Resolución parcial de Historia

Resolución parcial de Historia

Según Platón la ciudad nace porque el hombre no puede satisfacer sus necesidades por sí mismo. La construcción de esta no es tan sencilla si se quiere que tenga todas las comodidades. Esto implicaría una fragmentación dentro de ella.                                                                                        Platón propone esta división en tres clases, la de gobernantes o guardianes, que están a cargo del ejercimiento del poder. Estos debían velar por los intereses de la ciudad y tener una gran capacidad intelectual. La segunda clase es la de los guerreros y auxiliares, quienes debían defender la cuidad frente a los ataques. También debían actuar solo bajo la dirección de los gobernantes. Por último, están los ciudadanos, quienes atienden las necesidades materiales de la vida.        Platón sostenía que para la supervivencia del Estado cada individuo debía desempeñar una sola función.

Siguiendo con el Estado, el consideraba que habían cinco formas de gobierno, la aristocracia, la timocracia, la plutocracia, la democracia y el despotismo. La primera era la ideal ya que en ella las clases se ordenaban jerárquicamente. Esta derivaría a la timocracia si es alcanza por completo y así sucesivamente hasta llegar al despotismo.

Después de ver esas ideas podemos hablar sobre el ideal de gobernante para Platón.                                                                Este era el rey-filosofo, quien debía haber recibido una educación adecuada y saber distinguir entre la opinión y el conocimiento, la apariencia y la realidad, por lo cual las personas de cincuenta años podrían gobernar ya que tendrán los conocimientos necesarios, los niveles más altos de educación. De esta forma, se puede decir, que la relación seria entre sabios e ignorantes.

Para Sócrates una ciudad ha sido bien fundada si posee las cuatro virtudes cardinales reconocidas por los griegos. Estas son la sabiduría, que reside en los guardianes; el valor, que correspondía a los guerreros; la templanza, cuando se llega al acuerdo de quien debe gobernar y por último la justicia, que es condición para que se cumplan las anteriores.                                                                                    Esto es compartido con Plantón, ellos pensaban que cada individuo debía hacer lo que le correspondía para la supervivencia del Estado.

Siguiendo con la cuidad, para Aristóteles esta era anterior a las formas de asociación que proponía. Él decía que los hombres se asocian entre si instintivamente, de esta manera surge la familia, la cual es la asociación mínima. Luego surge la alea con la unión de varias familias, de esta forma se pueden satisfacer las necesidades más complejas. Por último la unión de varias aldeas da lugar a la ciudad.

Aristóteles hace un gran hincapié en la ley, no se puede prescindir de ella. La define como la razón desprovista de pasión. Al igual que Platón sostenían la idea de que estas no debían reprimir, si no educar, creando hábitos y costumbres. Se creía que eran necesarias ya que los hombres son imperfectos.

Al igual que Platón y Sócrates él creía que el Estado ideal era aquel en el que los ciudadanos tienen solo una función. También la población no debía ser ni escasa ni demasiado numerosa, de esa manera las necesidades se podrían satisfacer sin problema.                                                                    La organización ideal debía contar con labradores que suministren alimentos, artesanos, soldados, comerciantes, sacerdotes, jueces y magistrados, y sacerdotes.                                                                        Respecto a la educación, consideraba que los ciudadanos debían ser educados por igual, de esta forma los hombres serian buenos y virtuosos.  

Por último, Aristóteles consideraba que el orden de gobierno es socio-económico, y el mejor está basado en una clase media. Esta clase es la que aseguraría la estabilidad al estado permaneciendo fiel a las leyes.

Actividad 2

San Agustín Nació en el 354 A.C en la ciudad de Tagast. Creía en la idea bíblica de que Dios creo el mundo y de que antes de que este lo creara, las ideas ya existían en los pensamientos de Dios.

La teología de San Agustín se apoyaba en la división de la biblia sobre la salvación y la perdición.  Creía que había una lucha entre la ciudad de Dios y la ciudad eterna por el poder en cada persona, es decir,  una lucha de poder de la iglesia y el estado.

