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La educación y la dictadura militar


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2018  •  Ensayos  •  2.046 Palabras (9 Páginas)  •  138 Visitas

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I.P.E.S. “Paulo Freire” 

Profesorado de Educación Primaria 

 

 “La Educación durante la Dictadura Militar”

Historia Política y Educacional

Prof. Flores, Rodrigo



 Jaime, María Paula 

 

2º año 

20/11/18 

INTRODUCCIÓN:

En este ensayo se tratará de hacer un recorrido por lo que es y fue nuestro sistema educativo, como así también se tratarán de hacer visibles las reformas y diferentes protagonistas que intervinieron en la creación y cambios que sufrió la Ley de Educación. Del mismo modo se tratará de ir relacionando cada uno de estos momentos con el contexto social que se vivía. Ya que la educación siempre se vio afectada, y en pocos casos favorecida, por el gobierno que se encontraba de turno. Provocando de esta manera que todo el peso de las consecuencias cayera de lleno sobre el sistema educativo, teniendo que hacerse cargo docentes e instituciones.

Se hará especial hincapié en lo que fue la educación durante la dictadura militar de 1.976 liderada por el Teniente General Jorge, Rafael Videla, la cual trajo consigo torturas, miles de muertes, desaparecidos, persecución y censura. Considero que un pueblo debe tener memoria para no volver a repetir su historia. Y si bien en ese momento el gobierno defacto llegó al poder con el acompañamiento de un sector de la sociedad, debido a que en el mundo se encontraban imperantes las ideas del anarquismo y socialismo heredadas de las ideologías de Carl Marx, no sería de sorprenderse que en el mismo inconsciente colectivo vuelvan a surgir estos pensamientos (pedir que vuelvan los militares al gobierno), como está pasando en el país vecino, Brasil.

DESARROLLO:

El 24 de Marzo de 1976 todas las escuelas de la Argentina cerraron sus puertas. El gobierno militar, luego de derrotar a Isabel Martínez de Perón, había llegado a lo más alto de la esfera política para desplegar su violencia mediante un plan sistemático de secuestros, detenciones, desapariciones y apropiación de bebés.

Acá me gustaría remarcar que considero que esta fue una de las épocas más tristes, oscuras y brutales que vivió nuestro país, dejando secuelas que hasta el día de hoy no podemos estabilizar.

Para la educación, el terrorismo de Estado significó un estricto control. Ya que estos consideraban que la escuela era el lugar especialmente apto para que surgieran ideas “subversivas”. Esto a causa de sus ideologías de funcionamiento, aplicadas en todos los ámbitos sociales, que sostenían que todo lo social era político y lo político subversivo, y ¿Qué era eso que denominaban subversivo? Aquello que consideraban que pretendía alterar o destruir la estabilidad del país. Y todo lo subversivo, debía ser eliminado. Por ello según las encuestas recogidas por la CONADEP casi el 6% de los/as desaparecidos eran docentes, y el 21% estudiantes.
La represión en la escuela se hizo presente de muchas formas. Por ejemplo a través de la desaparición de personas pertenecientes al ámbito educativo (que anteriormente mencionaba), la prohibición de centros estudiantiles y un riguroso control del disciplinamiento cotidiano. Ya nadie más se podría vestir como quisiera. El pelo largo y la barba en los hombres; y la utilización de Jeans y accesorios en las mujeres, no estaban permitidos.
Este periodo se caracterizó en el plano educativo por la censura aplicada de forma definitiva a los últimos proyectos democráticos que aun existían, para poder así imponer su ideología a través de la censura de libros, autores y contenidos que iban en contra o no compartían sus políticas de Estado. Así mismo a nivel socio - económico comienza un estrechamiento del Estado y la privatización de la función pública, el deterioro en el trabajo público y el desmantelamiento a la industria nacional. Dando comienzo así al traspaso definitivo de las escuelas fiscales a las distintas jurisdicciones de una manera totalmente desordenada, echando abruptamente a “los nuevos pobres” del sistema educativo, aumentando así la deserción y en analfabetismo en el país, algo que ya prácticamente estaba erradicado.

Acá me gustaría frenar para poder hablar de la Ley 4874, más conocida como la ley Láinez sancionada en el año 1905 bajo el gobierno Quintana, la cual lleva el nombre de su impulsor Manuel Láinez, periodista y político argentino quien fundó y dirigió el periódico El diario” y quién más tarde se posicionó como diputado y senador nacional. La misma autorizaba la apertura de establecimientos educativos en las distintas provincias del territorio argentino que así lo solicitaran, para lograr de este modo universalizar la educación. La cual con el tiempo arrojó como resultado la disminución de la tasa de analfabetismo reinante a la mitad.

Cabe aclarar que dicha ley nace como complementaria a la ley 1420 vigente en el país desde 1884, bajo el gobierno de Julio Argentino Roca. La cual después de muchas discusiones sostiene que la escuela debe ser laica, gratuita y obligatoria solo en territorios dependientes del Estado Nacional: Capital Federal, Chaco y la Patagonia. Por qué hago referencia a que trajo consigo aparejadas muchas discusiones, porque los sectores más conservadores se enfrentaban a los políticos laicos que aseguraban que para lograr la homogeneización que se pretendía, luego de la llegada de los inmigrantes, era necesario no imponer cuestiones religiosas, ya que todos practicaban distintos dogmas.
Con la Ley 1420 y la Ley Láinez, rigiendo en simultáneo comenzaron a coexistir sistemas educativos de diversas jurisdicciones (nacional, provincial y privado). Quienes tenían diferencias en el costo de la matricula, en el pago de los sueldos a los docentes, y en el currículum imperante, por ejemplo. Generando desequilibrios regionales. Hacia 1930 el 30 % de las escuelas que estaban bajo la órbita nacional, mostraban mayor calidad educativa que la que brindaban las escuelas provinciales.

Volviendo a la educación en la época de la dictadura, me gustaría recalcar que fue durante este periodo en donde se deroga la ley Láinez, luego de varias disputas entre Provincia y Nación. Llegando a su fin en el año 1970.
En el año 1977 el nuevo Ministro de Educación Juan José Catalán sostenía que la crisis que se encontraba atravesando el país (a causa del endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central) se debía a una “problema espiritual” de los argentinos. Por ello pedía (e imponía) la renovación en los hábitos mentales y una adecuación a las pautas de comportamiento a los valores cristianos. Y como nombraba anteriormente, el también consideraba que los subversivos trataban de establecer sus vínculos en el área pedagógica y que entre los docentes era el lugar más apropiado para su avance. Por esto se comienza un ataque hacia los contenidos escolares, enseñando la religión católica a través de la materia “Formación Moral y Cívica” donde se explicaban y enseñaban principios religiosos, no respetándose así la Ley de Educación imperante.

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