POPULISMO
contigoysinti22 de Junio de 2014
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Gabriel Poveda Ramos, acerca del caudillo en Gaitán, el hombre y su pensamiento (1988).
El 16 de marzo de 1919, los artesanos de Bogotá se tomaron las calles de la ciudad, elevando sus voces de protesta ante una medida tomada por el entonces presidente Marco Fidel Suárez, por la cual se contrataba en el exterior la confección de unos uniformes para las Fuerzas Armadas. El choque con la policía no se hizo esperar, y la sangre corrió libre por las vías de la capital. El saldo: 7 muertos, 15 heridos y un eco, que rebotando en las paredes se dejaba escuchar “¡viva el socialismo!”.
Aquel día se dice que el socialismo cobró sus primeras víctimas en el país, pero además del trágico recuerdo de aquella fecha, también quedó en la memoria de aquellos que lograron sobrevivir la voz poderosa de un joven de apellido Gaitán, que desde sus primeras intervenciones dejó bien claro que llegaría muy lejos, porque creía en lo que decía.
Veintiún años antes de ese incidente, el 23 de enero de 1898, en el seno de una modesta familia en Bogotá, Manuela Ayala y Eliécer Gaitán recibieron a Jorge Eliécer Gaitán, un hombre que se proclamaría como un pueblo.
La familia Gaitán vivía humildemente de los ingresos del padre en una pequeña librería y de la madre como maestra de escuela pública. Allí, en la escuela donde enseñaba su madre, el joven Gaitán comenzó su vida como estudiante, tomando la educación primaria que terminó en 1910.
En 1913 y a pesar de las dificultades económicas de su familia, Gaitán logró matricularse como estudiante de bachillerato en el colegio de don Simón Araújo. Allí permaneció hasta enero de 1919, cuando se trasladó al colegio de don Martín Restrepo Mejía, donde se graduó de bachiller al finalizar el año.
Para esta época, Gaitán ya se destacaba entre sus compañeros por su fuerte personalidad, su espíritu rebelde y su extraordinaria sensibilidad social, cualidades que lo acompañarían toda su vida y que con el tiempo iría fortaleciendo y añadiendo a la lista nuevos valores.
En 1921 comenzó su carrera de abogado en la Facultad Nacional de Derecho, habiendo participado un año antes en la campaña presidencial del general Benjamín Herrera, ganando su primer reconocimiento público como gran orador. Al ser derrotado Herrera, Gaitán se pronuncia en la Convención Liberal de Ibagué, defendiendo fuertemente las tesis del general, sobre las reivindicaciones en pro de las clases populares y las nuevas ideas que surgían en el mundo sobre justicia social y protección al trabajador, que a su parecer debían ser incluidas dentro del ideario liberal.
En 1924 recibe su grado de derecho, después de presentar su tesis que tuvo como tema el de “Las ideas socialistas en Colombia”, con el cual produjo gran revuelo entre sus profesores y compañeros pero que le fue aprobada después de varios debates gracias a la lucidez de la exposición y a la seriedad de la investigación histórica.
En 1926 viajó a Italia con ayuda económica de su hermano Manuel José; allí se matriculó en la Real Universidad de Roma, en la escuela de Derecho Penal y Criminología, de donde se graduó un año después con una tesis sobre “La premeditación en el delito” que le valió calurosos elogios de sus maestros y un premio de la universidad. Después de viajar por Italia y Francia, volvió al país a principios de 1929.
El año anterior a su regreso, había tenido lugar el trágico episodio de las bananeras de Ciénaga; cuando Gaitán llegó al país, se dedicó durante casi un mes a investigar cuanto pudo acerca del tema. Fue elegido representante a la Cámara, allí expuso durante 15 días de oratoria clara pero fuerte, cuanto había averiguado acerca de la masacre de las bananeras, haciendo reflexionar al liberalismo sobre su verdadero papel como representante del pueblo, y sobre la cuestión social como razón de su existencia.
Desde 1929 y hasta 1932, Gaitán presentó numerosos proyectos de ley en materia social y laboral :el servicio médico a los trabajadores, las vacaciones remuneradas, la propiedad campesina, la ayuda a la niñez desamparada, etc. Algunas de estas propuestas fueron convertidas en leyes en esos años, pero otras muchas fueron rechazadas (de reforma constitucional una de ellas), inclusive por sus mismos copartidarios.
En 1933, decepcionado de su partido, y la apatía general hacia las causas sociales y los intereses reformistas, crea en compañía del representante Carlos Arango Vélez, la Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria, UNIR. Su programa político y económico era el de continuar el camino de reformas e iniciativas de justicia social y muy especialmente transformar las condiciones feudales en que vivían aun los campesinos colombianos.