 Consideraba que había dos tipos de ciudades. Estas son la civitas celetis y civitas terrena. La primera esta vinculada a vivir siempre con Dios, y la otra a sufrir un castigo eterno con el diablo, esta también está relacionada con el amor a uno mismo. Estas nacieron por culpa del pecado original de los hombres.                                                                                                                            

Decía que el gobernante del Estado cristiano, para desempeñar esa función debía tener dos virtudes importantes, la caridad y la humildad. También señalaba la necesidad de someter su poder a la majestad de Dios. Tenía que preocuparse exclusivamente de organizar la convivencia entre los ciudadanos de forma pacífica y tratando de que todos tengan acceso a los bienes temporales.

Consideraba que este era una situación provisional que desaparecería tras el juicio final. Este cuidaría de los intereses materiales. Por otro lado, habla de la iglesia, que era de los espirituales y era superior al Estado por su finalidad. Esta representaba la ciudad de Dios.

Tomas de Aquino consideraba al hombre un animal social por naturaleza. Los seres humanos necesitan una organización social y una autoridad, esta es el Estado, una institución basada en la naturaleza del hombre. El objetivo es una vida justa y el bienestar común y para ello es necesaria la paz, pero para asegurar esta es necesaria la justicia.

Para Aquino el fin último de la existencia humana es la visión de Dios en la otra vida. Por eso subordina el Estado a la Iglesia, porque es la Iglesia la que dirige al hombre a ése fin último. Consideraba que el Estado tenía una independencia relativa, ya que depende de la iglesia, por el hecho de que esta se ocupa del bien completo del hombre, es decir, su salvación.

También habla sobre leyes que son necesarias para el hombre, ya que este tiene que ser disciplinado. Dentro de estas está la ley natural, que es el criterio con el que se puede distinguir entre acciones moralmente buenas y malas.

Sostiene que el gobierno debe estar dominado por la aristocracia, la democracia y por su parte también añade al monárquico. Las formas de gobierno buenas y legítimas son las que procuran el bien común, la paz y la prosperidad. Por lo cual la tiranía seria la peor forma de gobierno, ya que esta pone en primer lugar el bienestar del gobernante.

Francisco Suárez distinguía entre la guerra agresiva y la guerra defensiva.                   Para que la guerra sea justa debía cumplir con ciertas condiciones, primero la causa debía ser una injusticia  grave, solo el Estado puede promoverla y su fin solo debe ser el restablecimiento del derecho violado.
“Aunque la guerra no sea en sí mala, pertenece, por los muchos daños que produce, a las empresas que a menudo son llevadas a cabo de manera improcedente. Son precisas, pues, muchas circunstancias especiales para que pueda ser una guerra honesta” Sobre las tres virtudes teológicas.

Vitoria al igual que Suarez considera que la guerra para ser justa debe cumplir con las tres condiciones anteriormente mencionadas. Ambos la admiten como una forma de defenderse y castigar al enemigo culpable.

El derecho internacional también otro tema que ambos trataban. Vitoria proponía la idea de una comunidad, de todos los pueblos, fundada en el derecho natural, también creía que las relaciones internacionales no debían basarse en el uso de la fuerza. Propuso una organización internacional formada por representantes de los países, que se basaba en el derecho natural y tenía como objetivo debatir sobre los conflictos y de esa manera tratar de evitar la guerra.

Suarez, por su parte, además de coincidir con este derecho plantea la idea de pacto social donde dice que la comunidad política se constituye por familias, y que la comunidad puede darle el poder a un grupo o persona por medio de un segundo pacto. La comunidad política es libre por derecho natural y tiene el poder político que es democrático mientras no se cambie.

Para Vitoria el poder es de origen divino pero eso no significa que el soberano pueda utilizarlo con plena libertad de mando. La comunidad le otorga autoridad al rey pero por más que este disponga de poder ejecutivo no deja de ser una miembro más de la república.

Suarez también coincide con Vitoria ya que plantea que es poder es dado por Dios a toda la comunidad política, esta es libre por derecho natural.

Francisco Suárez y Vitoria distinguían entre la guerra agresiva y la guerra defensiva.                   Para que la guerra sea justa debía cumplir con ciertas condiciones, primero la causa debía ser una injusticia  grave, solo el Estado puede promoverla y su fin solo debe ser el restablecimiento del derecho violado.
Sostenían la existencia del derecho natural para una mejor convivencia. Las relaciones internacionales no debían basarse en el uso de la fuerza. Para evitar la guerra se propuso una organización compuesta por representantes de todos los pueblos y países para debatir sobre los conflictos.

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