Grupo Insulgente

Con un jean azul oscuro, zapatos negros y una chompa ploma se encuentra de pie en la Facultad de Comunicación Social el militante del movimiento “Alfaro Vive Carajo” (AVC), de una manera amable mientras hay un apretón de manos recibe al entrevistador invitándole a pasar a la sala de profesores de la institución mencionada, muestra confianza al tomar la silla y sentarse; su brazo derecho lo apoya sobre el espaldar de la silla y el izquierdo sobre la mesa, su rostro indica inquietud por saber las instrucciones de dicho trabajo, al retirar los lentes de su rostro menciono si necesitaba saber un tema específico o si preferiría relatar en pastillitas pastillitas su participación en el movimiento.

Un esferográfico de color azul sujeto con las dos manos sobre la mesa, respira y fija la vista con mucha confianza sobre el mismo esferográfico, diciendo.

Yo ingrese en enero del ochenta y cinco, entonces allí cuando tú ingresas; le regresa a ver al entrevistador y él escucha con atención, yo fui enlazado por relaciones de un compañerismo fuerte y de confianza, un compañero mío de universidad y como también fue en el colegio San Gabriel, digamos distanciados por las galladas de cada uno pero éramos amigos, él era sociales por ejemplo yo era físico, en ese tiempo de colegio se empezó a desarrollar una línea de solidaridad con las luchas del Centroamérica conformándose un frente oligárquico por la razón que la revolución caraguense que se ocurrió en ese tiempo.

Con las manos en movimiento con un rostro de alegría relata, yo era adolecente en ese tiempo y salía a las manifestaciones, Ecuador era un país con manifestaciones cada semana con lucha de los trabajadores básicamente en la década de los ochenta y con la naciente articulación de movimientos que era el de los indígenas que era el más fuerte.

Encontrando una basura sumamente pequeña sobre la mesa, la recoge con sus dos dedos y comienza a destruirla, le cuenta que en el momento que él ingreso a la universidad a la facultad de agronomía, su compañero ya estaba en los (AVC) y le invito a participar de este movimiento, donde él tenía una convicción de solidaridad con las luchas de Centroamérica y apegado a las luchas insurgentes para llevar a delante una propuesta democrática radica, donde los Alfaro veían como prioridad de las contradicciones la lucha contra la oligarquía mas no contra la burguesía.

El entrevistador con un tono de voz alta y los brazos sobre la mesa de conversación, pregunta, ¿algún apodo o sobrenombre que haya utilizado en el movimiento? Mientras las palmas de la mano están sobre la mesa el militante cuenta que, cuando entras te pones un sobrenombre porque la persona que te contacta te conoce, pero el resto ya no tiene que conocerte. Se comienza una vida de clandestinidad que es de vida compartimentada, porque hay un riesgo desde un inicio de la lucha que tienes que conocer lo menor posible de lo otro en cuanto a ubicación, porque si te cogen te sacan la madre y vas a decir lo que conoces, pero si eres aguante, puedes quedar en mal estado o te pueden matar a palos como paso también, es por eso que se la denomina como una organización política militar.

Respondiendo a la pregunta el militante recoge los brazos y los cruza uno con otro respondiendo, mi primer nombre que yo tuve fue “Piero” en honor a ese cantante que les canta a los viejos y que era en definitiva mas un cantante que le gustaba a mi enamorada y queriendo como suplir su imaginario, su romance con este cantante en todo caso me puse ese nombre en honor a la pelada como se dice, como ves súper romántico.

Fija la mira al entrevistador contándole, venia de un contexto de protesta, de lucha y de radicalidad, porque creíamos que la democracia tenía que ser radical. Siempre tuve una actividad rebelde, yo no venía de la izquierda clásica más bien, yo venía de la calle, del rock, de los estudiantes en protesta, de pelo largo. Yo comencé a formar parte de lo que era un comando porque la estructura mínima alfarada eran los comandos, entonces un comando era alrededor de cinco o seis personas que teníamos cada uno su sobre nombre y una idea de mando, es decir que había un responsable de nosotros, sabiendo que no había contradicción a la unidad de mando, al rato de actuar se ejecutan las ordenes y se cumplen los objetivos.

Se toma dos segundos de silencio y los codos les apoya sobre la mesa y un apretón de sus dos manos entre sí, relata al entrevistador, con una voz clara y muy segura, yo pertenecí al comando “Naun Briones”, nuestro legado ideológico eran los autores ecuatorianos que nos daban algún referente de formación y decisión de una lucha por el país, no entrábamos de una a un debate marxista, a una lucha de clase, idea del Che Guevara o de lo que pasaba en esa época, sino más bien a un debate de cómo era el país o como debía ser. Nuestro comando tenía una acción de varios tipos de comunicación, promoción, publicidad de la insurgencia, en la que tratábamos de posicionar de alguna manera el mensaje y el contenido de la insurgencia nuestra, entonces tratábamos de hacer pintas, entregábamos periódicos, tomas de radios como también periódicos.

El relato continuo con una ansiedad de explicar las cosas, de una manera clara para que el entrevistador comprenda el mensaje. Estar en un grupo insurgente significa no solo sobrevivir, sino más bien en posicionar tu proyecto, tienes que demostrar confianza en la gente, que el proyecto es viable, demostrar que eres capaz de enfrentarte al enemigo, de hacer una correlación de fuerza social que te permita seguir acumulando fuerza, no solamente militar sino más bien social y política.

El entrevistador con el interés del tema pregunta ¿la primera participación que se encontró o manejo ya dentro del movimiento (AVC)? El militante le planta la mirada y su brazo izquierdo se coloca en un ángulo de noventa grados sobre la mesa y sostiene su cabeza, en la mano derecha recoge el esferográfico haciendo girar de una manera circular contesta la pregunta, mi primera actividad riesgosa fue cuando íbamos hacer la toma de un barrio en el año ochenta y cinco, entonces era la primera vez que iba a participar en una acción grande porque la cosa de tomarnos un barrio era cerrar el barrio, tomarse el retén policial, había una reunión de dirigentes y del barrio, hacer presencia allí, ahí había un emprovit (empresa de productos vitales) sacaban a repartirles a los dirigentes y además dejar todo el barrio lleno de pintas y con nuestros periódicos, además de eso todo comenzaba con la llegada de ese camión, entonces yo no sabía eso yo solo sabía de mi parte, yo solo sabía que ahí iba a ver una presencia en una reunión allí y que yo debía poner una panfletaria, esto significa que nosotros hacíamos una bomba panfletaria

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