POPULISMO
LETITOR26 de Septiembre de 2012
3.144 Palabras (13 Páginas)602 Visitas
POPULISMO
Del latín populus "pueblo". Es un término político usado para designar corrientes heterogéneas pero caracterizadas por su aversión discursiva o real a las élites económicas e intelectuales, su rechazo de los partidos tradicionales (institucionales e ideológicas), su denuncia de la corrupción política por parte de las clases privilegiadas y su constante apelación al "pueblo" como fuente del poder .
Se puede concebir como el régimen que aspira a representar a todas las clases, tratando de conciliar los diferentes intereses. El gobierno busca interlocutores (líderes) que concilien, que busquen la concertación social. En medio el gobierno, a un lado el sector industrial, en el otro lado la clase privilegiada. Es un proyecto de tipo nacionalista. Alude gran cantidad de casos que presentan características comunes, que lo convierte en un término multifuncional. Asignado a casos que son, entre sí, muy desiguales. Se usa para calificar movimientos sociales, políticos económicos, estructuras discursivas, modos de gestión, ideologías, etc. Incluso, existen combinaciones o adiciones como “neopopulismo/populismo progresista/socialista/conservador”, etc. Es también asociado con la demagogia, igualmente utilizado al mencionar las políticas económicas, para señalar el “clientelismo” político, tanto de izquierda o derecha. Ambos han utilizado el calificativo para sus contrarios: los conservadores le achacan ser el causante de los brotes inflacionarios, la hostilidad para con la inversión extranjera directa, etc. La izquierda, por su parte, lo acusa de embaucar a las masas, distrayéndolas con medidas que les hacen creer en una “mejora” que es sólo aparente ante una realidad que sólo perpetúa en el poder a sus líderes, quienes son los realmente privilegiados. Es utilizado para explicar la multiplicidad de gobiernos que presentaron visos de corte populista en América Latina. En fin, las definiciones son tan diversas, como los diferentes autores que lo han analizado.
Orígenes
En Europa el populismo surge en el período de entreguerras del siglo XX, con un fascismo en ascenso y la revolución rusa ya constituida. Se crea un movimiento socialista utópico de intelectuales rusos –llamado narodnik (nardo=‘pueblo’, ‘nación’). El narodnichestvo, un socialismo agrario que pretendía que Rusia evitara su etapa capitalista y llegara posteriormente al comunismo.
En Estados Unidos, surge con el grupo de los Agricultores del Middle West, los farmers quienes protestaban contra los políticos y los banqueros (clientes cautivos de las corporaciones ferroviarias), reclamando socializaciones para enfrentar los precios monopólicos. Usando el capital que les adelantaban para comprar máquinas, sufrían muchas veces la saturación de productos, la reducción del precio y, los tiempos de sequía, la desestabilización de la base monetaria y reducción del dólar. Hacia 1880 intentaron crear cooperativas para defenderse de los acreedores sin éxito, como el gobierno no atendía sus reclamos, ingresan a la política. Oscilando entre la moderación o radicalización de la acción, con los problemas raciales, las divisiones entre farmers y trabajadores, entre monopolistas y productores; entre financistas del Este y productores, estas diferencias dificultaban una alianza. En 1892 logran constituirse como un partido nacional, el People’s Party (Partido del Pueblo). En 1896 se unen al partido Demócrata, cuya plataforma para la elección incluía varias demandas como la exposición de sus condiciones miserables, denuncia del predominio de los que poseían la riqueza. Querían una ampliación de los poderes del gobierno para evitar lo que estaban padeciendo. Los intereses de los trabajadores rurales eran idénticos a los de los urbanos, así que tenían enemigos comunes.
Podemos observar que los orígenes de ambos países tenían similitudes: eran de extracción agraria; se opusieron a la opresión capitalista, que impedía la pequeña propiedad; eran opositores a sus respectivos gobiernos; reclamaron una redistribución del poder; los dos creyeron que el pueblo era un ideal, en función de su poder de ejercer un concreto dominio ‘desde abajo’. Asimismo presentaron diferencias: los populistas rusos no abogaban por una reforma constitucional, los norteamericanos buscaban una solución dentro de los procesos políticos conformados por las instituciones establecidas. Discrepan en la base ideológica: los rusos eran sostenidos por la intelectualidad y los estadounidenses era un ‘pueblo agricultor’. En su postura en cuanto a la propiedad: los rusos pretendían comunizarla, los americanos la concebían como un bien privado. Esto repercute en su ideología: para los rusos, las ideas eran el centro donde encontraban asiento para actuar. Para los estadounidenses, las ideas eran producto de lo que reclamaban al gobierno.
