El problema de la realidad transformada: mentira y fragmentación
Enviado por Natalia Salvatierra • 4 de Diciembre de 2017 • Ensayos • 1.119 Palabras (5 Páginas) • 231 Visitas
Medios y opinión pública
SINOPOLI – Unidad 1
La realidad mediática
El problema de la realidad transformada: mentira y fragmentación
Cualquier representación de un hecho o fenómeno de la realidad nunca es análoga al original, independientemente de las intenciones de quien la produce.
En cualquier representación el autor agrega no solo su propósito sino también el sentido inevitable dado por las características del instrumento que utiliza. Imposible hablar de igualdades entre un objeto y el mismo objeto representado, inclusive en aquellas circunstancias en que se busca máxima fidelidad.
Umberto Eco, diferencia la información de la noción comunicada de esa información. La información consiste mas en lo que puede decirse que en lo que se dice.
El grado de transformación de la realidad se acentúa cuanto más complejo es el instrumento y el método de representación. En fotografía, cine, televisión u otros sistemas de producción de imágenes, la realidad comienza y termina donde los límites del instrumento de representación lo disponen.
El problema de la realidad transformada presenta, entonces, dos vías elementales para su instauración:
- Las tergiversaciones determinadas por las características del artificio de representación, y
- La parcialización de las dimensiones del objeto real mediante límites establecidos arbitrariamente.
La tergiversación deliberada aumenta cuando el depositario es un emisor claramente tendencioso y de cuyos propósitos advierte la experiencia de recepción.
En 1950 Domenach marcaba frente a la búsqueda de un remedio para la “perversión solapada de los canales de información, establecer un estatuto universal de la información y una autoridad internacional que tenga poder para verificar los hechos confirmados y desmentir públicamente las falsas noticias.
Las reglas de juego de la mentira, como concepto clave en el estudio de los procedimientos de manipulación de la información, forma parte de lo “esperable”, rasgo distintivo de la discusión pública o privada.
Durandin define mentira desde una perspectiva comunicacional, partiendo de la diferencia entre el conocimiento, la realidad y el discurso:
La propaganda y la publicidad no se reducen a la mentira, ya que pueden echar mano a toda una serie de procedimientos (de persuasión). La mentira es probablemente el más eficaz, debido a que, cuando tiene éxito, pasa desapercibida.
La mentira consiste en dar voluntariamente a un interlocutor una visión de la realidad, diferente de la que uno mismo tiene por verdadera.
La realidad es el objeto mismo del que se habla, y que según los casos es más o menos difícil de conocer, la verdad, por su parte, es una relación entre el conocimiento y la realidad. Llamamos conocimiento verdadero al que se es el más fiel posible en relación con la realidad considerada.
Los modos de consecución de la mentira como instrumento de persuasión suelen clasificarse en diferentes operaciones y suboperaciones. Las cuales son supresión, reducción, deformación y exageración.
Supresión: de las características reales del objeto representado, a través del dibujo como especie básica de simulación. Se considera la supresión de los elementos específicos que posibilitarían situar con claridad el ambiente.
Reducción: equivale a una síntesis esencial de las características de un sujeto o fenómeno, por las cuales es posible identificarlos. También la posibilidad de identificar una idea a través de un fragmento de esa idea es un recurso contenido teóricamente por una de las denominadas figuras retoricas.
Deformación: las personas o las situaciones pueden someterse a este proceso cuando las características con que se representan son inusuales. (ej.: Uno fotografía capta un gesto “desacostumbrado” o “raro” de un ministro establece, en la apariencia, la posibilidad indudable de que ese gesto haya sido esbozado, cuando en verdad pudo haber formado parte de la transición entre una postura “normal” y la siguiente, también “normal”.
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