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FUNDAMENTOS DE PEDAGOGÍA

GerryBarbosaRea23 de Febrero de 2015

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MAESTRÍA EN DIRECCIÓN DE INSTITUCIONES EDUCATIVAS

FUNDAMENTOS DE PEDAGOGÍA

UNIDAD 2

Tema 2

Objeto material y formal de la Pedagogía

El tema de una ciencia se define por su objeto material y formal.

Objeto material de una ciencia es la cosa que se estudia

Objeto formal de una ciencia es el aspecto de la cosa que se estudia.

Desde diversas perspectivas científicas e ideológicas a lo largo de la historia estas cuestiones se han planteado. Sin embargo, la Dra. Villalobos nos recuerda que la reflexión sobre la Pedagogía debe tener como base una muy clara concepción de quien es la persona humana debido a que es ella, el principio y fin de este proceso

La primera lectura:

Concepto de Pedagogía. Sujeto, Objeto y Medio de la Pedagogía. Campos de conocimiento de la Pedagogía. de Villalobos, Marbella en “Didáctica Integrativa”, pp. 14 – 18, Ed. Trillas, México

nos indicará cuál es el objeto material y formal de la Pedagogía y nos introducirá al estudio de la Antropología Pedagógica como centro del quehacer educativo.

La Pedagogía, sustento de la Didáctica.

CONCEPTO DE PEDAGOGÍA

Pedagogía Es la ciencia y la técnica de la orientación de las personas en la vida, para que sepan y logren vivir bien.

La pedagogía tiene su antecedente en la paideia como ideal educativo de los griegos.

Al distinguir los conceptos de pedagogía y educación, se puede considerar a la primera como ciencia (fundamentos), tecnología (mediación) y praxología (aplicación), y adjudicar a la segunda las características de hecho y actividad.

La pedagogía representa un esfuerzo de reflexión sobre la práctica pedagógica: reflexión y acción. Por tanto, la pedagogía representa el aspecto teórico y fáctico de un mismo proceso humano.

Así, al ser un conjunto sistemático de conocimientos relativos a un objeto determinado, la pedagogía es la ciencia de la educación, y como tal, es un conjunto sistemático de conocimientos relativos a un objeto de estudio: la educación.

La ciencia de la pedagogía tiene una delimitación precisa del campo educativo, utiliza métodos adecuados al estudio de la educación, y elabora de forma coherente los resultados que expresa por medio de leyes.

Su objeto material, que es lo que estudia, es la educación, y su objeto formal, que hace referencia al punto de vista desde el que estudia, es la cientificidad de la educación.

La pedagogía, como ciencia de la acción educativa, no es simplemente descriptiva o interpretativa de una realidad existente, sino de una reflexión crítica, prioritariamente proyectiva, tendiente a dar sentido, redefinir y ofrecer una fundamentación permanente al conjunto de prácticas educativas. Es una respuesta inédita y eficaz a las aspiraciones crecientes de humanización de las personas y a las exigencias de transformación del medio social dentro del cual se inserta.

La pedagogía como ciencia es la reflexión crítica y sistematizada de la educación.

La pedagogía, como ciencia normativa pero fundamentalmente proyectiva, debe responder permanentemente a interrogantes que constituyen y definen sus mismos fundamentos y la razón de ser de la educación.

SUJETO, OBJETO Y MEDIO DE LA PEDAGOGÍA.

La pedagogía tiene un sujeto de estudio propio, la persona humana, la cual tiene la necesidad de desarrollar sus áreas cognoscitiva, afectiva y de habilidades, en la búsqueda de un perfeccionamiento continuo. La tarea del profesional de la educación es coadyuvar al logro de este objetivo.

Por eso, así como el “sujeto” de estudio de la pedagogía es la persona humana, su “objeto” es la educación.

La acción educativa en la persona se lleva a cabo, básicamente, por medio de la didáctica, que es el arte de enseñar y, fundamentalmente, aprender, como consecuencia de aprender a pensar porque se conoce para llegar a la verdad.

La pedagogía, como reflexión y técnica de la educación, realiza su acción educativa por medio de la didáctica, la cual, a su vez, retoma los fundamentos teóricos de la reflexión pedagógica y los deriva en la práctica concreta por medio de la técnica de la educación.

2.1. La persona humana

Habiendo declarado que la Persona Humana es el principio y fin del estudio científico de la educación, conviene reflexionar brevemente en quién es esta. Será una lectura de la misma Dra. Villalobos quien nos amplíe este punto.