Sin embargo, su iniciativa no tuvo mucha acogida y al subir a la presidencia Alfonso López Pumarejo, Gaitán optó por abandonar su poco exitosa empresa y en cambio respaldar en la Cámara el programa de López y sus medidas reformistas que en cierta medida se acoplaban al ideal social de Gaitán.
En julio de 1936 fue nombrado como Alcalde de la capital; desde ese puesto pudo poner en marcha algunas de sus ideas en favor del pueblo: abrió numerosas escuelas; creó el desayuno escolar para niños pobres; construyó los primeros barrios obreros de la ciudad; creo una fábrica de calzado para repartir entre estudiantes y trabajadores y pidió al Concejo la municipalización de los servicios públicos, entre otros proyectos.
Pero se vio obligado a renunciar a su cargo, por una huelga de taxistas y ciertas maniobras políticas en el alto gobierno.
En 1940 asumió el cargo de Ministro de Educación, desde donde pudo aplicar a nivel nacional las iniciativas que había llevado a cabo como alcalde de Bogotá.
Desde el Ministerio lanzó la campaña nacional del calzado escolar y fundó numerosas escuelas. Dio especial apoyo a las escuelas rurales. Nacionalizó colegios que trabajaban con dificultades pero que era necesario sostener. Creó el novedoso servicio de las escuelas ambulantes. Abrió en las escuelas públicas la ayuda alimentaria para niños de menores ingresos.
Al año siguiente, 1941, fue elegido senador por la Asamblea del Departamento de Nariño, y se dedicó a defender la candidatura presidencial de su compañero de luchas políticas, el senador Carlos Arango Vélez. En 1942 volvió López Pumarejo a la presidencia de la república, pero en esta ocasión Gaitán en el Congreso combatió al nuevo gobierno por las actuaciones de ciertos amigos y allegados del presidente.
En 1943, Darío Echandía quien asumió el poder ante una ausencia temporal de López, nombra a Gaitán en la cartera de Trabajo, Higiene y Previsión Social. En este cargo, Gaitán se ve obligado a manejar grandes huelgas en el río Magdalena, en Barranca y en Medellín, tareas en las cuales demostró una vez más su gran compromiso con las reivindicaciones de las clases trabajadoras.
En 1944, Gaitán ya era reconocido y aclamado por el pueblo como un gran caudillo. En febrero de ese año renunció al Ministerio de Trabajo y se dedicó a organizar un movimiento político aprovechando la cantidad de personas que se estaban reuniendo en torno suyo, que se identificaban y se sentían respaldadas con sus ideales.
Durante casi dos años recorrió el país abarrotando plazas donde quiera que llegaba, y repitiendo con su verbo elocuente y poderoso su denuncia contra las prácticas indelicadas que él veía en el gobierno, contra las grandes desigualdades de la riqueza, contra la miseria y la mediatización de los campesinos y los trabajadores, contra el “país político” que veía enfrentado al “país nacional”.
Como una extensión escrita de su oratoria hipnotizante, Gaitán funda el periódico “Jornada”, dirigido por su amigo el escritor José Antonio Osorio Lizarazo.
El 15 de septiembre de 1945, en el circo de Santamaría fue proclamada multitudinariamente la candidatura presidencial de Gaitán. Los otros eran Gabriel Turbay, como candidato oficial del Partido Liberal, y Mariano Ospina Pérez por el Partido Conservador.
En las elecciones, celebradas el 5 de mayo de 1946, obtuvo mayoría de votos el candidato conservador. Sin dejarse amedrentar por esto, Gaitán enfoca todos sus esfuerzos a reconquistar el gobierno para el Partido Liberal, al mismo tiempo que Turbay, lleno de decepción y de escepticismo, abandonó el país.
El trabajo continuo y pujante de Jorge Eliécer Gaitán, unificó alrededor del caudillo todo el Partido Liberal, asumiendo Gaitán la jefatura del mismo. A principios de 1947 se reunió una Convención Liberal en Bogotá, que expidió una plataforma de acción legislativa cuya defensa Gaitán inició de inmediato en el Congreso. Desafortunadamente, el recrudecimiento de la violencia política de aquellos años produjo el rompimiento de la Unión Nacional, y la retirada de los liberales de sus posiciones en el gobierno.
Al intensificarse la violencia, con la evidente tolerancia de algunas autoridades regionales, Gaitán organizó en febrero de 1948 una multitudinaria y silenciosa manifestación que recorrió la carrera 7a. en Bogotá, desde el Parque Nacional hasta el Palacio de Nariño. En esta ocasión el gran líder pronunció una de sus más brillantes piezas oratorias, “La Oración por la Paz”. Tres meses después, cuando salía de su oficina sobre la carrera séptima, el 9 de abril de 1948, el gran líder fue asesinado truncando con tres disparos las esperanzas
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