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La Alta Edad Media


Enviado por   •  2 de Mayo de 2012  •  3.526 Palabras (15 Páginas)  •  952 Visitas

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UNIVERSIDAD AUNTONOMA DE SINALOA

FACULTAD DE HISTORIA

LICENCIATURA EN HISTORIA

HISTORIA DEL ARTE Y LA LITERATURA II

LA ALTA EDAD MEDIA: ISAAC ASIMOV

ARQ. MARTIN SANDOVAL BOJORQUEZ

VANESSA QUETZAL SALAS ORTEGA

CULIACAN, SINALOA A 22 DE ABRIL DEL 2012

Introducción:

Edad Media, término utilizado para referirse a un periodo de la historia europea que transcurrió desde la desintegración del Imperio romano de Occidente, en el siglo V, hasta el siglo XV. El término implicó en su origen una parálisis del progreso, considerando que la edad media fue un periodo de estancamiento cultural, ubicado cronológicamente entre la gloria de la antigüedad clásica y el renacimiento. La investigación actual tiende, no obstante, a reconocer este periodo como uno más de los que constituyen la evolución histórica europea, con sus propios procesos críticos y de desarrollo. Se divide generalmente la edad media en tres épocas, solo se toma en cuenta en este ensayo la Alta Edad Media que Isaac Asimov describe en su libro del mismo nombre. La Alta Edad Media fue en el transcurso del siglo XI cuando las continúas guerras, las sucesivas oleadas de invasores y otros hechos que incidían en la seguridad de las poblaciones, determinó el establecimiento del feudalismo, cuyas raíces se remontaban a los últimos tiempos del Imperio Romano. Este es un ensayo que contiene las ideas que para mi son importantes y las cosas que a mi se me quedaron de esta lectura, tal vez no sea mucha pero es lo que yo sinceramente comprendí.

Desarrollo:

En el siglo II d. C. el Imperio Romano había llegado a su apogeo, tan poderoso y vasto como era posible imaginarse, para conservar el dominio de sus territorios necesitaba mantener grandes ejércitos distribuidos por todas sus fronteras. La ambición de poder por parte de los generales de estos ejércitos provocó grandes y sangrientas luchas por el poder, como por ejemplo Juliano quien en el 560 condujo su ejército al otro lado del Rin e hizo tres incursiones por la misma Germania. Derrotó y humilló totalmente a las tribus. Para sus hombres, era Julio César redivivo. Cuando el emperador Constancio, cada vez más celoso, trató de debilitar a Juliano retirándole algunas de sus tropas, los soldados, llenos de excitación, proclamaron emperador a su general. Estaba por comenzar otra guerra civil, pero Constancio murió antes de poder presentar batalla, y Juliano, después de un breve reinado, murió en una campaña contra Persia. Cada general pretendía ser emperador. Además los soldados ya no eran fuertes, patriotas y disciplinados como lo eran antes y sumado a esto nos encontramos con un pueblo pobre y totalmente desmoralizado.

Teodosio I, fue el último emperador de todo el imperio, hizo acuerdos con los visigodos, porque incapaces de llevar adelante una lucha eficaz, estos se convirtieron al cristianismo arriano. Teodosio, además de otorgar tierras a los visigodos, cultivó cuidadosamente la amistad de sus jefes y antes de morir, en 395, Teodosio dividió el Imperio entre sus dos jóvenes e incapaces hijos. El mayor, Arcadio, se convirtió en el emperador romano de Oriente; el menor, Honorio, en el emperador romano de Occidente. Cada uno tuvo un protector germánico: Estilicón asumió el poder en el oeste, mientras un guerrero llamado Rufino lo asumió en el este. La capital del imperio de oriente fue la ciudad llamó Constantinopla, fundada por Constantino, con la intención de asegurar la estabilidad del imperio. Roma fue la capital de occidente. En el 375 los pueblos bárbaros comenzaron a invadir más seguidamente a Roma, ya que la veían disminuida y su vez, ellos debían huir de otro pueblo muy fuerte y guerrero que bajaba desde Asia y era comandado por su rey Atila: los hunos.

Pero luego, cuando la autoridad imperial empezó a derrumbarse en el oeste, después de la incursión de Alarico por Italia, el obispo de Roma surgió como la única autoridad fuerte en la ciudad. Este hecho se hizo dramáticamente evidente cuando el huno Atila se abrió camino hacia Roma. El emperador de Occidente sólo era una sombra, pero el obispo de Roma era el enérgico León I. Lo fue desde 440 hasta 461. Era un individuo fuerte y dominador, que persiguió las herejías con vigor y trabajó incansablemente para elevar el nivel educativo y moral del clero. La voz papa (que significa padre) era una manera común de dirigirse a los sacerdotes en Italia, y en la época de León I surgió la costumbre de hablar de él como de el sacerdote, el Papa, con P mayúscula. León I es llamado a veces el Padre del Papado, en el sentido de que fue el primero en reclamar efectivamente el liderazgo de la Iglesia. Los hombres de otras provincias occidentales dominadas por extranjeros arrianos se dirigían al Papa como su única ayuda. Así, aunque su poder real estaba limitado a Italia, la influencia de León se extendió por todo el Occidente. Fue León quien marchó al encuentro de Atila cuando nadie más osó hacerlo, y fue León quien trabajó para atenuar los efectos del saqueo de Roma por el vándalo Genserico.

El imperio de occidente día a día se vio más débil y consecuentemente más amenazada por los bárbaros, hasta que por último Odoacro, el 4 de septiembre del 476 obligó a abdicar al emperador Rómulo Augústulo. Odoacro no se molestó en elegir un nuevo títere imperial; sencillamente, él mismo tomó el poder en Italia.

Fue ésta la razón por la cual a menudo se considera el 476 como la fecha de la caída del Imperio Romano. Pero esto es falso. Nadie por entonces consideraba que el Imperio Romano había caído. Era evidente que existía y que constituía la mayor potencia de Europa. Su capital estaba en Constantinopla y su emperador era Zenón.

Clodoveo fue hijo de Chilperico I y rey de los francos; Clodoveo era uno de esos hombres que, al subir a un trono, sólo pensaban en guerrear y hacer conquistas. La obsesión que lo impulsaba era expandir sus posesiones todo lo posible, y empezó a buscar el mejor sitio por el cual empezar. En 486, Clodoveo derrotó a Siagrio en una rápida batalla, y así el último trozo de territorio romano de Occidente cayó en poder de los germanos. Clodoveo se lo anexionó

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