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Los Adolescentes Y El Trabajo


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2012  •  1.432 Palabras (6 Páginas)  •  421 Visitas

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Los adolescentes y el trabajo

Introducción:

La adolescencia es la etapa de la vida de gran importancia para el ser humano. Esta es una edad llena de cambios y conflictos por resolver.

En la primera etapa de la adolescencia estos sujetos necesitan abandonar los objetos de amor para poder ir en busca de otros, fuera de la familia. Es una etapa de crisis y de conformación de la identidad.

La entrada a la adolescencia como dije antes, implica la realización de muchas tareas que antes no lo hacían solos, como viajar, realizar trabajos extraescolares, compartir tiempo con amigos, cumplir algunas tareas del hogar y de esta manera obtener premios que generalmente son “permisos” para salir el fin de semana, o para comprarse cierta cosa.-

En nuestro contexto inmediato es notable que la minoría de los adolescentes que cursan sus estudios en nuestra institución provengan de hogares de bajos recursos económicos. Hay algunos de ellos que realizan algunos trabajos esporádicos a fin de contribuir con el ingreso familiar y hay otros alumnos que no han trabajado nunca, excepto con ayudar a los adultos en las tareas domesticas del hogar.-

Más allá de la situación económica familiar, muchas veces me pregunto: si no estaría bien que nuestros alumnos comiencen a trabajar, y a asumir algunas responsabilidades. Este será el hilo conductor de mi ensayo.-

Con la llegada de la adolescencia y la salida paulatina del hogar el joven empieza a enfrentarse con códigos de conductas y leyes hasta ese momento desconocidas. Si bien en el hogar se les brinda ciertos consejos sobre estas, el adolescente no siempre esta dispuesto a escuchar y necesita probar las cosas por si mismo, accionar con sus propios medios, en la realidad que comienza a descubrir. Un aspecto de esta realidad es el trabajo.

Escucho siempre a algunos padres y colegas al hablar de sus hijos adolescentes, que en la mayoría de los casos menciona que al llegar de la escuela secundaria, su hijo pasa largas horas frente a la TV, la computadora, o su equipo musical. Para colmo, falta poco para que comiencen las vacaciones, y se imagina que esta pereza se mantendrá desde la mañana hasta la noche.-

Ante esta inquietud me he planteado estos interrogantes: ¿Cuándo un chico deja de ser un chico, y puede comenzar a trabajar? ¿Cuál es la diferencia entre el trabajo recreativo y el trabajo forzoso? ¿Es bueno que un joven cuente con su propio dinero, y no deba rendir cuentas a sus padres? ¿Desde la escuela estamos contribuyendo a favorecer el ingreso al mundo del trabajo? ¿Las competencias que logran nuestros alumnos son adecuadas para el mercado de trabajo?

En nuestro país las leyes permiten trabajar a los jóvenes sólo a partir de una determinada edad. Estas regulaciones raramente se cumplen, en gran parte por la crisis económica ya que los alumnos de las familias más carenciadas y que no poseen ningún tipo de beneficio social (pensión, jubilación, asignación, plan, etc.) trabajan, pero esta es una minoría ya que el estado se ha encargado de “asistir” a todas las familias y de brindar “planes a los jóvenes” que de ninguna manera contribuyen a generar conciencia en la juventud de prepararse para insertarse al mundo laboral.

Sin embargo, los motivos por los que esta minoría de jóvenes trabaja son claramente por la situación económica y social que vive el país, incluso desde niños, y se ven obligados a desempeñarse en cualquier tipo de actividad, para poder sustentarse.

A modo de responder a mi interrogante sobre “si no estaría bien que nuestros alumnos comiencen a trabajar, y a asumir algunas responsabilidades”

Considero que la respuesta a estas preguntas gira en torno de dos puntos:

1. Puede tratarse de un trabajo que contribuye a su desarrollo integral, sin interferir en su actividad escolar, recreativa y descanso.

2. Un trabajo que se da en condiciones de explotación con horarios prolongados que obstaculizan la educación; que se realiza en la calle en malas condiciones, con remuneraciones inadecuadas y exceso de responsabilidades que afecten el desarrollo social y psicológico. Puede ser malo si el trabajo del adolescente se convierte en un problema cuando la labor repercute negativamente en su salud general, su alfabetización, su autoestima, su identidad grupal y su capacidad de distinguir el bien del mal. Si el joven desea trabajar, lo ideal sería que comiencen a trabajar con sus propios padres, o algún amigo de mucha confianza para que no exista

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