Tesoro de Guarrazar

DESCRIPCIÓN GENERAL DEL TESORO

Guadamur se trata de un pequeño pueblo de la provincia de Toledo, caracterizado por sus abundantes colinas, pero este no es el motivo principal por el que se le da tanta importancia a dicha población.

Retrocediendo al año 711 d.C, la península Ibérica estaba siendo invadida por los musulmanes. Es por ello el temor que los visigodos sufrían al pensar que podrían hacerse con sus coronas de oro y piedras preciosas para fundirlas, por lo que decidieron enterrarlas y esconderlas por diferentes partes del pueblo de Guadamur. Nadie descubrió lo que se escondía allí, hasta que, varis siglos después, de manera casual, ocurrió algo maravilloso.

Situándonos en el s. XIX, concretamente, a finales de agosto de 1858, Francisco Morales y María Pérez, habitantes de la zona, iban caminando por un camino de Guadamur, pasando cerca del paraje de la fuente de Guarrazar. Al ir caminando, se encontraron de improvisto un objeto brillante compuesto por coronas de oro y otros materiales lujosos que había quedado al descubierto ya que una gran tormenta el día anterior, removió las tierras. No sólo se encontraron ese precioso conjunto de coronas, sino que también, la lluvia dejó al descubierto otros objetos como cruces, cálices y otros objetos de oro. Domingo de la Cruz, habitante de la zona, vio como el matrimonio anterior había descubierto dicho tesoro ya que tenía una huerta cercana al lugar dónde apareció. Por ello, fue a investigar por si había algún otro resto de aquel precioso tesoro y así fue. El matrimonio no había descubierto todo aquel tesoro y fue Domingo de la Cruz quién extrajo más partes de aquel tesoro. Al conocerse la noticia, la población rebuscó por todo el pueblo de Guadamur y alrededores por si habían quedado restos de aquel tesoro. Según estudios de grandes profesionales, se dice que fue por una pérdida de patrimonio arqueológico.

El tesoro de Guarrazar es, por tanto, uno de los mejores descubrimientos nacionales del s. XIX, el mayor tesoro de la orfebrería visigoda en Europa antigua y medieval. El tesoro de Guarrazar está compuesto por diferentes piezas lujosas las cuales, muchas de ellas no se sabe su paradero ya que han sido vendidas o robadas. Las restantes se encuentran distribuidas entre el Museo Arqueológico Nacional (conserva seis coronas en total, destacando la corona con dedicación de Recesvinto. También, conserva cuatro cruces con colgantes, incluyendo la perteneciente a la corona de Recesvinto, además de otras partes importantes de dicho tesoro), Museo de Cluny (conserva tres coronas, dos cruces con engastes, un eslabón, un colgante con letra R y algunos restos de cadenas y colgantes) y Real Armería (conserva una corona y una cruz con inscripción y una esmeralda tallada con la escena de La Anunciación)

CONTEXTO EN EL QUE FUE ELABORADO Y HALLADO

A pesar de haber sido descubierto en el s.XIX, las coronas de El tesoro de Guarrazar puede datarse aproximadamente en el siglo VIII, en la época del Al-Ándalus. Las coronas de El tesoro de Guarrazar eran creadas para los reyes o emperadores con las cuales, podían representar el poder divino correspondiente. Las coronas votivas de El tesoro de Guarrazar, llevaban una cruz en el centro de la misma, la cual, representaba a Jesucristo (cristianismo), por lo que las coronas votivas podrían ser en representación a la religión y, además, al llevar inscrito el nombre de quién la donaba, se dice que podría tratarse de un acto religioso importante dónde se ofrendaban dichas coronas a Dios. Las coronas más relevantes son la corona de los reyes visigodos Recesvinto (649-672) y Suintila (621-631).

CORONA DE SUINTILA CORONA DE RECESVINTO

Como anteriormente he mencionado, dichas coronas fueron creadas en talleres hispánicos de Toledo e inspirado en el estilo orfebre bizantino para donarlas a la iglesia, es decir, diseñadas para un acto esencialmente religioso, algo típico del reino visigodo. Al ser donadas por los reyes, no sólo se tratan de coronas votivas si no que, además, son donativos regios, por lo que han de tratarse de manera especial y distinta al resto de donaciones. La razón por la que se donaban las coronas era porque significaban la vida eterna.

En definitiva, estas coronas no eran creadas para demostrar el poder ni ser ceñidas a la cabeza de los reyes, si no, que estaban creadas para la representación de una ideología religiosa, representando así el cristianismo por sus preciosas cruces y eran regios por el hecho de haber sido donadas por reyes, hecho

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