Historia de la gastronomia mexicana.

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COCINA MEXICANA

HISTORIA GASTRONOMICA DE LA CIUDAD DE MEXICO DE SALVADOR NOVO

ENSAYO

ALUMNA: CAROLINA DOLORES VÁZQUEZ LEDEZMA

CHEF. URIEL ADOLFO MARTINEZ MARTINEZ

AGOSTO/2016

INTRODUCCIÓN

          En este breve ensayo hablare sobre mi sentir sobre el libro  “Cocina Mexicana: Historia de la Gastronomía de la Ciudad de México” de Salvador Novo.

          En base a lo que leí, puedo claramente decir que la comida no es sólo una de las expresiones más claras de la cultura de cualquier pueblo sino la más colorida y agradable a los sentido y es así como la comida mexicana es una de las muestras más objetivas de nuestra cultura.

           En la comida del México actual, se resumen en gran parte nuestra cultura, la grandeza de nuestra historia y el colorido de nuestras tradiciones y esto es lo que trata el autor de hacernos sentir a través del recorrido que realiza en su obra, desde los nahuas en el México Prehispanico hasta la época contemporánea, pasando por distintas época.

En el libro Cocina Mexicana: Historia de la Gastronomia de la Ciudad de México, Salvador Novo nos lleva a una recorrido por las distintas etapas de la cocina mexicana comenzando en el México Prehispanico, donde es de destacar la sobriedad de los nahuas en su alimentación. Tenian una alimentación especial para cada edad y su base eran las toritillas.

Me llama la atención por ejemplo, que de esas épocas viene una tradición o costumbre que aun tenemos, los itacates (itácatl), es decir esa comida que se preparaba en casa por la  mujer y que llevaba al marido para todo el día. Y por ejemplo, ya en épocas posteriores, los grandes banquetes o comidas se dejaban para celebraciones o días especiales, y como ahora se mandaban hacer invitaciones, se contrataban músicos con tiempo, se preparaban las flores, el bar, meseros, tal  como en nuestros días.

Asi vamos avanzando en el relato de Novo, y vemos que el primer banquete español en México tuvo por ejemplo algo nuevo, la carne de cerdo, que no hubiera sido nada sin los tantos chiles y especias que por aquí teníamos.

Al principio, los españoles solamente querían comer los alimentos que conocían, pero los mexicanos no tardaron en enseñarles a ampliar sus horizontes culinarios, de manera que ambas culturas se mezclaron y las preparaciones a base de maíz y chile fueron encontrando su lugar en las mesas españolas.

Despues de la Conquista y ya con esa mescolanza de productos mexicanos y españoles, se dio una dualidad, como ejemplos: el etole y cacao que se combianron con el piloncillo y la leche, las tortillas que al recibir el espolvoreo del chorizo se transformaron en garnachas, chalupas, sopes, chilaquiles, enchiladas, molotes etc. El queso y la crema enriquecieron unos simples frijoles o rajas. Nacieron también las quesadillas y asi muchas cosas mas que fueron transformando la gastronomía mexicana.

Aprendi también que Colon probo el chile y lo transporto a Europa, pero en sus versiones mas dulces o insulsas, aunque comenzaron a formar parte de los banquetes en España; por citar un ejemplo, cuanto no mejora un bacalao a la vizcaína al introducirle los chiles mexicanos.

Es de admirar también la importancia del aguacate y el tomate a los cuales les dedica Novo unas cuartillas debido a que fueron y son muy importantes para la gastronomía mexicana pero también influyeron en la mundial, por ejemplo a los italianos para sus multiples salsas.

Despues nos platica el autor a cerca de siglos posteriores(16 al 18) donde la alimentación cambio, los mexicanos eramos delgados y apenas comíamos lo suficiente para sobrevivir, mientras que los españoles al hacer miles de combinaciones y mezclas con lo que ya tenían y teniendo el dinero para comprarlo todo comenzaron a engordar. Esto también debido a que en su mayoría andaban a caballo mientras que los mexicanos caminábamos a falta de un animal propio.

La esbeltez se volvió síntoma de enfermedad, ser gordito era considerado sano y signo de opulencia.

Del te, me llama la atención la leyenda de Dharme, el príncipe hindu budista que hizo un voto de dormir por varios años, siendo el sueño el que lo vencería, y al despertar para evitar quedarse dormido en un loco acto se arranco los parpados. Al dia siguiente, los pedazos de piel dieron nacimiento a una planta, sobre la cual puso sus ojos desnudos y como milagros nacieron nuevos parpados. En agradecimiento beso la planta, lo que lo hico sentir serenidad y placidez. Hizo una infusión con las hojas de aquella hierba y asi nacio el te. Por eso se dice que el te “es tan ligero como los parpados de Dharma”.

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