Keiko Fujimori: perfil de la candidata presidencial de Fuerza Popular

Actitudes vemos, intenciones no sabemos

Todos sabemos que, al llegar a los 18 años, tomamos la posición de un ciudadano, dando así el paso hacia la adultez, siendo esto representado por la transición del DNI amarillo al DNI azul. Con este último obtenemos la responsabilidad de tomar con conciencia el deber ciudadano de elegir a un representante del país que llevará el cargo de presidente por 5 años. Además, si hablamos de este deber, también se tiene que mencionar acerca de la historia de la crisis política en el Perú. Llevamos periodos largos con un Estado el cual no ha sabido manejar bien a un país como el nuestro. Más han sido los intereses personales de los que han llegado al poder. Por ejemplo, encontramos diversos casos que relacionan a presidentes, congresistas, parlamentarios, alcaldes y muchos más con temas de corrupción. Muchos de estos han terminado en la cárcel y el pueblo peruano se siente traicionado por tantas faltas que estos han cometido a la confianza que se les brindó con el voto a su favor. Tanto así, que con el paso del tiempo se empezaron a formar grupos que iban en contra de partidos políticos que habían cometido crímenes de corrupción hasta de terrorismo y muchos otros daños más causados al Perú. Cabe resaltar que tiempo atrás no existían muchos partidos políticos. Por lo tanto, si unos iban defraudando al pueblo, otros nuevos iban naciendo con la promesa de mantener el poder justo y eficaz. Y es así que los peruanos se cansan de lo mismo de siempre y se forma una esperanza en la mente de estos, ya no en los partidos políticos, sino en las figuras políticas. Siguiendo así la famosa “búsqueda del inca”.

Por lo tanto, empecemos hablando de la confianza que se le sigue dando a personas de este tipo que bien pueden ser títeres de su partido político o su partido político es títere de esta figura política. Pero… ¿Por qué sucede esto? ¿Cuándo aprenderemos la lección? Una de las causas de este problema es la improductividad por parte de los espacios públicos y los debates de ideas. Recordemos que en el Perú ponerse de acuerdo en estos temas es muy difícil, pues existen diversos pensamientos los cuales terminan en un enfrentamiento. Acá podemos mencionar acerca de los pensamientos de izquierda, derecha, centro y así. Sabemos muy bien que estos terminan en intensas discusiones que, en su mayoría, son generadas por los jóvenes de hoy en día. Cabe recalcar que mantenerse en discusión no es malo, más bien hace que mayor población se interese por investigar y termine cumpliendo su rol como ciudadano. Sin embargo, podemos notar que esta tendencia a la división de la población se ha maximizado dado que, como planteamos anteriormente, con la búsqueda del inca las personas han dejado de ver a los partidos políticos y se han empezado a concentrar en la individualidad del candidato y como lo que este manifiesta se acomoda a sus ideologías, pues terminan dándoles un voto a favor. Esto puede ser claramente visto en la situación política actual del Perú. Por ejemplo, un buen porcentaje de los votantes de la izquierda en la capital del país pasaron de votar por la ex candidata Verónika Mendoza, a la cual veían como una figura mesiánica que venía a revolucionar la política en el país apelando esta a la empatía y a un discurso cargado de populismo, a darle su confianza al candidato Pedro Castillo. Esto sucede por como este se presenta ante los medios como el hombre que ha venido a respaldar a los sectores más olvidados del país y como su ideología de izquierda le permitiría reformar el país, siguiendo así con las mismas características de la campaña de la ex candidata Verónika Mendoza, pues terminan accediendo a su confianza. Por otro lado, vemos a la población votante de la derecha que pasó de centrar sus votos en figuras políticas como Hernando de Soto y Rafael López Aliaga, las cuales eran caracterizadas por su soberbia y egolatría basadas en su nivel de conocimiento y experiencia en el área de la economía hacia su propia persona durante sus campañas políticas, a tener una intención de voto dirigida hacia la candidata Keiko Fujimori la cual comparte en su campaña estas tendencias centradas en lo económico y dejando de lado el aspecto social.

Siguiendo con lo planteado, procederé a hacer un pequeño análisis de estas dos situaciones presentadas anteriormente. En primer lugar, mencionaré acerca del candidato Castillo el cual, como se mencionó antes, cuenta con el apoyo de los votantes del partido encabezado por la ex candidata Verónika Mendoza, pero ¿Está este apoyo realmente justificado? Para contestar esta pregunta empezaremos dejando en claro sobre quien es Pedro Castillo y quienes son las cabezas detrás de su partido. José Pedro Castillo Terrones, candidato a la presidencia, nació el 19 de octubre de 1969, en el poblado de Puña, provincia de Chota, ubicada en el departamento de Cajamarca. Su carrera política comienza en el año 2002 cuando fue candidato a la alcaldía de Anguía por Perú Posible, partido fundado por el expresidente Alejandro Toledo. Sin embargo, su candidatura no prosperó. Más tarde, en el año 2005, se convirtió en miembro del Comité de Cajamarca de Perú Posible, una militancia que duró 12 años hasta el 2017, cuando la inscripción de la agrupación política fue cancelada y el partido disuelto. Finalmente, en el 2020, confirmó su participación para las elecciones presidenciales del 11 de abril de 2021 por Perú Libre, partido que tiene entre sus filas a Dina Boluarte y al exgobernador regional de Junín, Vladimir Cerrón. Ahora, conociendo estos detalles sobre la vida de Pedro Castillo, profundicemos en una de las personas más importantes en las filas de Perú Libre, Vladimir Cerrón. Este hombre es el principal motivo por el cual podemos llegar a la conclusión de que el voto de la izquierda peruana está cegado, ya que esta persona ha manifestado abiertamente comentarios a favor de dictaduras de izquierda alrededor del mundo y soltando algunas declaraciones que van en contra de los planteamientos de, por ejemplo, la ideología de género que presentaba la ex candidata Verónika Mendoza, por lo que identificamos de esa forma que realmente el voto a Castillo es un voto el cual ignora por completo la coherencia ideológica y va más por el camino de lo emocional ligado al rechazo que le tienen a la candidata Fujimori.

...