Malvinaas Hoy

Introducción

Al empezar a realizar el tema sobre la cuestión Malvinas hoy, me pareció lícito buscar cierto enfoque. ¿Por qué no encontrar mi rumbo poniendo en evidencia el rol histórico de cada uno de los Estados en cuestión? ¿Acaso esto no demuestra de cierta forma una hojeada de nuestra identidad? Digamos que todos sabemos cuáles son los roles históricos en cuanto a la “ley del más fuerte” ¿Estamos dispuestos a aceptarla, a estar conscientes de nuestra sumisión, de nuestra dependencia? Creo que se debería aprovechar la posibilidad de saber dónde estamos parados para ver que se puede llegar a pensar.

Hoy en día el reclamo Argentino por las Malvinas se ha convertido en la gran bandera Latinoamericana contra el colonialismo. Más allá de las intenciones de los Estados, para nosotros la lucha contra el imperialismo y el colonialismo constituye un elemento central en la estrategia de liberación de los pueblos, sobretodo cuando se trata de acabar con piezas clave en el tablero de ajedrez mundial de los poderosos.

Las Malvinas forman parte de un complejo de enclaves marítimos coloniales que le permiten al Reino Unido mantener un poder de mar a mar en donde sigue siempre teniendo la luz del sol. Junto a las islas Georgia del sur y Sándwich del Sur, las Malvinas son parte del bastión inglés en el Atlántico Sur, con una gran importancia geopolítica al permitirles cercar el Estrecho de Magallanes, el Canal de Bagle y el Paso de Drake, es decir, la ruta sur de tránsito marítimo, la mejor alternativa en caso de que se viese imposibilitado el uso del Canal de Panamá. Desde este punto en el mar, el Reino Unido se posiciona estratégicamente además para proyectar sus intereses sobre la Antártica, en donde reclama un territorio que actualmente le corresponde a Chile y Argentina.

Si nos manifestamos a favor del fin al colonialismo inglés en Malvinas no es porque creamos que la clase dominante argentina tiene el derecho ella a ejercer el control sobre dicho territorio, sino porque es una reivindicación que forma parte de la lucha de los pueblos de América en contra del imperialismo y de sus sirvientes

La posición del Reino Unido respecto al imperialismo ha sido determinante para constituir en Latinoamérica una cierta conciencia, una hermandad, una unión de defensa. Seguramente esta es la razón por la que los países del MERCOSUR manifiestan la soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, y cada vez son más los países que la defienden, pero también rechazando los actos de violación por parte del Reino Unido de exploración y explotación sobre la plataforma de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.

Creo que esto es importante para conocer quiénes somos respecto a la cuestión de Malvinas, repitiendo, ¿Estamos dispuestos a aceptarlo?

Creo que cada uno de nosotros sabrá cual debería ser nuestra autonomía, si salir del tedio o no, si empezar a buscar la llave para salir de esta jaula llena de sangre, o simplemente seguir cerrando los ojos y aplaudir.

El 6 de noviembre de 1820, el Coronel Daniel Jewett, desde Puerto Soledad (ex-Puerto Louis), formalizó la posesión de las Malvinas en nombre del gobierno del Río de la Plata. El oficial actuando en nombre del gobierno de Buenos Aires ocupó las islas invocando el principio de uti possidetis. Este principio, según lo entendían los estados latinoamericanos a principios del siglo pasado, definía la soberanía territorial en base a

los antiguos límites administrativos coloniales .Los juristas europeos y norteamericanos no aceptan, en general, este principio. Para ellos el criterio de soberanía esta dado por la ocupación efectiva del territorio.

Cuando por la gloriosa revolución del 25 de mayo de 1810 se separaron estas

provincias de la dominación de la Metrópoli, la España tenía una posesión material

en las islas Malvinas, y de todas las demás que rodean al Cabo de Hornos, incluso la

que se conoce bajo la denominación de Tierra del Fuego, hallándose justificada

aquella posesión por el derecho del primer ocupante, por el consentimiento de las

principales potencias marítimas de Europa y por la cercanía de estas islas al

Continente que formaba el Virreynato de Buenos Aires, de cuyo Gobierno

dependían. Por esta razón, habiendo entrado el Gobierno de la República en la

sucesión de todos los derechos que tenía sobre estas Provincias la antigua metrópoli,

y de que gozaban sus virreyes, ha seguido ejerciendo actos de dominio en dichas

islas, sus puertos y costas a pesar de que las circunstancias no han permitido ahora

dar a aquella parte del territorio de la República, la atención y cuidados que su

importancia exige, pero siendo necesario no demorar por más tiempo las medidas

que pueden poner a cubierto los derechos de la República, haciéndole al mismo

tiempo gozar de las ventajas que pueden dar los productos de aquellas islas, y

asegurando la protección debida a su población; el Gobierno ha acordado y decreta:

Artículo 1: Las islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar

Atlántico, serán regidas por un Comandante Político y Militar, nombrado

inmediatamente por el Gobierno de la República...

Es en esta ocasión en la cual nuestro país ha fundamentado en forma expresa sus derechos, partiendo de los siguientes cuatro puntos:

• España poseía las islas previamente,

• esta posesión había quedado justificada por el derecho de ocupación,

• las principales potencias marítimas así lo habían reconocido,

• las islas en cuestión se hallaban próximas al territorio del antiguo virreinato.

(distintos intentos de demostrar la soberanía del llamado virreinato).

Aquí es donde los

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