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Teoría y Práctica del Colectivismo Oligárquico - Trotsky y Goldstein


Enviado por   •  8 de Abril de 2017  •  Ensayos  •  1.169 Palabras (5 Páginas)  •  742 Visitas

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Goldstein y Trotsky

Teoría y Práctica del Colectivismo Oligárquico

 y

 La Revolución Traicionada

El 26 de octubre de 1879, nació en el Imperio Ruso Lev Davídovich Bronstein, mejor conocido como León Trotsky. Este hombre, de origen judío, fue uno de los personajes más importantes de la política en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas desde sus orígenes en 1917 hasta que se le exilió y se le consideró un traidor en 1928. Formó al Ejército Rojo y fue uno de los líderes de la Revolución Rusa.

Su exilio fue provocado por sus ideales opuestos a los de Josef Stalin, que en ese entonces era el líder soviético. Trotsky creía en un socialismo democrático internacional, era un gran seguidor del marxismo y, fiel a los ideales de este modelo teórico, sostenía que lo que debía de unir al socialismo era la clase, que era internacional, por lo que el fenómeno del comunismo pasaría en todo el mundo. Stalin, por otro lado, pensaba que el sentimiento nacional sería la unión del socialismo, creando así un comunismo nacional y planeaba mantenerse en el poder hasta su muerte.  Trotsky escribió durante su exilio un libro llamado “La Revolución Traicionada: ¿Qué es y a dónde va la URSS?” en el cual plantea una crítica demoledora en contra de Stalin y su régimen totalitario. Formó la “Cuarta Internacional” y fue asesinado en México, en 1940.

Teniendo esto en cuenta, ¿Por qué comparar a Goldstein con Trotsky?  Aparte de las similitudes entre sus nombres (Bronstein y Goldstein), lo poco que conocemos de Goldstein es muy similar a la historia de Trotsky.  

Emmanuel Goldstein[1] fue un líder de la revolución que se narra en un libro de George Orwell, inglés nacido en 1903. Este libro, escrito entre 1947 y 1948 es llamado “1984”.

En la novela, Goldstein es presentado como el enemigo del estado. Según el gobierno de Oceanía[2] traicionó al líder de dicha nación, que se rige bajo el Socing[3] y luego escribió un libro que plantea la inhumanidad del sistema totalitario de dicha nación, llamado “Teoría y Práctica del Colectivismo Oligárquico”.

Para ilustrarlo mejor, veamos como lo plantea el autor, George Orwell:

“Goldstein era el renegado que desde hacía mucho tiempo (nadie podía recordar cuánto) había sido una de las figuras principales del Partido, casi con la misma importancia que el Gran Hermano, y luego se había dedicado a actividades contrarrevolucionarias, había sido condenado a muerte y se había escapado misteriosamente, desapareciendo para siempre. [...] Era el traidor por excelencia, el que antes y más que nadie había manchado la pureza del Partido. ”[4]

         Los dos fundaron un movimiento que llevó a la creación de un nuevo estado, en el que fueron personajes centrales y terminaron siendo exiliados por supuesta traición a dicho estado. Fueron el blanco de propaganda negativa que generó un profundo odio hacia ellos.

La clave para su comparación se encuentra en sus libros anteriormente mencionados, los dos son críticas muy fuertes contra el gobierno de la nación en la que desempeñaron un rol tan importante. Para lograr dicha comparación, hablemos de dos citas de aquellos libros, empezando por La Revolución Traicionada y posteriormente el libro de Goldstein:

En palabras de Trotsky: “La reserva humana constituye una [...] ventaja considerable. La población de la URSS, con un aumento de tres millones de almas al año, ha sobrepasado los 170 millones. Los reclutas comprenden 1.300.000 jóvenes. La selección más rigurosa, física y política, no elimina más que 400.000. Reservas que se pueden estimar de 18 a 20 millones de hombres son prácticamente inagotables.”[5]

Por su parte Orwell pone en el libro de Goldstein: “Todos esos territorios disputados contienen valiosos minerales y algunos de ellos producen ciertas cosas [...]. Pero, sobre todo, proporcionan una inagotable reserva de mano de obra muy barata. La potencia que controle el África Ecuatorial, los países del Oriente Medio, la India Meridional o el Archipiélago Indonesio, dispone también de centenares de millones de trabajadores mal pagados y muy resistentes. Los habitantes de esas regiones, reducidos más o menos abiertamente a la condición de esclavos, pasan continuamente de un conquistador a otro y son empleados como carbón o aceite en la carrera de armamento, armas que sirven para capturar más territorios y ganar así más mano de obra, con lo cual se pueden tener más armas que servirán para conquistar más territorios, y así indefinidamente.”[6]

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