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Padre De La Sociologia


Enviado por   •  1 de Febrero de 2014  •  2.104 Palabras (9 Páginas)  •  492 Visitas

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Comte es considerado uno de los padres de la Sociología. Al clasificar las Ciencias, él ubica en primer lugar a las más abstractas y menos complejas. Así, primero aparece la Matemática; luego la Mecánica, la Astronomía, la Física, la Química y la Biología; y, por último, la Sociología, que en su época aún no existía y cuya necesidad de creación él reclamaba. Como entiende que sólo hay hombre en sociedad, no hace lugar a la Psicología, cuyo contenido entiende que se reduce al de la Biología o al de la Sociología. Comte quería devolverle a Occidente la unidad y armonía que le había dado la fe en la Edad Media. Pero como entendía que ese fundamento ya no era viable, pensó en la Ciencia como nuevo polo de atracción y factor de unidad. Sin embargo, con el tiempo vio la necesidad de recurrir a la Filosofía (fundó la Filosofía Positiva) y a la Religión (fundó la Religión Positiva, de la que se declaró Papa). Su Religión de la Humanidad sustituye el amor a Dios por el amor a la Humanidad, que incluye a los ya fallecidos, los vivos y los que nacerán.

Augusto Comte

Pensador francés, padre del positivismo (Montpellier, 1798 - París, 1857). Rompiendo con la tradición católica y monárquica de su familia, se orientó durante la época de la Restauración hacia el agnosticismo y las ideas revolucionarias. Desde 1817 se vinculó al socialista Saint-Simon, para el cual trabajó de secretario hasta su ruptura en 1824.

Descubierto bajo su influencia el problema social, Comte consagraría su esfuerzo a concebir un modo de resolverlo, cerrando la crisis abierta por la Revolución francesa y sus consecuencias. Halló la respuesta en la ciencia, hacia la que estableció un verdadero culto: el conocimiento objetivo que proporciona la ciencia debía aplicarse a la ordenación de los asuntos políticos, económicos y sociales, superando las ideologías apoyadas en la imaginación, los intereses o los sentimientos.

Contra la libertad de pensamiento, origen de la anarquía moral que atribuía a la Revolución, no oponía el dogma religioso o los principios de la tradición, sino la «ciencia positiva» que, al atenerse a los hechos tal como son, proporcionaba -según él- el único punto de apoyo sobre el que se podría edificar un futuro de «orden y progreso». Contrario al individualismo y a la democracia, confiaba en un mundo regido por el saber, en el que productores y banqueros ejercerían una especie de dictadura.

Tales ideas, fundamento del pensamiento positivista, tuvieron un gran éxito en los países occidentales desde mediados del siglo XIX, proporcionando un credo laico para el mundo del capitalismo liberal y de la industria triunfante. Sin embargo, Comte vivió una vida desgraciada: el exceso de trabajo le produjo problemas psiquiátricos, un intento de suicidio y el abandono de su mujer.

Su rebeldía y su intransigencia le impidieron insertarse en el mundo académico: expulsado en 1817 de la Escuela Politécnica, no pudo acabar sus estudios, que completó de forma autodidacta; luego, aunque llegó a enseñar en la misma escuela desde 1832, no pudo obtener cátedra en ella, y fue expulsado de nuevo en 1844. Sólo la ayuda económica de algunos admiradores (como Littré o John Stuart Mill) le salvó de la miseria.

En 1848 creó una Sociedad Positivista, que tuvo seguidores sobre todo en los países anglosajones. Su pensamiento, reflejado en obras como Curso de filosofía positiva (1830-42) o Sistema de política positivista (1851-54), ha ejercido influencia sobre las más diversas ramas del conocimiento (filosofía, medicina, historia, sociología…) y sobre corrientes políticas diversas (incluyendo el pensamiento reaccionario de Maurras).

LOS ORÍGENES Y APORTES DE AUGUSTE COMTE A LA SOCIOLOGÍA

Comte no hace más que resumir ideas ya circulantes en su tiempo e integrarlas a un discurso pomposamente "totalizador". Sin Saint-Simon y sus intuiciones quedaría muy poco de Comte, cuya tarea fundamental consistió en depurar al saintsimonismo de sus tensiones utopistas y enfatizar sus contenidos conservadores. El objetivo de sus trabajos -Curso de filosofía positiva (1830-1842) y Sistema de política positiva (1851-1854)- es contribuir a poner orden en una situación social que definía como anárquica y caótica, mediante la construcción de una ciencia que, en manos de los gobernantes, pudiera reconstruir la unidad del cuerpo social. Su deuda con de Bonald y de Maistre era explícita, pero del mismo modo que Saint-Simon, difería con "la escuela retrógrada" en cuanto no creía en la posibilidad de una restauración puntual de "l'ancien régime". (El antiguo régimen).

El rasgo principal que distingue a Comte de Saint-Simon es que se fija más en la nueva sociedad científica, más que en la sociedad industrial. Se distinguió de su maestro en que para él la explicación del porque la sociedad está tan alejada del modelo ideal no reside en problemas estructurales. Para Comte el problema es que la educación y los valores provocan los desgarros y las divisiones. Por tanto su propuesta fue la utilización de la "física social", más tarde Sociología, aplicando un tratamiento científico a los problemas sociales. Quizá en este comienzo de la Sociología, Comte fue algo ingenuo en sus planteamientos, pero sin duda fue uno de los precursores de esta ciencia social. Cabe destacar que las teorías de Comte tienen un carácter fuertemente eurocentrista.

Comte incorpora a su discurso la idea de la evolución y del progreso, pero, en tanto conservador, suponía que los cambios debían estar contenidos en el orden. La sociedad debía ser considerada como un organismo y estudiada en dos dimensiones, la de la Estática Social (análisis de sus condiciones de existencia; de su orden) y la de la Dinámica Social (análisis de su movimiento; de su progreso). Orden y Progreso se relacionan estrechamente. El primero es posible sobre la base del consenso, que asegura la solidaridad de los elementos del sistema. El segundo, a su vez, debe ser conducido de tal manera que asegure el mantenimiento de la solidaridad, pues de otro modo la sociedad se desintegraría.

Tal conocimiento permitiría a los gobernantes acelerar el progreso de la humanidad dentro del orden. La nueva política positiva sólo podría ser aplicada por una élite autoritaria; así, Comte habría de enviar su libro al zar Nicolás I de Rusia, "jefe de los conservadores de Europa", señalándole que sus teorías estaban básicamente pensadas para la autocracia. El mismo Comte se autoproclamó, hacia el final de sus días, como el papa de una nueva religión, la positiva.

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