con la conciencia plena de su sentido existencial de dedicarse a la tarea más importante Se considera a México como un país de enormes contrastes económicos, en el que no se ha logrado llegar a un crecimiento económico sostenido, ya que en el país prevalece la desigualdad y algunas regiones asemejan zonas norteamericanas antes de la Segunda Guerra Mundial. Si no se corrige este lastre de poco le servirá la apertura comercial y la solidez macroeconómica en su afán de integrarse al grupo de países desarrollados. Seguramente una de las razones de la mala educación de nuestro país es que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha mantenido a través de los años como prioridad, la defensa de sus prácticas corporativas e intereses en detrimento de la calidad educativa. Además, la mayoría del gasto en educación se dirige al pago de salarios; es decir, 90 por ciento del gasto en el sector se destina a nómina, la tasa más alta dentro de los países de la OCDE, mientras que los recursos para construcción y mejoramiento de escuelas son de los más bajos dentro de la organización. Así, queda poco dinero para desarrollar planes y programas de mejora continua, desarrollo efectivo de competencias para la vida, formación y capacitación de profesores, materiales didácticos, etc para finalizar esta conclusión pararemos a decir que la educación en México siempre estara en lucha por mejorar asi lo comprueba su historia.

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