Relato sobre la el Desarrollo de la Educación en Sinaloa.

Relato sobre la el Desarrollo de la Educación en Sinaloa.

Alguien dijo alguna vez en algún lugar que “para entender nuestro presente y cambiar nuestro futuro, es necesario conocer nuestro primeramente nuestro pasado”. En el campo propiamente que nos atañe, el de la EDUCACIÓN, es sumamente importante no sólo conocer acerca de cómo inició y se desarrolló formalmente, sino, el contexto en el cual sucedió y cómo pudo influir positiva o negativamente en la vida estudiantil contemporánea.

De la época prehispánica investigadores, arqueólogos y antropólogos han rescatado de utensilios y vestigios encontrados en nuestro estado muestras de cómo vivían los primeros grupos indígenas que habitaron estas tierras; entre ellos los Nahuas, Toltecas, Aztecas (que se cree no eran nativos), cahitas y tamazulas.

Se cuenta que en Sinaloa existieron hombres con mucha sabiduría, astucia, inteligencia empírica que realizaban entre otras labores casas con lodo y palma, cerámicas de excelente calidad y pinturas extremadamente detalladas para la época (existen hasta el día de hoy pinturas Tahues). Los Cahitas por ejemplo eran hombres guerreros, valientes que luchaban por su pueblo, especialistas en casas incluso de petate, lo cual mostraba su pensamiento emprendedor y paciente diligencia. Estos grupos prehispánicos practicaban el juego del Ulama, juego que hasta el día de hoy en eventos culturales se sigue representando.

Un dato muy interesante que encontré en las historia de nuestro estado es que se dice que en Sinaloa culturalmente se cree que nació Huichilopoztti, quien fuera dios de los Aztecas y Mechicas, los cuales fundaron este gran país; dato que desconocía pero me llevó a imaginar cómo nuestra cultura ha permeado los orígenes también del resto del país.

La división indígena del territorio, basada más bien en un cierto respeto a la naturaleza y a la manera de vivirla, persistió al momento de la invasión y a la conquista y así dio origen a tres provincias que se llamaron; Chiametlán, Culiacán y Sinaloa. La vida cotidiana y productiva se desarrolló en las márgenes de los ríos, los cuales fueron su hábitat principal.

Con grandes ríos y una sierra cercana se gozaba y sufría la naturaleza sinaloense compuesta de muchas aguas que fluyen en corto trecho hacia un mar de abundantes especies, que desde entonces maravillaron a los permanentes viajeros del litoral.

Para Sinaloa XVII hasta la mitad del siglo XIX varió muy poco desde la época de la Conquista. Con la invasión española a México, llegaron los europeos con la imposición de su religión y cultura, también de sus tradiciones, creencias y costumbres en las que poco a poco fuimos absorbidos y sometidos en su propia vida por más de 300 años.

La educación propiamente se registra en su inicio con los jesuitas, quienes por tarea tenían cristianizar y más específicamente catolizar a los conquistados, enseñando e imponiendo sus creencias, las cuales debían no sólo ser aprendidas sino también leídas; esto inició la enseñanza de las primeras letras del alfabeto español a los nativos en escuelas, las cuales se ubicaban en los poblados donde se asentaban los misioneros. En las villas españolas reinaba la ignorancia, así como en los lugares donde los jesuitas no habitaban, exceptuando una conocida por el nombre de Villa de Sinaloa.

En Villa Sinaloa, buscando tener una base firme donde se recibieran y se enviaran misioneros de las provincias de Sinaloa y Sonora es donde se funda el primer Colegio a saber cerca del año 1600, en donde aparte de enseñar a leer y escribir se enseñaba a tocar instrumentos y a cantar. Una de las cosas que me pareció interesante es que también en esos primeros años de historia formal se fundó un Seminario, que ya no sólo era para españoles o para nativos, sino que asistían juntos, lo cual sin duda abría posibilidades a las clases menos pudientes del estado y permitió que la convivencia fuera más llevadera y aceptable. A pesar de esta “universalidad” y los esfuerzos o accidentes por los cuales se abrieron escuelas llamadas de “primeras letras” en Álamos, Culiacán, El Rosario y Sinaloa, la mayoría del territorio permanecía ignorante de estas letras y seguía siendo un privilegio circunstancial y casi lugareño, que creo no sólo era eso sino también ahora visto en retrospectiva era una señal de esperanza y desarrollo que pronto y después de muchas cosas, entre ellas sangre, revoluciones, marchas y demás se verían sus frutos.

Asimismo cuentan con escuelas de nivel preescolar, primaria y algunas secundarias. Los niveles medio y superior se estudian fuera de la comunidad. El promedio de escolaridad mayo es la primaria, aunque hay gente que cursó la secundaria y que sigue las carreras técnicas que imparte el Conalep, como la de técnicos agropecuarios y pesqueros, entre otras. No todas las comunidades cuentan con secundaria; la preparatoria se cursa frecuentemente en Huatabampo o Navojoa

Imagino la vida en esa época, como entre la discriminación y la ignorancia, entre las circunstancias y barreras culturales, sociales y físicas había quienes aprovechaban las oportunidades y se adecuaban a lo inevitable: la cultura española, la cual era el futuro de estas tierras. Eso no quiere decir en ningún modo que los “no educados” carecieran de inteligencia e intuición, mucho menos sabiduría reflejada en sus ciudades, agricultura y modo de convivir con su naturaleza.

En Sinaloa en el año 1874 se creó el Colegio Civil Rosales, quien fuera el antecesor de la Universidad Autónoma de Sinaloa. La actual Escuela Normal de Sinaloa, principal institución formadora de docentes en la entidad, al inicio del segundo tercio del siglo XX  tuvo como cuna el Seminario Nacional Tridentino, pasando posteriormente al Colegio Rosales, su separación de la Universidad de Sinaloa.

Un personaje reconocido de la educación en Sinaloa fue la señora Emilia Obeso López, quien fuera de las primeras profesoras que egresaron en 1917 de la Escuela Normal del Colegio Civil Rosales y sirvió como educadora durante 51 años.

En el año 1917 cuando la Constitución surge y como resultado del movimiento revolucionario que exigía reformas sociales sustanciales se plasma en el artículo tercero que la ESCUELA debe de ser LAICA, GRATUITA Y OBLIGATORIA como al día de hoy se mantiene vigente.

La UPN fundada el 25 de agosto de 1978, como una Universidad dedicada a la actualización de maestros que se encontraban frente a grupo sin conocimiento de metodología ni pedagogía de enseñanza. La UPES surge de la UPN por la necesidad de descentralizar su administración y especializar según la región, ofreciendo más que actualizaciones (que también las realiza) diplomados, licenciaturas y maestrías.

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