El Siglo De Augusto

El segle d’August lo escribió Pierre Grimal y lo tradujo al catalán Ricard Bonmatí en su primera edición de 1999. Está editado en Barcelona por Edicions 1984 y cuenta con 132 páginas. El título de Augusto lo obtuvo en el año 27aC cuando fue nombrado prínceps senatus. Con anterioridad ya estuvo en el poder en 43aC aunque compartiéndolo con Marco Antonio y Lépido cuando formaron el Segundo Triunvirato, un año después de la muerte de César. Este triunvirato supuso la división del poder de la Republica: Octavio controlaba Occidente, Marco Antonio Oriente y Lépido las provincias de África. Un año antes gobernar conjuntamente se enfrentaron por ocupar el puesto del dictador, pero siendo los tres cesarinos, vieron que su disputa favorecía a los asesinos de César y decidieron unirse por cinco años y perseguir a los homicidas. Esto provocó la Tercera Guerra Civil de la República Romana. A pesar de la colaboración conjunta, Augusto, por aquel entonces conocido como Octavio, aprovechaba cualquier situación para obtener más apoyo entre el Senado y la población ya que sabía que Antonio tenía más apoyo en Roma a pesar de estar gobernando en Oriente. Una de estas oportunidades fue la proclamación divina de César en el 42 aC, pues siendo Octavio hijo adoptivo y nieto de este, se proclamó como “Hijo de un ser divino”. Octavio empezó a tener más apoyo gracias a la victoria contra Sexto Pompeyo y a la pacificación de la población en Occidente. Antonio mientras tanto perdía seguidores por las derrotas contra los partos y el pensamiento por parte del Senado que era un títere de Cleopatra. El Triunvirato acabó en el 33 aC y en el 32, Marco Antonio es declarado enemigo público. El Senado y Octavio le declaran la guerra, iniciándose así la Cuarta Guerra Civil de la República Romana. Un año después, Octavio logra entrar en Alejandría y tras el suicidio de Antonio y Cleopatra sale vencedor y proclamado cónsul.

Desde este momento hasta su muerte en 14 dC, su mandato fue conocido como pax augustal pues el Imperio después de haber sufrido 20 años de guerras civiles gozó de paz, siendo en las fronteras de los ríos Elba y Danubio los únicos lugares donde se produjeron enfrentamientos contra los bárbaros. Otra característica de su mandato fue la reforma política que modificó las instituciones obsoletas y creó un gobierno que era efectivo en la práctica. Los senadores y los cónsules dejaron de ser la cabeza del gobierno y simplemente eran entes administrativos a pesar, que como en la República, poseían todas las provincias del Imperio a excepción de Hispania, Galia y Siria. Su principado, más que monárquico era aristocrático y en su persona concentraba todos los poderes republicanos. Realizó una reforma económica, que afectaba sobre todo en el sistema de impuestos para evitar que el dinero fuese a parar a los bolsillos de los recaudadores. Durante todo su mandato se preocupó de recuperar las tradiciones romanas y de modernizar la capital del Imperio. Se inició la edad dorada de la literatura y las artes romanas, siendo sobre todo la literatura lo más destacado de su mandato y perdurando hasta nuestros días. Mecenas, consejero y confidente de Augusto, rodeó al emperador de un círculo de intelectuales como Horacio, Virgilio Propercio, entre otros, para que escribiesen gestas bélicas alabando la figura de Augusto. A pesar de la influencia de Mecenas, estos escritores fueron bastante independientes

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