La desintegración económica ha generado un desarrollo en México

La globalización es un fenómeno que ha generado la integración de las economías mundiales, es decir, ha promovido la integración del comercio internacional al poner en práctica los principios de la Organización Mundial de Comercio (OMC), los cuales son: liberar el comercio sin discriminación, con previsibilidad, es decir transparencia y estabilidad; promover la competencia leal e impulsar el desarrollo.

México es uno de los miembros de esta organización internacional desde 1995; tomando en cuenta su incorporación desde 1986. Mismos en lo que se observa un remonte en el Producto Interno Bruto del país, como se observa en la siguiente gráfica:[pic 1][pic 2]

[pic 3]

Es decir, México desde su incorporación a un organismo internacional empieza a desarrollarse económicamente; sin embargo, bajo un régimen de maquila o como es llamado actualmente: outsourcing.

Este fenómeno tiene como finalidad desintegrar la producción para minimizar los costos, aumentar la productividad y aumentar su eficiencia. México durante esa época se volvió un mercado atractivo para realizar inversiones significativas; ya que las regulaciones para operar bajo la tercerización de procesos se tornaron más flexibles. Tal fue el caso en la década de los ochenta, donde se aprueba en 1989 un Decreto para el Fomento y Operación de la Industria Maquiladora de Exportación^[1], el cual tenía como fin exportar toda la producción generada dentro del país. Así mismo, la firma del TLCAN influyó en el auge de esta figura; ya que las previsiones contenidas permitían a las compañías trasnacionales localizarse en México e importar insumos sin arancel alguno, producirlos a salarios precarios y exportarlos tanto a Estados Unidos como Canadá con arancel preferencial.  

Las compañías transnacionales que predominaban en México eran estadounidenses, las cuales correspondían al 46%, mientras que los 42% a las mexicanas y el resto eran asiáticas. Éstas a su vez, generaron empleo que representaba alrededor, 3.4% del empleo total y 28.6% del empleo industrial.

Por lo tanto, no es de extrañarse que México se encuentre entre los países potencia en ensamblaje; ya que los datos expresan que éste se ha ido desarrollando desde hace décadas. No obstante, ¿realmente la desintegración de la producción ha generado un desarrolló en el país?

El papel de México ha sido fundamental durante los últimos años a nivel internacional, se ha convertido en exportador, socio comercial, y proveedor de varias naciones, entre otras actividades que le abrieron las puertas del mundo a México. Pudiendo considerarse como elemento de mayor importancia al hecho de la globalización, cambiando el panorama por completo del país. Si bien es sabido que la globalización conlleva ventajas y desventajas, es así mismo considerar como este hecho marco una pauta de integración del comercio a nivel mundial, pudiendo México adoptar y aprovechar los mejores elementos de la misma.

La manera en que el país logro un lugar dentro del comercio internacional fue por el aprovechamiento de la globalización y sus efectos, siendo dentro de este mismo rubro que comenzó su carrera comercial mediante un elemento llamado especialización vertical, siendo este el que define que cada nación logra tener un área de fortaleza para el comercio internacional, demostrando así su ventaja comparativa. Provocando esto, que México logre estar en la mira de la inversión extranjera y la movilidad de trabajo, ya que cuenta con una alta capacidad de mano de obra y un costo extremadamente económico, volviéndose atractivo para la industria internacional.

La movilidad de trabajo o terciarización siendo un efecto de la globalización, al introducirse al país logró integrar a las pequeñas y medianas empresas a los procesos de manufactura y ensamble de bienes, mejorando la calidad de los productos de la empresa que contrata ya que se enfoca en sus procesos, y las empresas comiencen a mejorar su productividad y competitividad, disminuyendo costos fijos y aumentando la productividad, generando esto como resultado un incremento de  empresas transnacionales que comienzan a observar a México como un país de oportunidad.

Es de considerar que los efectos de la globalización han permeado de forma importante la realidad laboral mexicana contemporánea provocando aproximadamente que 40% del empleo formal generado en el país se realiza a través de outsourcing, algunas ciudades del país han emergido como centros importantes de outsourcing en el mundo y hay más de cuatro millones de mexicanos que trabajan en empresas de outsourcing.

Esto tiene como resultado que la desintegración de la producción a nivel internacional recaiga en México, ya que este cuenta con una capacidad laboral y oportunidades salariales positivas para las empresas, y así mismo que el desarrollo de México comience a impulsarse ya que se denota un incremento en su inversión extranjera, se fomenta el empleo, y la población comienza a tener una estabilidad económica.

Al observar al país dentro de una posición económica y comercial, la relación que México ha desarrollado con su producción, no ha logrado alcanzar los objetivos hacia una plenitud económica que logre una estabilidad tanto en la población como en el país. A lo largo de los años el país se ha visto en situaciones las cuales provocan la creación de una adecuación al sistema con base a políticas, normas, reglas o reformas, siendo estas las precursoras y responsables del desarrollo en México.

La globalización en México se comporta como un catalizador para dar paso a la desintegración de la producción, poniendo a México en una posición en la cual afirmativamente se recibe mayor inversión extranjera y fomenta la creación de empleos, pero sitúa al país como un actor ensamblador no productor, provocando que el desarrollo nacional no se concentre en el país, sino en las mismas empresas transnacionales. Actualmente la intermediación laboral que es un producto de la globalización es más y más requerido en México, esto ha traído consigo beneficios y repercusiones en las empresas y en la economía del país.

Las empresas en México que han contratado el servicio de terciarización han reportado una oscilación y una reducción del 40 % y 50 % en costo de oportunidad. Entre las organizaciones que más han optado por este servicio se encuentran principalmente las automotrices, de energía, servicios públicos, salud, manufactura, entretenimiento y telecomunicaciones. Sin duda las empresas se han visto en la necesidad de recurrir a este tipo de servicios por la crisis económica del país.

Dentro de este elemento de la globalización, la terciarización da paso a la defraudación fiscal en el país es que impacta en la productividad de las empresas que contratan estos servicios y por ende daña a los trabajadores de estas causando daño colateral a los ciudadanos nacionales que dependen de ella para subsistir.

...