LECTURA

ANTROPOLOGÍA PEDAGÓGICA: PERSONA HUMANA

“Didáctica Integrativa y el proceso de Aprendizaje”

Elvia Marveya Villalobos Pérez – Cortés

Pag. 19 y 27

ANTROPOLOGÍA PEDAGÓGICA: PERSONA HUMANA

FORMACIÓN HUMANA

El acto educativo se dirige específicamente a la persona humana: a su inteligencia y a su voluntad. Educar lo repetible de la persona huma¬na, como son las matemáticas, la hidrografía o los sistemas del cuerpo humano, es fundamental, pero educar lo irrepetible, como el ser educa¬do en y para el ejercicio de una libertad responsable o en su permanente ejercicio volitivo, es insoslayable. En esencia, ofrecerle una educación moral es la exigencia de la educación de hoy.

El objetivo se centra en señalar el sentido de la educación como ta¬rea esencialmente humanizadora1 y humanística.

La tarea educativa del profesional se dirige a la persona humana en cuanto a cómo potenciar sus capacidades y cómo superar sus limitacio¬nes; si hacemos referencia a una didáctica integrativa, las técnicas por sí mismas pueden presentarse sin asidero alguno en el terreno de la neutra¬lidad desde el punto de vista humano, mientras que las humanidades nunca lo hacen. Descubrir el fin valioso de las metodologías didácticas a la luz de los saberes humanísticos es nuestra propuesta; en esencia, una didáctica integrativa que ayude y esté al servicio de los aprendizajes sig¬nificativos de la persona humana.

La exigencia moral para la persona humana encuentra una ayuda en la didáctica para adquirir y desarrollar un criterio orientador y corrector a un orden, y le proporciona los medios para satisfacer sus necesidades conforme a su fin último.

Estudiar a la persona humana nos ayuda a sustentar los conceptos antropológicos que fundamentan la didáctica.

PERSONA HUMANA

En la sociedad digitalizada en que vivimos, se nos exige buscar la luz en nuestro propio interior. Asistimos al desarrollo espectacular y exacer¬bado de una tecnología de punta, en donde el hombre se siente cada vez menos en su casa, en el mundo, porque éste es cada vez menos humano; en donde se requiere de un humanismo de punta, en el que el ser huma¬no habrá de optar por volverse él mismo un "punto luminoso"; en donde la globalización y la tecnología han dejado su impronta, puesto que no llegaron solas, sino acompañadas de una frustración inmensa y de abun¬dantes pistas falsas. . Sin embargo, la década de 1990 pasará a la historia como el decenio en que Internet empezó a permitir que nos "conec¬táramos",2 y es en este contexto, reconocido como era del espectáculo, donde el hombre de hoy es el hombre de la tecnología.

En la actualidad, es importante usar celular o Internet, pero ello no forma el criterio, y el riesgo es convertir a la tecnología en un fin por sí misma.3

Lo anterior no pretende constituirse en un llamado a desechar las computadoras, sino más bien a cambiar a partir de volver a estudiar a la persona humana y profundizar en su esencia, con un fuerte llamado al humanismo.4 Tampoco equivale a decir no a la tecnología y sí al hom¬bre, sino pensar que la formación deseable es aquella que integra con¬tenidos tecnológicos con humanísticos (de formación estricta y perso¬nal), que ayuda al logro de personalidades adaptadas al nuevo entorno pero sin renunciar a sus atributos específicos que les distinguen precisa¬mente como "humanas".

Estudiar a la persona humana desde la dimensión y objeto de la di¬dáctica nos exige analizar nuestra postura antropológica de la naturaleza humana, frente a las condiciones socio culturales y de desarrollo tecno¬lógico que vivimos.

Obviamente, en una época de nuevos conceptos y en ello tenemos el ejemplo de la multidisciplinariedad, el concepto de persona y sus im¬plicaciones es más amplio y profundo. Nuestra propuesta en un primer momento es profundizar en la esencia y naturaleza de la persona, así como reconocer que las dimensiones personales que hoy se le asignan se en¬cuentran en la esencia del ser personal, es decir, en sus atributos propios.

Desde el momento en que se concibe un nuevo ser humano, recibe toda la naturaleza humana, y con ella, toda su dignidad; por tanto, el hom¬bre ya es persona aun antes de nacer; esa persona es una unidad compues¬ta de alma y cuerpo, y aunque ambos son dos realidades distintas, forman una unidad inseparable de acuerdo con su índole espíritu-corpórea.

En el alma se ubica la espiritualidad: la inteligencia

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