A partir de la crisis del 29 se origina en América Latina un prolongado proceso de convulsiones sociales, en su mayoría revolucionarias, que al no contar con direcciones proletarias, terminaron en las manos de distintos caudillos burgueses ante el impasse del capitalismo a nivel mundial, contaron con un cierto margen de maniobra para intentar equilibrar las clases por parte de los gobiernos, en muchos de los casos vinculados directa o indirectamente con el ejército, la única fuerza del Estado capaz de jugar el papel de "arbitro entre las clases". La burguesía nacional jugó un papel progresista, pero en cuanto tuvo las condiciones, se vuelve a entregar al capital trasnacional y somete al nuevo proletariado. El populismo es para la burguesía un mal necesario, una vez que juega su papel, se deshace de él, con múltiples conflictos de clase.
En América Latina los populismos poseen una idiosincrasia propia que los distingue de los antecedentes rusos y norteamericanos, se caracterizan por la diversidad de sus experiencias, por sus imprecisiones ideológicas y por su dependencia de liderazgos, que los complementa y a veces repitiendo el modelo del caudillismo, la relación líder-masa adquirió un valor fundamental. En ausencia de una línea política clara, precisan del líder, llevando al movimiento por la cambiante política, acercándose a veces a la derecha otras a la izquierda según las circunstancias, canalizando éste dirigente las demandas del pueblo. Convirtiéndose en la principal forma de control, producto de una cultura política patrimonialista, heredera de un pasado colonial, semi-feudal y con un fuerte catolicismo.
Para este trabajo vamos a comparar los textos de Alistair Hennessy, Lucía Sala de Touron y Anibal Viguera.
HENNESSY ALISTAIR, inicia el texto señalando que en todo análisis general del populismo, América Latina es la “mosca blanca”. Su significado se refiere predominantemente a movimientos de tipo urbano “en su sentido más amplio, el populismo latinoamericano puede definirse como una arma organizacional para sincronizar grupos de intereses divergentes, y se aplica a cualquier movimiento no basado en una clase social específica”. El autor trabaja con la metodología de la ciencia política, se apoya en autores como Gino Germani y Torcuato di Tella. Menciona dos tipos de populismo rural: el antiguo y el nuevo. El texto es más interpretativo que crítico. Destaca la característica de los líderes, cada caso va a ser distinto, trabaja diferentes ramas de la producción, señala que las ciudades latinoamericanas se caracterizan por el desempleo crónico. Había estado vetado el derecho a formar sindicatos. Una vez creados, tienen que establecer una central donde participan las diferentes agrupaciones sindicales. Coptaban al dirigente, si éste no se dejaba entonces lo acusaban de que atentaba contra el nacionalismo, etc. Señala que es un proyecto transclasista. No consiguen una reforma de estructuras. Se hizo muy común que se nacionalizaran empresas privadas. Uno de los motivos por los que fracasa el populismo es porque cada vez demandan más reivindicaciones y un lugar más importante en la sociedad.
El populismo lejos de ser una respuesta a la industrialización, es una respuesta a su ausencia, que se concretó con una urbanización, moviliza a las masas quienes no encuentran los canales institucionales para sus demandas. Esas masas logran un acceso precipitado a la participación nacional popular, guiado por la espontaneidad y la búsqueda de concreciones inmediatas. Este escenario se delimita en un sistema demasiado rígido, las demandas de esas masas —sin cultura política que les permita administrar su poder mientras luchan por las vías institucionales que posibiliten su participación— y el líder carismático que los guía y manipula completa la combinación. Con la existencia de una élite –de poder medio o alto- comprometida y el aumento de movilización popular, combinado con la decadencia del liberalismo, da curso a la ‘revolución de aspiraciones’.
Entre las primeras manifestaciones del populismo latinoamericano menciona las de Brasil y Argentina, de Getulio Vargas y el Gral. Juan Domingo Perón. El mensaje de estos y otros líderes, era confuso y a veces contradictorio, se distinguió por una vocación de cambio que respondía al momento que se vivía en cada país. En un contexto en el que capitalismo y socialismo se enfrentaban en un combate ideológico, el mensaje populista trató de navegar entre las aguas de los sistemas contrapuestos, elaborando fórmulas que, casi siempre carecían de contenido o viabilidad, eran capaces de movilizar amplios sectores de la población. Menciona otros países que enfrentaban un proceso de disolución, como el APRA peruano, AD en Venezuela y el PRI en México, que se opusieron
...