Parcial de historia

Una vez leído y analizado las primeras 5 unidades de la materia he decidido elegir el artículo “El Panóptico” de Jeremy Bentham. Si bien el artículo se basa exclusivamente en el lugar y forma de cumplir la pena de un recluso, esto conlleva a pensar e informarse anteriormente sobre los conceptos e historia de los mismos, que llevan a una persona a estar privada de su libertad.

El Derecho Penal, tiene como función principal, proteger a la sociedad, lo cual se logra con medidas que, por un lado, llevan a la separación de aquel considerado como peligroso por el tiempo necesario, a la vez que reincorpora a la sociedad a aquellos que luego de pasar por el tratamiento adecuado pierden el carácter de peligrosidad.

El panóptico de Bentham es una cárcel en la cual todo se puede vigilar desde un único punto, con la ventaja que puede hacerse sin ser visto. En esta cárcel el vigilante se sitúa en el centro del edificio y tiene acceso visual a todas las celdas, pero no puede ser visto ni oído. Las celdas están, además, separadas unas de otras. De este modo el recluso no sabe en ningún momento cuándo está siendo vigilado o cuando el vigilante está en la otra parte de la plataforma vigilando a otro recluso. Podría haber varios vigilantes, podría haber sólo uno y estar durmiendo, podría no haber nadie en el puesto de vigía, pero el recluso no lo sabe y no tiene manera de averiguarlo.

 Uno de los objetivos de crear este tipo de cárceles era establecer una cárcel barata, donde un número pequeño de personas, cuide de una comunidad más grande y se pudiera reformar la conducta de las personas y que la prisión de estos cumpla con el fin retributivo, en donde aquel que transgrede el orden jurídico en forma voluntaria, padezca una privación no querida por él, produciéndose, el orden de justicia. 

Otro objetivo es que los prisioneros sirvan de ejemplo a los hombres libres, es decir, que la pena cumpla el fin Ejemplar, intentando así disuadir al resto de la sociedad, de que no intente imitar la conducta delictiva.   

El Panóptico se asume como un medio que modela o determina la actividad humana, intentaba que la población que se llevara a ese lugar se pudiese controlar, dominar, disciplinar con el menor esfuerzo.

Lo que se quería lograr con este tipo de prisiones es que mediante “la vigilancia”, el recluso al estar sometido constantemente por la mirada de otro, la interiorizaría y comenzaría por tanto a auto vigilarse para así eliminar las intenciones de cometer un acto contrario que lo lleve al castigo. Como dice el artículo: “Y es que el poder de la mirada, el juicio de los pares, ha sido uno de los inhibidores más poderosos para las conductas desviadas de todo tipo”.

El objeto de la herramienta de vigilancia se fundamenta en trasmitir de generación en generación, el vigilante te observa constantemente y te convierte en sospechoso, asegurándose de que la imagen de aquellos observadores garantiza su existencia, el castigo en caso de ir en contra de lo establecido normativamente, la prevención, la amonestación, sin dejar pensamientos e imaginaciones a su voluntad, acerca de lo que es correcto. Esta herramienta transmite la sensación para mantener el control sobre los hombres a los que se dirige aquella vigilancia.

El panóptico tenía como principales objetivos la disciplina mediante la vigilancia constante y el adiestramiento sin castigo severo. Esto es algo que concuerda con nuestro Derecho Penal actual, que busca que se cumpla la manda Constitucional en la última parte del artículo 18 que establece que: “Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que ella exija, hará responsable al juez que la autorice.” 

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